4 CONSECUENCIAS NO PREVISTAS DE LAS CUARENTENAS QUE AMENAZAN LAS VIDAS

Por Brad Polumbo

Fundación para la Educación Económica
Martes 25 de agosto del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo y entre paréntesis, si es de su interés puede verlo en Brad Polumbo, “4 Life-Threatening Unintended Consequences of the Lockdowns.”

No importa qué tan inteligentes o bien intencionados sean los planificadores centrales, no es posible que ellos comprendan todas las implicaciones de las elecciones que están efectuando.

Cuando quienes hacen las políticas a lo largo del país decidieron “cerrar,” en respuesta al brote de marzo del novedoso coronavirus, dieron un salto hacia el vacío. No sólo en ese momento sabíamos muy poco acerca del COVID-19, sino que, también, no sabíamos nada acerca de cómo el cierre de casi toda la sociedad afectaría a la gente.

Quienes hacen las políticas se enfocaron en sus modelos, los cuales predecían que las cuarentenas ayudarían a limitar la diseminación del COVID-19; ciertamente, un factor importante. También, de igual forma, muchos confirmaron las ramificaciones económicas negativas de las cuarentenas. Pero, en los meses que han pasado, hemos visto muchas otras consecuencias calamitosas, que surgen de una cuarentena de la sociedad sin precedentes.

La política futura de la salud pública deberá tomar en cuenta esas cuatro consecuencias no previstas de las cuarentenas que amenazan las vidas.

1) AUMENTOS MASIVOS EN TASAS DE SUICIDIOS Y CRISIS DE SALUD MENTAL

Hasta los más afortunados entre nosotros siente la tensión emocional de meses de estar detrás de puertas cerradas. Estar alejado de amigos, familiares y de muchas otras cosas que le dan sentido a la vida, ha mostrado ser demasiado para muchos de aquellos quienes ya estaban luchando

Como lo ha detallado (detailed) el editor administrativo de la Fundación para la Educación Económica, Jon Miltimore, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) encontraron que a la fecha uno de cada cuatro jóvenes ha tenido pensamientos suicidas durante la pandemia. (En comparación, menos de un seis por ciento de los jóvenes (six percent of young people) abrigó pensamientos similares en el 2008-2009, según datos previos de la CDC). Y más de un 40 por ciento de quienes respondieron dijo que la crisis había impulsado problemas de salud mental o de comportamiento. Evidencia (evidence) anecdótica también sugiere que las tendencias a suicidios aumentaron durante la cuarentena.

Dado que los jóvenes sin precondiciones tienen un riesgo de muerte de casi cero por el COVID-19 y ante los efectos nocivos bien documentados (well-documented) del aislamiento social, es justo atribuir a las cuarentenas en gran parte esta tendencia inquietante en la salud mental.

2) AUMENTO EN SOBREDOSIS DE DROGAS Y ABUSO DE SUSTANCIAS

Naturalmente, el aislamiento social y la desesperación con desencadenantes claves de una recaída en el abuso de sustancias. Así que, no es una sorpresa ver que las consecuencias emocionales y mentales de las cuarentenas por el COVID-19 han exacerbado una crisis ya severa de drogas en Estados Unidos.

Esto ha pasado en mi propio patio, el área metropolitana de Washington, D.C.

“En abril, el mes más reciente para el que hay estadísticas disponibles, la ciudad [de Washington, D.C.] vio su mayor número mensual de sobredosis de opioides en cinco años,” reporta (reports) el Washington Post: “[Esto] es parte de una tendencia nacional de aumentos en sobredosis que, dicen los expertos de salud, se ha acelerado en meses recientes.”

Entre tanto, en Maryland más que se duplicaron las muertes por sobredosis de opioides en el primer trimestre de este año, en comparación con el del año previo. Y, en Virginia, funcionarios estatales estiman (estimate) que ellos “registrarán casi 1.700 de esas fatalidades para fines del año ̶ la cuenta anual más elevada, al menos desde el 2007.”

Esta es una tendencia en toda la nación, reporta (reports) la Radio Nacional Pública, que, nacionalmente, las sobredosis se han disparado en alrededor de un 18 por ciento. En comparación, en el 2018, más de 67.300 estadounidenses murió de sobredosis de drogas (died from drug overdoses). Un aumento del 18 por ciento sin duda que significa miles de muertes trágicas adicionales por sobredosis.

3) LA DEVASTACIÓN ECONÓMICA CONDUCE AL HAMBRE

La Oficina del Censo de Estados Unidos encuestó recientemente a los estadounidenses acerca de cómo la crisis del COVID-19 ha afectado su habilidad para alimentar a sus familias, y los resultados son escalofriantes.

“Está creciendo el número de estadounidenses que dice que no pueden adquirir suficientes alimentos para ellos o para sus niños,” reporta (reports) el Wall Street Journal. “Para fines del mes pasado, alrededor de un 12.1% de los adultos vivía en hogares en donde, en algún momento de la semana anterior, no hubo suficiente comida, un aumento del 9.8% de principios de mayo, muestran las cifras del Censo. Y casi un 20% de los estadounidenses con niños en sus hogares no pudo darles a sus hijos suficiente comida, un aumento desde el 17% de principios de junio.”

Entre tanto, los bancos de alimentos reportan un aumento sin precedentes en los niveles de demanda (surging levels of demand), de sus servicios de caridad.

Cerrar los negocios y las escuelas puede haber limitado la diseminación del COVID-19. Pero, también, es claro que las consecuencias económicas de las cuarentenas causaron desnutrición en masa e incluso empujó a muchas familias al borde del hambre. (Globalmente, las cuarentenas por el COVID-19 podrían lanzar hasta 100 millones de personas hacia la pobreza extrema (push up to 100 million people into extreme poverty.))

4) AUMENTO DE LA VIOLENCIA DOMÉSTICA BAJO LAS CUARENTENAS POR EL COVID-19

Trágicamente, atrapar gente en sus casas y excluirla del apoyo externo es una receta para la violencia doméstica. Eso ha pasado en un nivel global (played out on a global level), con reportes de una violencia doméstica disparada en medio de la tensión y el confinamiento en los hogares de India, Ciudad de México, Reino Unido, y otras naciones en todo el mundo.

Hay razón para creer que Estados Unidos ha experimentado una tendencia similar. Un estudio publicado en la revista Radiology encontró niveles muy incrementados de lesiones (found greatly increased levels of injuries) consistentes con heridas por violencia doméstica en un hospital de Massachusetts, durante la orden de quedarse en casa por la emergencia.

“Estos datos confirman lo que sospechamos,” le dijo (told) el coautor del estudio a la revista US News and World Report. “Estar confinado en la casa durante un período de tiempo aumentaría la posibilidad de violencia entre parejas íntimas.”

Un estudio (study) por aparte, que analiza datos de precintos policíacos en varias de las ciudades de Estados Unidos más importantes, también mostró aumentos en la violencia doméstica durante el período de cuarentena, con incrementos que oscilan desde un 10 por ciento a un 27 por ciento.

LAS CONSECUENCIAS NO PREVISTAS REQUIEREN DE HUMILDAD A LA HORA DE ELABORAR POLÍTICAS

Estas lamentables consecuencias de las cuarentenas por el COVID-19 son trágicas, pero, francamente, no impactan tanto. Por mucho tiempo hemos sabido que las intervenciones gubernamentales tienen efectos multiplicadores, que se extienden más allá de sus objetivos pretendidos.
¿Por qué? Debido a lo que el filósofo económico Friedrich Hayek llamó el “problema del conocimiento.”

“Si aceptamos que el principal problema económico de la sociedad es el de cómo adaptarse rápidamente a los cambios en determinadas circunstancias de espacio y tiempo,” escribió (wrote) Hayek, “parecería lógico que las decisiones últimas recayesen en las personas familiarizadas con tales circunstancias, ya que son las que poseen un conocimiento directo de los cambios relevantes y de los recursos disponibles en ese momento para hacerles frente.”

Sencillamente, el problema del conocimiento significa que los esfuerzos de planificación central están destinados a fracasar. Sólo aquellos que están cerca del problema conocen los pros y los contras de él.

Por ejemplo, ¿puede usted imaginarse planificando una fiesta de cumpleaños para una persona a quien usted nunca ha conocido antes? Usted no sabe qué clase de queque les gusta a ellos. Usted no sabe si ellos prefieren pizza con pepperoni o una pizza hawaiana. Usted ni siquiera sabe a quién invitar. Ahora bien, ¿cuáles son las probabilidades de que usted pueda planificar una fiesta que no vaya a terminar mal?

Esa es la tarea hercúlea que les espera a los funcionarios de gobierno, quienes tratan de dictar el comportamiento propio de millones de individuos.

Así que, cuando se trata de cuarentenas por la pandemia amplias, en toda la nación, los planificadores centrales nunca estarán en capacidad de valorar todas las consecuencias no previstas mortales que correspondan con sus decisiones drásticas. Esto no significa que el gobierno en la arena de la salud pública no debería hacer nada del todo, sino que los funcionarios electos deberían ser mucho más humildes en cuanto al alcance de sus acciones. Las consecuencias mortales no previstas de las cuarentenas generalizadas por el COVID-19, nos recuerdan por qué.

Brad Polumbo es un periodista libertario-conservador y Compañero Escritor Eugene S. Thorpe en la Fundación para la Educación Económica.