Una lectura valiosa que recomiendo del libro de Steven Horwitz, Economía Austriaca- Un Introducción, que puede ser obtenido (en inglés) gratuitamente en el sitio indicado en el texto.

COMENTARIO AL LIBRO DE STEVEN HORWITZ ECONOMÍA AUSTRIACA-UNA INTRODUCCIÓN

Por Art Carden

American Institute for Economic Research
18 de agosto del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede verlo en https://www.aier.org/article/review-...-introduction/

La tradición austriaca en economía -la tradición en economía que sigue las contribuciones revolucionarias de Carl Menger- está dispersa en tomos enormes, que inducen a hernias. Usted puede encontrarlos en PDF en línea gracias a organizaciones como el Ludwig von Mises Institute y el Liberty Fund, pero, probablemente, usted querrá pensarlo dos veces antes de imprimirlos. ¿El PDF de la edición académica de la magnus opus de Ludwig von Mises, La Acción Humana? 1.302 páginas. ¿Man, Economy, and State with Power and Market? de Murray Rothbard, 1.506 páginas. ¿Capital and Interest de Eugene von Bohm-Bawerk? Al menos, ese es mucho más corto, pero aún son 538 páginas. Incluso volúmenes más cortos, como Individualism and Economic Order de Hayek, tienden a ser sumamente densos.

Por tanto, me sentí aliviado cuando vi la última contribución a la serie del Instituto Cato de introducciones breves (short introductions) -Austrian Economics: An Introduction de Steven Horwitz- es de 167 pequeñas páginas (sólo 127 de ellas son texto del libro). Es un complemento valioso a otros volúmenes de la serie de Cato y una buena introducción a la teoría, método e historia de la escuela austriaca. Habría deseado que el libro y la serie de lecturas que le acompañan, hubieran estado disponibles en el verano del 2003, cuando enseñé mi primer curso como instructor registrado (un curso llamado “Exploraciones en la Economía Austriaca”). Mi trabajo habría sido mucho más fácil.

Los maestros en economía saben demasiado bien lo difícil que es transmitir en un lenguaje simple conceptos e ideas complicados y abstractos. Ellos se beneficiarían con leer detenidamente Austrian Economics, pues Horwitz ofrece definiciones y analogías claras y simples, que ayudarán a los maestros a ayudarles a sus alumnos a entender lo que queremos decir cuando nos referimos al “cálculo monetario” (“medición de pérdidas o ganancias futuras y del pasado”) y a “pérdidas y ganancias” (“señales de placer y dolor enviadas por nuestras terminales nerviosas”). Él hace ver que “Un préstamo representa el movimiento de riqueza a través del tiempo, desde el futuro al presente para quien pide prestado y del presente al futuro para quien presta.” El libro está cargado de buenas respuestas a “¿Cómo puedo yo explicarles esto de forma que mis alumnos lo entenderán?,” que muchos instructores encontrarán útil.

Horwitz explica qué parte de la economía austriaca ha sido incorporada en la corriente principal y qué permanece esencialmente ignorado. Menger fue, junto con Leon Walras y William Stanley Jevons, uno de los primeros en identificar el valor como función de la mejor cosa que uno podía hacer con la unidad siguiente ̶ la unidad marginal. Por tanto, el valor de una onza de agua era determinada, no por el hecho de que el “agua es vida,” para pedir prestado de algún letrero en un patio que usted puede haber visto recientemente (a yard sign you’ve probably seen recently), e incluso por la cantidad de trabajo usado para producirla. Más bien, el valor de una onza de agua es la cosa más importante que usted haría, o la cosa más importante que usted tendría que dejar de tener, si usted no la tuviera.

Él contrasta los supuestos del modelado en el marco neoclásico competitivo con el enfoque intelectual de los austriacos, quienes ven a la coordinación de gente imperfecta con información incompleta como el problema que debe explicarse. Él va a través de varios pasos en el desarrollo de la teoría y concluye en el énfasis de Israel Kirzner en el empresario, como alguien que identifica la ignorancia y lleva la estructura de la producción a que armonice con las previamente malentendidas preferencias verdaderas y políticas de producción que subyacen al patrón de cooperación social, en un momento dado en el tiempo. El juicio del empresario se recompensa con una ganancia ̶ o penaliza con una pérdida en caso de que su realineamiento en la realidad no calce con las posibilidades de producción y preferencias de los consumidores.

Horwitz explica un viejo dicho que circula en círculos austriacos: hay preguntas macroeconómicas, pero sólo respuestas microeconómicas. Él enfatiza la importancia de precios determinados por el mercado, tanto en la crítica austriaca a los planes de la planificación central socialista, como en su análisis de los ciclos de los negocios. En el primer caso, los precios de mercados son necesarios para el cálculo de las ganancias y pérdidas, que son necesarios si es que vamos a saber si estamos desperdiciando recursos o usándolos sabiamente. En el segundo caso, una oferta en exceso de dinero, en relación con la cantidad de dinero que la gente quiere mantener al nivel actual de precios, conduce a precios mayores ̶ y, en especial, ante una distorsión en la estructura de los precios relativos (el precio de un bien términos de otro). Si los bancos desean expandir sus portafolios de préstamos, tendrán que hacerlo ofreciendo más fondos prestables a tasas de interés más bajas.

Si esto representa un aumento en ahorros reales, entonces, no hay problema. Si, no obstante, eso es impulsado por un aumento en la cantidad de dinero en la economía, entonces, el precio de los bienes del presente, en términos de bienes futuros -la tasa de interés- se distorsiona y empieza a decir mentiras acerca de lo que en la actualidad la gente quiere dónde y cuándo. Como lo enfatiza Horwitz, la teoría austriaca del ciclo de los negocios enfatiza la especificidad y limitada convertibilidad en la estructura del capital. Por esto, él entiende que puede haber más de una forma de matar a un gato, pero no que cada herramienta sea la apropiada para hacerlo. ¿Cuchillos de chefs? Probablemente. ¿Plumeros? Probablemente no. Una tasa de interés distorsionada [en este caso, artificialmente reducida] conduce a la gente a consumir demasiado, mientras que, al mismo tiempo, induce a los inversionistas a invertir en procesos de producción exageradamente largos.

He aquí un ejemplo. Necesitamos madera para reemplazar los pisos de nuestra casa de cien años de edad. Usted también necesita madera para construir casas nuevas (una inversión con etapas a largo plazo en su producción). También, si usted disfruta de un atardecer agradable alrededor de una chimenea, necesita madera para ello. Como lo indica Horwitz, uno de los problemas con el análisis austriaco es que no les brinda algo por hacer quienes formulan políticas y a aquellos a los que Adam Smith podría haber llamado los Hombres (y Mujeres) del Sistema, más allá de “Mantener sus manos para usted mismo pues probablemente tan sólo empeorará las cosas.” No es un mensaje que inspire o elogie a un aspirante a reformador.

La distorsión citada en la tasa de interés le manda a todo mundo una señal que induce al error acerca de cuánta madera existe en realidad. Los constructores piden dinero prestado para comprar madera para la construcción nueva. Personas como yo (podríamos) pedir dinero prestado o reducir el saldo en nuestros ahorros para rehacer los pisos. Al ser menos atractivo el ahorro ante una tasa de interés más baja, la gente puede escoger consumir más comprando leña para el fuego para aquellas tardes frías del invierno. El problema es que, si los precios no cambian inesperadamente, no hay suficiente madera y no existen suficientes factores de producción complementarios que satisfagan a todo mundo. Los precios cambiantes revelarán que el cálculo monetario de alguien -su “medición de pérdidas o ganancias prospectivas y del pasado”- habría sido equivocado.

Al ser esta una reseña, tengo que pasar cierto tiempo escogiendo algunas de las imperfecciones del libro. No brinda una gran teoría unificadora de todo y me sorprendió un poco que Horwitz incluyera tanta discusión acerca de los economistas austriacos, cuando en el podcast él dijo explícitamente que trató de minimizarlo. Probablemente yo estaba preparado para estar bien alerta acerca de eso, debido a un episodio del Cato Daily Podcast con Horwitz, en que él discutió el libro. También, habría sido muy útil obtener una exploración más amplia de la aplicación de las ideas austriacas que han sido superiores a aquellas de la corriente principal y las de otros enfoques heterodoxos (no obstante, para su crédito, Horwitz explora cómo las ideas austriacas han fundamentado el trabajo de la escuela de la Elección Pública y la “Escuela de Bloomington” de la laureada con el premio Nobel del 2009, Elinor Ostrom y su esposo Vincent. Finalmente, discute la ingeniosa explicación gráfica de la Teoría del Ciclo Austriaco de los Negocios de Roger Garrison (Roger Garrison’s ingenious graphical explanation of the Austrian Business Cycle Theory) (p.p. 144 y ss.) Habría sido muy agradable ver los gráficos incluidos en el libro. Por supuesto, él navega en las aguas procelosas del sistema de banca de reserva fraccionaria, la cual defiende ̶ esto, muy posiblemente, no va a convencer a gente que no piensa otra cosa más que los depósitos que no sean respaldados por reservas 100% en oro son fraudulentos.

En su esencia, la economía austriaca enfatiza los procesos sociales y las reglas, no tanto la gente que está actuando dentro del sistema. Es una manera de pensar acerca del mundo que no privilegia a reformadores sociales y grandes visionarios. Más bien, conduce a la conclusión de que los patrones de un orden social inteligible surgen de la compleja interacción de las acciones individuales ininteligibles de personas, en respuesta a unas pocas reglas relativamente sencillas acerca de derechos de propiedad e intercambio. Austrian Economics: An Introduction es un resumen muy útil y accesible de lo que conocemos acerca de este simple, pero poderoso, paradigma. Tanto maestros como estudiantes se beneficiarían consultándolo.

Art Carden es compañero sénior del American Institute for Economic Research. También es profesor asociado de Economía en la Universidad Samford, en Birmingham, Alabama.