Aquí en Costa Rica, las medidas ante el virus que efectúa el ministerio de Salud, y que sin duda tienen un impacto económico importante, son tomadas por la autoridad de ese ministerio a sugerencia de un grupo dentro de ese ente, en donde no hay economistas independientes externos que puedan aconsejar y advertir acerca de los impactos económicos.

¿DEBERÍA SER EL DR. FAUCI EL ZAR ECONÓMICO?

Por Ethan Yang

American Institute for Economic Research
30 de julio del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede verlo en https://www.aier.org/article/should-...economic-czar/

El Dr. Anthony Fauci posee una carrera tremenda y honorable en al ámbito de la medicina. Ha servido como director del Instituto Nacional para las Alergias y las Enfermedades Infecciosas y ha aconsejado a múltiples presidentes de Estados Unidos. Él ha visto al país atravesar una cantidad de pandemias, como el HIV/AIDS, Ebola, Zika, y ahora el COVID-19.

El American Institute for Economic Research (AIER) ha cubierto extensamente al COVID-19, en particular las devastadoras consecuencias económicas que han resultado de las políticas draconianas de cierres y de la histeria impulsada por los medios. Ciertamente, el Dr. Fauci es un profesional médico tremendo. A menudo, es alabado (praised) por su habilidad para mantener a la política alejada de la salud pública. Se le conoce por hacer su comentario sin sesgos y directo acerca de asuntos que tienen que ver con la salud de la nación.

El problema es cuando Fauci empieza a desviarse hacia el reino de la política pública, que es inherentemente político. No existe tal cosa como una solución no política cuando la fuerza del estado está involucrada. En particular, ha hecho abundantes declaraciones (statements ) acerca de cómo él siente que debería manejarse la economía. Ya se trate de la puesta en práctica de medidas de cuarentena o de hacer comentarios acerca de cuál momento que él siente es el apropiado para “reabrir la economía,” el Dr. Fauci, ya sea implícita o explícitamente, ha hablado acerca de asuntos de política económica.

Todavía más, muchos expertos de salud pública han ido aún más lejos, al firmar una carta en la que hacen demandas explícitas para que se restablezcan las medidas de cuarentena (resetting lockdown), volviendo a cerrar “negocios no esenciales,” prohibiendo viajes interestatales, ordenando el uso de mascarillas y muchas otras ideas pésimas. No sólo las políticas que ellos impulsan están fuera del ámbito de la investigación científica o médica, sino que, también, en general, son sólo malas ideas, sin base para su aplicación en el mundo real.

Estas sugerencias no sólo vienen desde una posición de tremendo privilegio y aislamiento ante las consecuencias de sus políticas, sino que, claramente, están fuera de la experticia de la salud pública.

A pesar de lo anterior, nada en este comentario debería interpretarse como que sugiere que uno necesita de un título o antecedentes extensos para poder comentar acerca de la economía o de cualquier otro tema. Las ideas deberían ser enfrentadas con base en sus méritos, no en las cualidades del portavoz. Académicos de AIER, como Phil Magness, rutinariamente se ocupan y critican los modelos fallidos de los epidemiólogos por medio del uso de la razón, así como por el conocimiento interdisciplinario. Al final de cuentas, si el Dr. Fauci y otros en el campo médico quieren entrar en la arena de la política y la economía, son libres de hacerlo. Sin embargo, también deberían entender que el conocimiento médico no es suficiente como para hacer políticas que sean apropiadas para manejar una sociedad.

EVALUANDO LAS IDEAS DE FAUCI

El Dr. Fauci ha hecho una serie de recomendaciones que, sin duda, caen en el ámbito de la política económica. El punto más obvio que él suele formular es acerca del uso continuado de medidas de cuarentena. Él no sólo aboga por tales políticas, sino que, también, comenta acerca de temas específicos, como cuánto tiempo piensa él que deberían estar cerrados los negocios, de la efectividad general de las cuarentenas y lo que piensa acerca de las concesiones económica mutuas.

Ante un comité del Congreso, Fauci comentó (remarked) que,

“Yo serví a seis presidentes y nunca he hecho otra cosa que decir la evidencia científica exacta y hacer recomendaciones de políticas basadas en la ciencia y la evidencia.”

Aunque no hay nada malo con tener un experto en quien se confía como Fauci, haciendo comentarios acerca de asuntos de importancia médica, también, él debe reconocer las limitaciones de su juicio. Nadie está en posición de entender todas las partes que se mueven en una sociedad, en especial en el nivel federal. Esta es fundamentalmente la razón por la que muchos economistas están a favor de los mercados libres y no del mando y control gubernamental. El gobierno no está en una posición de esta micro administrando, tanto física como filosóficamente, las vidas de las personas desde una lejanía de 3.000 millas. Esto se debe a que hay concesiones mutuas y consecuencias que muy a menudo no son vistas por quienes hacen las políticas, pero que sí son sentidas por aquellos en el micro nivel.

Cuando Anderson Cooper de CNN le preguntó a Fauci si “¿tiene sentido para él que algunos estados todavía no estén emitiendo órdenes de quedarse en cada?” Fauci replicó (replied ),

Yo no entiendo por qué eso no está sucediendo. Como lo dijo usted, la tensión entre las órdenes federales versus los derechos de los estados es algol en lo que yo no quiero involucrarme, pero, cuando usted ve lo que está pasando, no entiendo por qué no estamos haciendo eso. Realmente deberíamos hacerlo.”

Debería ser que algunos ceños de frunzan cuando alguien en los niveles más altos del gobierno no entiende por qué algunos estados serían reacios a poner, en esencia, a todos sus ciudadanos bajo arresto en casa. Esa política no sólo viola la consciencia de la libertad estadounidense y la noción de una sociedad libre, sino que, también, su efectividad es cuestionable (questionable). Aún más, hay un número de países y estados que no introdujeron cuarentenas (didn’t lock down), que han mostrado ya sean resultados similares o mejores, que aquellos que sí lo hicieron. El caso en favor de las órdenes de quedarse en casa no sólo carece de evidencia clara acerca de su efectividad, sino que, también, trae una plétora de concesiones mutuas horrendas.

En términos más generales, las medidas de quedarse en casa y de cuarentena han devastado económicamente al país. Los negocios están cerrando, las vidas están siendo destruidas y las comunidades están siendo despojadas de vida. La Asociación Estadounidense de Fisiología advierte (warns ) que los efectos de las cuarentenas y el distanciamiento social conducirán a resultados adversos en la salud mental de incontables estadounidenses. El abuso de sustancias, la violencia doméstica y los suicidios, todos, está aumentando, en parte debido a la devastación social y económica que aquellas políticas han traído sobre la sociedad.

Nunca ninguna sociedad se ha construido micro administrando las vidas de las personas y relegando la agencia de los individuos a la voluntad de expertos. Rompiendo las barreras sociales y limitando al gobierno fue como liberamos el potencial humano. El potencial para construir civilizaciones prósperas, capaces de erradicar la enfermedad y asegurar que los más vulnerables sean protegidos.

Tal desprecio e incomprensión de estos principios es reminiscente de los experimentos de gobiernos grandes en el siglo XX. Las medidas de quedarse en casa y otros cierres poseen una similitud preocupante con el mundo feliz del gobierno omnipotente. En donde la sociedad no es más que un campo para experimentos de las teorías y egos de expertos. Así que, tal vez, Fauci está dejando pasar algo, al decir que no entiende por qué más estados no han puesto en marcha órdenes de quedarse en casa.

Cuando se le preguntó acerca de cuándo un país podía empezar a reabrir su economía, respondió diciendo ( saying),

“Esperamos que, a fin de mes, podamos ver a nuestro alrededor y decir, OK, ¿existe algún elemento aquí para que con cuidado y cautela podamos empezar a echar para atrás? Si es así, hágalo. Si no, entonces, sólo continúe atrincherado.

El problema es que alguna gente no puede darse el lujo de quedarse “atrincherada.” Ya sea debido a la devastación económica que destruye a negocios grandes y pequeños, a la represión social que conduce al abuso de sustancias y al suicidio, o a una generación de estudiantes que queda por fuera de experiencias claves en el desarrollo de sus vidas, mantener cerrada a la economía no es tan sólo “atrincherarse.”

Hay consecuencias serias derivadas de políticas draconianas de cierres, y no parece que Fauci sea capaz de dar cuentas apropiadas de aquellas. En su momento, hay un punto en donde los costos sociales y económicos de cerrar la sociedad, compensan drásticamente los beneficios marginales de reducir las infecciones. Tal vez la única cosa que a Fauci le puede preocupar es reducir el número de casos de COVID-19, pero hay una plétora de otros problemas en la sociedad, algunos de los cuales son exacerbados por las decisiones que él endosó.

Todavía más, Fauci y otros expertos en salud pública pueden pensar que sus políticas funcionan con base en sus modelos de computador, pero, otra cosa totalmente distinta es cómo resultan cuando seres humanos reales están involucrados. Esta es la razón por la que alrededor del país, e incluso del mundo, vemos surgir protestas contra el cierre ( of anti-lockdown protests). La razón es muy sencilla, y es que las personas en su momento se cansan de ser arbitrariamente impedidas de vivir sus vidas. Tarde o temprano, llegará un límite en el que no sólo la gente no está dispuesta a obedecer políticas altamente restrictivas, sino que también ven como resultan destruidas las vidas de sus conciudadanos.

No obstante, Fauci no parece ignorar totalmente la devastación económica impuesta sobre aquellos que tienen que vivir bajo sus recomendaciones. En NBC, comentó (remarked) que,

“Yo sé que es difícil. Estamos sufriendo mucho y mucha muerte. Esto es inconveniente desde un punto de vista económico y personal, pero, nosotros sólo tuvimos que hacerlo.

La devastación económica y social (economic and social devastation) que se está dando es “inconveniente.” Las vidas de personas están siendo destruidas, las comunidades se están derrumbando bajo la bota de los cierres, y el tejido social de la nación está deteriorándose. El desarrollo de una generación de estudiantes está en peligro debido a las políticas de cierre de las escuelas, las que desatarán mucha mayor devastación, comparadas con las infecciones que ellas puedan prevenir. Gobiernos embriagados de poder, como la administración Cuomo en el estado de Nueva York, obligó a pacientes por el COVID-19 que ingresaran a asilos de ancianos, a la vez que les impedía a estos conducir pruebas adicionales. A todo esto se añade que es posible que todo ello podría haberse evitado, cuando resulta que los modelos epidemiológicos (epidemiology models ) usados como base de esas decisiones, eran incontroladamente incorrectos.

El Dr. Fauci dice que esto es simplemente “inconveniente” y que “nosotros sólo tuvimos que hacerlo.” Eso le debería decir a usted todo lo que necesita saber acerca qué tan sintonizado está él con las consecuencias de sus propias ideas. Consecuencias en las que el entendimiento es necesario para tomar decisiones informadas acerca de la economía y la nación.

EL VEREDICTO

Tanto como no querría que mis ideas acerca del COVID-19 se excluyeran del discurso tan sólo debido a restricciones arbitrarias basadas en títulos y certificaciones, yo no le haría lo mismo a Fauci en asunto de economía. Después de todo, ¿quién debería ser el árbitro de la opinión aceptable? Mejoramos cuando estamos en capacidad de implicarnos y escuchar soluciones provenientes de todos los tipos de perspectivas. Las ideas deberían juzgarse por sus méritos y no por las cualidades del portador. Aunque mucho critiqué los comentarios de Fauci acerca de la economía, algunas veces él dice cosas con las que estoy de acuerdo, como cuando dijo (said),

“Las órdenes de quedarse en casa que pretendían contener la diseminación del virus, podrían terminar causando un “daño irreparable” si se imponen por demasiado tiempo.”

También, dijo que (that ),

“Los Estados Unidos no necesitan más cuarentenas generalizadas para tener bajo control su brote del COVID-19 (COVID-19 outbreak).”

Como dice el cuento, incluso un reloj averiado está en lo correcto dos veces al día. Asimismo, estos comentarios parecen ser un poco contradictorios ante sus afirmaciones previas, pero, sin embargo, es agradable ver a Fauci entrar en razón.

En última instancia, no debería existir una barrera que descalifique a un individuo para que no comente acerca de la economía. Así como la respuesta al COVID-19 requiere del entendimiento y del insumo proveniente de una variedad de perspectivas, en mucho lo mismo vale para la economía política. El Dr. Fauci y expertos públicos como él tienen más que un derecho de expresar sus opiniones acerca de la economía. Que las tomemos o no en serio, es totalmente otro tema.

Ethan Yang se unió al American Institute for Economic Affairs (AIER) en el 2020 como pasante en la parte editorial y es graduado del Trinity College. Recibió un BA en Ciencia Política junto con una materia secundaria en Estudios Legales y Organizaciones Formales. Sirve actualmente como Coordinador de la Región Noreste de Estudiantes por la Libertad y como director del Centro para el Estudio de la Libertad Humana en el Trinity College. Previo a unirse al AIER, fue pasante en organizaciones como el American Legislative Exchange Council, en el Senado del estado de Connecticut y en el Cause of Action Institute.