LA EMERGENCIA ES REAL

Por el Equipo de AIER

American Institute for Economic Research
22 de junio del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede verlo en https://www.aier.org/article/the-emergency-is-real/

Con una furia asombrosa y sólo en pocos meses, vimos con asombro cómo muchos de los problemas subyacentes de Estados Unidos han hervido en formas que han causado un daño terrible a la libertad, prosperidad, estabilidad y paz social de este país.

Es una espantosa letanía: el surgimiento del extremismo político en la izquierda y la derecha, la defenestración de estatuas de George Washington, una prensa insanamente partidarista, un presidente que se ha calentado a ejercitar poder dictatorial sobre el comercio y la inmigración (y que alega haber salvado 4 millones de vidas poniendo al país en cuarentena), un Congreso que está botando millones de millones de dólares como si crecieran en los árboles, y una Fed que nuevamente se ha involucrado en los mercados financieros, a un grado nunca antes visto en su historia.

La arremetida ha sembrado una vasta confusión en el público acerca del camino a seguir. Alguna gente habla de socialismo. Otra acerca de medidas enérgicas, ley y orden. Cada lado de la división política quiere aplastar al otro inmisericordemente, como si alguna sociedad pudiera existir sin una tolerancia hacia diferentes puntos de vista. Usted pensaría, al ver todo esto desenvolverse, que este país nunca tuvo una experiencia con un sistema que funciona en libertad y con derechos para todos. Y, sin embargo, esa es precisamente la gran contribución que Estados Unidos le ha dado a la historia del mundo: demostrar que la libertad, la tolerancia, el gobierno limitado y el federalismo funcionan en la práctica.

La característica más inquietante del actual debate público es la suposición de que todos los problemas que existen requieren que el gobierno los resuelva. Esta actitud prevaleció ante la presencia de un nuevo virus. Hemos pasado un total de cien años en el país lidiando con los virus como asuntos médicos, no políticos. El registro histórico fue bueno: aprendimos cómo administrarlos bien.

Ese sistema fue derribado este año (con raíces en el error intelectual yendo hacia atrás al 2006 (dating back to 2006), cuando, por vez primera, George W. Bush tuvo la idea de imponer un plan en caso de un virus).

El resultado fue el siguiente documento publicado el 13 de marzo del 2020, pero claramente mapeado meses, si no es que años, antes. El documento “The U.S. Government COVID-19 Response Plan” [“Plan de Respuesta del Gobierno de Estados Unidos ante el COVID-19] (marcado con un “no para la distribución o revelación pública”) es nada menos que un plan al estilo centralizado soviético. Durante todos estos meses, este documento -no la Constitución, no nuestras tradiciones de libertad, no nuestras elecciones individuales y no nuestros derechos comerciales e incluso religiosos- se convirtieron en el documento que gobierna en los Estados Unidos de América.

El documento “The U.S. Government COVID-19 Response Plan” puede leerse y obtenerse en https://www.aier.org/article/the-emergency-is-real/

Cualesquiera fueran los problemas subyacentes en Estados Unidos antes de esta fecha, este plan central los exacerbó a todos ellos.

Un gobierno que se supone tiene el derecho de cerrar una economía y una cultura, y planificar toda la sociedad, incluso por un tiempo corto, está jugando con fuego, hasta el punto de abrir las puertas del infierno.

Noventa días después, encontramos que nuestra propiedad no es segura. Nadie está seguro. Las cuarentenas, más que cualquier otro factor individual, precipitaron ese desastre.

Y, a pesar de lo anterior, usted escucha a la clase política hablar acerca de esto y difícilmente encuentra una voz disidente. Incluso el presidente de Estados Unidos, inicialmente escéptico ante la idea de la cuarentena, ahora acredita a su decisión de asentir por haber salvado cuatro millones de vidas. Y ahora él se encuentra confundido de por qué sus números en las encuestas lo muestran tan débil.

Necesitamos desesperadamente un intelectual anti cuarentena y un movimiento cultural en este país, uno que rechace los planes centralizadores y coercitivos tanto de la izquierda como de la derecha. El documento arriba citado y puesto a su disposición nunca debería haber existido en un país libre. Hasta que no tengamos un liderazgo en todos los niveles de la sociedad, que esté dispuesto a condenar esas monstruosidades y, en vez de ello, celebrar los ideales bajo los que se fundó este país, la ciénaga de desastres en que nos encontramos, es muy posible que persista e incluso que empeore.

Hay esperanza en el futuro, pero no sin una proclamación basada en principios, de que nunca se pondrán en peligro los principios sagrados de la libertad y los derechos humanos. Ese es el camino para sanar a la nación.

El Equipo de AIER

El Institute for Economic Research (AIER), fundado en 1933, es una de las más antiguas y más respetadas organizaciones en el país, dedicadas a la investigación y promoción económica no partisana. Con un alcance e influencia global, AIER se dedica a desarrollar y promover las ideas de libertad pura y gobernabilidad privada, al combinar la investigación económica avanzada con una difusión mediática accesible y programas educativos, para cultivar un mejor y más amplio entendimiento de los principios fundamentales que permiten la paz y prosperidad alrededor del mundo.