“NO DESTRUYAN LAS VIDAS Y LA FORMA DE VIDA DE LA GENTE,” DICE EL DR. DAVID L. KATZ

Por Edward Peter Stringham

American Institute for Economic Research
29 de abril del 2020

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis y en azul, si es de su interés, puede verlo en https://www.aier.org/article/dont-de...-david-l-katz/

El Dr. David Katz es el director fundador del Yale-Griffin Prevention Research Center. Tiene estas letras después de su nombre: MD, MPH, FACPM, FACLM, un médico entrenado en epidemiología y salud pública y autor de 17 libros y numerosos artículos. También, él tiene cinco hijos. También, recientemente dedicó su tiempo voluntariamente a luchar contra el COVID-19, en un departamento de emergencias de un hospital en el Bronx, Nueva York.

Alguien debería darle un premio a este doctor. O muchos.

En marzo, él escribió un comentario muy importante en el New York Times, “Is Our Fight Against Coronavirus Worse Than the Disease?” [¿Es Nuestra Lucha contra el Coronavirus Peor que la Enfermedad?]

Soy de la opinión de que la mayoría de la gente que usted ve en los medios y en el gobierno tienen un entendimiento muy limitado, y, a menudo, bastante confuso, acerca de lo que están hablando. El argumento inicial de “tan sólo reduzcamos la expansión para que los hospitales no se vean saturados en el corto plazo,” ahora ha cambiado a un “ahora usted no puede trabajar por un período de tiempo indefinido.”

Así que, me complace mucho que podamos escuchar de este médico altamente exitoso en el espectáculo Real Time con Bill Maher, del 24 de abril del 2020.

He aquí algunos extractos en donde él elabora acerca de la necesidad de proteger a las personas vulnerables, de abrir la economía, de mantenerse saludable y de ayudar a la sociedad para que desarrolle la inmunidad de la comunidad:

“Lo que aplanar la curva hace es mantener a las personas alejadas entre sí ̶ y lejos del virus. Para que así el virus no se expanda. Pero, también, usted no cultiva inmunidad alguna si usted hace un trabajo realmente efectivo de encerrar a todos en sus sitios y prevenir la transmisión viral. Todavía existe algún potencial de nivel bajo para estar expuesto al virus en el mundo, pero pocos de nosotros obtenemos tal exposición. El minuto en que usted libera esas ataduras, y deja que la gente regrese al mundo, todos somos vulnerables. Así que, por ejemplo, la mayoría de los modelos sugieren que aplanar la curva tiene sentido en la Fase uno, para que usted no abrume los sistemas médicos.

Pero, usted tiene que tener una Fase dos. Si usted no hace la transición a la Fase dos, cuando usted libere las ataduras, el virus estará ahí afuera en el mundo esperando por usted. Todo mundo es vulnerable, y ese gran pico en dicho caso no lo es ̶ ese pico alto de muertes que usted estaba tratando de evitar, en realidad se presenta en una fecha posterior…

Si usted encierra a todos, usted destruye formas de vida, usted destruye empleos. Y, lo que yo estaba diciendo -lo que realmente no pensé era, mmm, controversial al inicio- es que realmente hay más de una forma en que esta situación daña a la gente, e incluso la mata, y todas esas formas son malas. Y hay más de una forma de proteger a la gente y salvarla, y todas ellas son buenas. Así que, una cosa que queremos hacer es mantener lejos de ese bicho malo a aquellos vulnerables a la infección severa, pero no queremos destruir las vidas de la gente y sus formas de vidas y sus medios para alimentar a sus familias…

Pienso que la gente pasa un momento difícil… para confrontarlo y aceptarlo; en realidad, casi que queremos que nos dé, y que termine este asunto, y ser inmune debido a ese es el camino para que todo esté claro, que no requiere que hagamos o tengamos que esperar por una vacuna ̶ que, optimistamente, está tan lejos como a 18 meses, pero podría durar mucho más…

Tal vez aquí hay una oportunidad verdadera para un momento “¡ahá!” estadounidense que está entre los extremos de la izquierda y la derecha, en donde lo que todos decimos es, “sí, en realidad queremos salvar tantas vidas como sea posible.” Y ̶ usted sabe una de las cosas interesantes, Bill [Maher, el entrevistador], es algo de -del lado izquierdo del espectro- de la ideología estatista, que parece ser tan resistente para, del todo, hablar acerca del desempleo y la economía. Pero, ese es el mismo campo que tiende a apreciar que la pobreza es el principal impulsor, por sí sola, de los malos resultados en salud. Los determinantes sociales de la salud son masivamente importantes. Así que, sabe usted, francamente 30 millones de personas desempleadas, que recae desproporcionadamente duro sobre la gente que menos puede soportar el desempleo ̶ quienes están en mayor riesgo de una alimentación insegura; quienes están en mayor riesgo de una depresión, adicción ̶ también todo eso es importante. Así que, tal vez, aquí existe una oportunidad para decir, ‘hey, aquí hay un camino intermedio que hemos estado descuidando. Es la salida de esta cosa, y conduce a la minimización del daño total. Queremos minimizar las muertes y los casos severos de la infección; también queremos minimizar las repercusiones ̶ el efecto sobre la salud ante el colapso de la sociedad y la ruina económica.’

Sólo quiero que la gente comprenda -de nuevo, soy un médico, trabajo en salud pública, estoy entrenado en epidemiología- en verdad todavía me parece que es lo que hice hace un mes cuando escribí mi pieza para el New York Times. Entre un 98 y un 99 por ciento de los casos de esta infección son leves. La mayoría de las personas ni siquiera parece saber que la tienen y eso es cierto incluso en un departamento de emergencias. Una pequeña porción de los casos es potencialmente severa, y eso, Bill, es lo que hace que sus puntos sean tan importantes: los casos severos ocurren en gente que es anciana y en gente que está enferma.

Ahora bien, estas dos cosas van juntas, pero, tristemente, en Estados Unidos, ellas también divergen; hay mucha gente joven con enfermedad coronaria, obesidad, diabetes tipo 2, hipertensión y, por lo general, son enfermedades del estilo de vida. Fui presidente del American College of Lifestyle Medicine; eso es lo que promovemos. El estilo de vida es una medicina, pues puede arreglar todo eso. He aquí algo interesante: las cosas que no podemos venderles a la gente -coma bien, ejercítese, no fume, no beba en exceso, duerma lo suficiente, administre su estrés- porque son una medicina tan potente. No lo podemos vender pues la cronología del daño es demasiado extensa. Usted sabe, en esencia, la enfermedad del corazón lo detiene en cámara lenta; la diabetes tipo 2 lo detiene en cámara lenta ̶ y su ADN está cableado para luchar o huir. Usted sabe, no es algo que me llegue en minutos o días, soy una especie de ciego ante ello. Bueno, el COVID le llega a usted en minutos y días y todo mundo está alarmado -y todas las mismas cosas son factores de riesgo- así que, lo que esencialmente ha hecho esta pandemia, es convertir a los pasivos crónicos de salud en Estados Unidos, en una amenaza aguda.

Y existe una oportunidad, una crisis de oportunidad para interesar en las mismas cosas que siempre hemos venido diciéndole a la gente que haga, para promover su salud a largo plazo, que, en realidad, fortifica su inmunidad contra el virus. Si usted empieza a comer óptimamente, si empieza a realizar actividad física en sus rutinas caseras, si usted duerme ahora lo suficiente ̶ eso puede afectar cómo funciona su sistema de inmunidad en horas, ciertamente en días, y muchísimo en un lapso de pocas semanas.

Nunca ha habido mejor momento en Estados Unidos para ser saludable. Si yo fuera uno de los mayores a cargo de este enredo, montaría una campaña nacional de promoción de la salud como parte de lo que hacemos, de una forma organizada. Vean, ahora todos estamos haciendo distanciamiento social, refugiados en casas, hagamos limonada de los limones: convirtamos esto en una oportunidad para ser saludables. Eso le protegerá en el corto plazo, lo ayudará a proteger a los suyos y, cuando todo esto haya pasado, seremos una nación más sana, por si fuera poco.

Edward Peter Stringham es presidente del American Institute for Economic Research, Profesor Davis de Organizaciones Económicas e Innovación del Trinity College, y editor del Journal of Private Enterprise. Es editor de dos libros y autor de más de 70 artículos, capítulos en libros y estudios de políticas. Su trabajo ha sido discutido en 15 de los 20 principales periódicos de Estados Unidos y en más de 100 estaciones de transmisión, incluyendo MTV. Stringham es huésped frecuente en BBC World, Bloomberg Television, CNBC y Fox. Rise Global califica a Stringham como uno de los 100 economistas más influyentes del mundo. Obtuvo su Licenciatura del College of the Holy Cross en 1997, su Doctorado de la Universidad George Mason en el 2002. Su libro Private Governance: Creating Order in Economic and Social Life, lo publica Oxford University Press.