ESPERANDO POR UN SUPERHOMBRE COMUNISTA: LAS RAÍCES INTELECTUALES DEL “HOMBRE NUEVO” SOCIALISTA

Por JW Rich

Fundación para la Educación Económica
Jueves 5 de marzo del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/waiting-for...ism-s-new-man/

Cuando el hombre nuevo comunista falló en aparecer, la fuerza fue la única herramienta que estuvo disponible.

En la búsqueda de una sociedad comunista, muchos autores marxistas-leninistas han escrito acerca del nuevo tipo de personas que crearía esa sociedad. Este nuevo ser humano tendrá un contraste marcado con el tipo de persona que existió en el sistema capitalista.

Una vez que se remueven las cadenas capitalistas, la humanidad se disparará a nuevas alturas, escribió (wrote) Leon Trotsky, el revolucionario soviético y teórico político:

“El hombre se esforzará por dirigir sus propios sentimientos, elevar sus instintos a la altura del consciente y hacerlos transparentes, dirigir su voluntad en las tinieblas del inconsciente. Por eso, se alzará al nivel más alto y creará un tipo biológico y social superior, un superhombre si queréis.” (Literatura y Revolución, 1924)

El Che Guevara, el revolucionario cubano, expresó la idea de “un hombre nuevo,” aún más sucintamente.

“Para construir el comunismo es necesario, en simultaneidad con las nuevas bases materiales, construir un hombre y una mujer nuevos,” escribió (wrote) Guevara en El Socialismo y el Hombre en Cuba.

Algunas veces, a esta visión se le menciona como el “Hombre Nuevo Comunista.” Usualmente este hombre nuevo es descrito como siendo de suma virtud, ética de trabajo y camaradería. Este tipo de hombre es un versión más elevada y plena del hombre que es oprimido bajo el feudalismo y el capitalismo.

El proceso mediante el cual este Homo Comunista vendrá lo expresa Trotsky como una especie de evolución, mediante la cual uno logra un dominio de sí mismo para convertirse en una forma de ser superior. Después de que se completa este proceso de dominio, arribará el hombre nuevo comunista.

“Las formas de su existencia adquirirán una cualidad dinámicamente dramática,” escribió Trotsky en Literatura y Revolución. “El hombre medio alcanzará la talla de un Aristóteles, de un Goethe, de un Marx. Y por encima de estas alturas, nuevas cimas se elevarán.”

Los resultados prometidos por Trotsky aún tienen que llegar a los países socialistas, pero esto significa que la idea haya sido abandonada. Por ejemplo, la publicidad que existía en la Unión Soviética está llena de las ideas de un tipo diferente de persona para un tipo distinto de sociedad. No obstante, se debe enfatizar un punto importante. La retórica alrededor del “Hombre Nuevo Comunista” siempre ubica el catalizador del cambio dentro del individuo. En otras palabras, el hombre nuevo surgirá a lo interno tan pronto como se establece el comunismo.

¿Sería este en verdad el caso? Hay razones para ser escéptico. Tan sólo uno necesita señalar los incontables abusos de los derechos humanos (the countless abuses of human rights) cometidos por los países socialistas y comunistas. El control y la coerción son ejercidos sobre la economía, la sociedad, y la vida cotidiana. La libertad se desintegra.

Importantemente, ningún argumento razonable se ha ofrecido vez alguna de por qué la naturaleza y las habilidades del hombre deberían ser súbitamente transformadas bajo el comunismo. Simplemente se asumió ser cierto por los marxistas y los leninistas. Y, cuando ningún Superhombre Comunista se apareció llenado las filas de la sociedad comunista, el molde de un hombre nuevo fue impuesto desde arriba.

La necesidad de un hombre nuevo no es una preocupación que encaran las sociedades basadas en la libertad individual y los derechos a la propiedad privada. La libertad no requiere que el hombre sea o haga algo para que la sociedad funcione. El orden social es creado por las personas que viven dentro de él, basadas en sus propios valores y principios. Una creación de abajo hacia arriba permite que los individuos florezcan, pues no existe coerción que obligue al hombre a actuar o comportarse en ciertas formas. Los individuos están de primeros.

Esta es la razón de por qué nunca existirá una retórica acerca del “Hombre Nuevo Capitalista.” En todo cambio hacia una sociedad libre, los individuos tienen la primacía. El objetivo es un orden social en donde se deja que los hombres y las mujeres sean libres.

Una sociedad socialista opera de forma opuesta a como lo hace una sociedad basada en la libertad. El orden social es creado desde arriba, con valores y principios impuestos a los de abajo. El hombre debe calzar dentro de esta sociedad. Si no lo hace, debe ser cambiado.

El enfoque marxista-leninista hacia la sociedad fracasa porque trata de recrear al hombre. Debe ser cambiado para poder crear esta nueva sociedad. Para crear un nuevo mundo, las piezas deben ser reconstruidas. El que el hombre puede y debe ser cambiado es dado por un hecho. Trotsky y Guevara nunca preguntaron si el “Hombre Nuevo Comunista” podía ser creado. Asumieron que, tan pronto como el hombre era liberado de sus cadenas capitalistas, esta evolución ocurriría automáticamente.

Cuando ningún Superhombre Comunista nuevo apareció abrazando la visión del estado (the state’s vision) de un colectivismo desinteresado, la fuerza fue la única herramienta que estuvo disponible. El hombre tenía que ser cambiado para que calzara dentro de la utopía colectivista, la que más bien se convirtió en un cementerio masivo (a mass graveyard).

De forma retorcida, hay un grano de verdad en el concepto del “Hombre Nuevo Comunista.” De hecho, él existe, pero, en la realidad, este hombre nuevo es un humano subyugado. En pocas palabras, este hombre nuevo no es libre.

Por el contrario, el “Hombre Nuevo Capitalista” tiene su voluntad sujeta a nadie más que a sí mismo. Aunque pueda que él no se convierta en un Aristóteles, Goethe o Marx, al menos es libre de escoger.

JW Rich es un estudiante de economía en Charlotte, Carolina del Norte. Sus intereses son la economía, la historia del pensamiento económico y la filosofía. Usted puede leer sus trabajos aquí (here).