Entendiendo la diferencia esencial entre el amiguismo o “capitalismo de los amigotes” y el capitalismo.

EL CAPITALISMO: TOMAR LA DELANTERA Y MANTENERSE EN ELLA

Por Randall G. Holcombe

Independent Institute
Miércoles 29 de enero del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en azul y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://blog.independent.org/2020/01...staying-ahead/

Joseph Schumpeter describió al capitalismo como un proceso de destrucción creativa y un sistema económico que siempre está cambiando, que nunca es estático. Llamó al capitalismo un proceso evolutivo y dijo que la empresariedad es el motor que mantiene a la economía avanzando. En una economía capitalista, la gente sale adelante al ser empresaria: buscando maneras de crear valor para otros.

En una economía capitalista, la gente adquiere recursos y construye su riqueza por medio del intercambio voluntario. Nadie está obligado a realizar transacciones en un mercado, así que, salir adelante, significa crear valor para otros, de forma que esos otros quieran comprar lo que les quieren vender aquellos que buscan salir adelante. Los empresarios son los creadores que salen adelante atrayendo a otros para que comercien con ellos, pues ofrecen más valor que el que los compradores pueden encontrar en cualquier otro lado.

Este proceso de innovación crea nuevas oportunidades, pero destruye las viejas. Los automóviles desplazaron a los vagones tirados por caballo, los teléfonos desplazaron al telégrafo y las computadoras personales desplazaron a las computadoras centrales. Ahora, las tabletas y los teléfonos están desplazando a las computadoras personales.

Los innovadores prosperan en los mercados libres pues los mercados libres permiten que tenga lugar esta destrucción creativa ̶ permite a esos innovadores salir adelante.

Una vez que los individuos toman la delantera, quieren mantenerse allí y las fuerzas de la destrucción creativa tienen diferentes implicaciones para aquellos que quieren mantenerse adelante, en comparación con aquellos que quieren sacar ventaja. Quienes quieren tomar la delantera son los creadores. Aquellos que quieren mantenerse adelante buscan evitar ser víctimas de la creación destructiva.

Hasta los empresarios más exitosos son proclives a usar parte de su riqueza para comprar influencia política, de forma que puedan ganar una ventaja comparativa que los beneficie directamente, por medio de políticas gubernamentales, y eso ubica barreras al frente de rivales potenciales. Aquellos que quieren permanecer en la delantera ven a los mercados como una amenaza para sus posiciones actuales.

Los que quieren mantenerse a la cabeza buscan exenciones tributarias, subsidios, regulaciones que afectan a competidores potenciales y barreras arancelarias que limitan la competencia externa. Quienes quieren permanecer adelante proponen políticas que transforman al capitalismo de libre mercado en capitalismo de los amigotes.

Schumpeter observó con claridad esta amenaza. Él preguntó, “¿Puede sobrevivir el capitalismo? No, no creo que pueda.” Señaló que aquellos que más se beneficiaron del capitalismo -aquellos que están tratando de mantenerse en la delantera- no actúan en apoyo del capitalismo.

Rara vez, empresas exitosas usan su influencia para pedirle a la legislatura que haya mercados más libres. En vez de eso, piden para sí beneficios para los intereses especiales, que les den ventajas ante rivales potenciales; aquellos que están tratando de permanecer en la delantera tratan de socavarlos.

¿Puede sobrevivir el capitalismo? Si aquellos que están tratando de salir adelante tienen más influencia sobre las políticas públicas, que aquellos que están tratando de conservar la delantera, podría haber esperanzas. Un problema es que, quienes están tratando de conservarse adelante, tienen mayor influencia que aquellos que están tratando de desplazarlos.

En una economía lo suficientemente empresarial, puede haber una masa crítica de individuos luchando por salir adelante, que puede prevalecer sobre aquellos que están tratando de conservarse adelante. Pero, entre más exitosos sean los capitalistas amigotes del poder gubernamental, menos empresarial será la economía. El amiguismo conduce a más amiguismo. Cualquier esperanza yace en mermar los intereses especiales, antes que lleguen a estar firmemente arraigados.

Randall G. Holcombe es Compañero Investigador en el Independent Institute, profesor de economía DeVoe Moore en Florida State University, y autor del libro del Independent Institute, Liberty in Peril: Democracy and Power in American History.