Cuando una gobernante es una estadista, con mayor atención deben leerse sus pensamientos.

LAWRENCE W. REED-MARGARET THATCHER: 20 DE SUS MEJORES CITAS

Por Lawrence W. Reed

Fundación para la Educación Económica
Sábado 8 de febrero del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/margaret-th...r-best-quotes/

En 1979, la Dama de Hierro asumió el mandato de un país desgarrado por huelgas sindicales, atormentado por la estanflación y agotado por décadas de un estado niñera.

Este otoño marcará 30 años desde que Margaret Thatcher dejó el 10 Downing Street [residencia gubernamental en Londres, Gran Bretaña] como la primera mujer y la primer ministro británica con el mayor tiempo como servidora del siglo XX. ¡Qué mandato fue ese!

UNA VISIÓN DE “HÁGALO USTED MISMO”

En 1979, la Dama de Hierro asumió el mandato de un país desgarrado por huelgas sindicales, atormentado por la estanflación y agotado por décadas de un estado niñera. Gran Bretaña luchaba en todos los frentes como el enfermo de Europa. Mayoritariamente, Thatcher no propuso arreglar los grandes problemas por medio de retoques pequeños, como lo estaban sugiriendo otros políticos cobardes y sin principios. Ella propuso, en sus palabras, “echar para atrás las fronteras del estado” (roll back the frontiers of the state). Quería revitalizar al país, restaurando una cultura de empresariedad y respeto por la propiedad privada. Ella le recordó estos objetivos a la nación durante su segundo de tres términos, cuando declaró que,

“Llegué al cargo con una intención deliberada: cambiar a Gran Bretaña desde una sociedad dependiente a una autosuficiente -desde ‘una de démelo a mí’, a una nación de ‘hágalo usted mismo.’ Una Gran Bretaña de ‘levántate y anda’, en vez de una de ‘esperemos aquí sentados.’”

Mujer de convicciones, pensó que los sin principios en el gobierno merecían caer, pues estaban temerosos de asumir una posición. Ella estaba más interesada en hacer lo que pensó era lo correcto, en vez de lo que era políticamente aceptable, como lo evidenció esta declaración bien conocida: “Para mí, consenso parece ser el proceso de abandonar todas las creencias, principios, valores y políticas, en busca de algo en lo cual nadie cree, pero que nadie objeta.”

En una reunión de política en una ocasión, ella, famosamente, sacó de su bolso una copia del libro de F.A. Hayek, Los Fundamentos de la Libertad, lo lanzó sobre la mesa y declaró, “¡Esto es en lo que creemos!” En otra ocasión, ella hizo ver que

“Los marxistas se levantan temprano en la mañana para promover su causa. Debemos levantarnos aún más temprano para defender nuestra libertad.”

Ella desafió la sabiduría convencional acerca del “techo de cristal” que encaraban las mujeres en la política británica. Y ella entendió los asuntos que encaraba la gente común y corriente, haciendo ver, en una entrevista en 1971, que “Yo empecé la vida con dos grandes ventajas: sin dinero y con buenos padres.”

DESREGULACIÓN Y PROGRESO

Dolorosamente al principio, sus políticas sacaron al país desde su desánimo hacia una nueva era de progreso y confianza. Sus once años en el puesto más alto de Gran Bretaña mostraron que, un programa vigoroso de privatización, desregulación y reducción de impuestos, es un antídoto efectivo contra el colectivismo desastroso. Era crecientemente escéptica de la Unión Europea, en parte debido a la inclinación de la Unión hacia la burocracia y la regulación, y, en parte, debido al esfuerzo de la Unión Europea por homogeneizar las características que hacían especial a cada país.

Thatcher murió en el 2013, pero, si ella hubiera vivido otros siete años, muy posiblemente estaría dando vítores por el Brexit, que, por fin, se dio el mes pasado. Ella le dijo a la Cámara de los Comunes en 1991, “Nuestra soberanía no viene de Bruselas ̶ es nuestra por derecho y por herencia.” En su libro del 2002, Statecraft: Strategies for a Changing World, ella afirma que:

“’Europa’ en cualquier otro sentido distinto al geográfico, es una construcción totalmente artificial. Del todo no tiene sentido agrupar a Beethoven y Debussy, Voltaire y Burke, Vermeer y Picasso, Notre Dame y St. Paul, carne hervida y bouillabaise, y exhibirlos como elementos de un musical ‘Europeo’, una realidad filosófica, artística, arquitectónica o gastronómica. Si Europa nos encanta, como tan a menudo me ha encantado, es precisamente por sus contrastes y contradicciones, no por su coherencia y continuidad.”

Por supuesto que ella no era perfecta, y llegó a compromisos cuando sintió que tenía que hacerlo. Pero, estaba en lo correcto en la visión general, en especial acerca de los males del socialismo y las virtudes de la libertad. Como escribí en este tributo en el 2013, en el momento de su fallecimiento, titulado “Ugliness from Ugly Ideas”:

“[L]os socialistas la odiaban pues se les plantó, cuestionó su falsa compasión y se atrevió a exponer al estatismo como el culto sinsentido y deshumanizante que es. Ella retóricamente arrancó al guante de seda del puño de hierro y habló del socialismo (socialism) del estado de bienestar como un lobo disfrazado de oveja. Estas son las cosas que los adoradores del estado no pueden tolerar.”

Al desarrollarse este año de elección presidencial en los Estados Unidos, no puedo más que imaginar qué pensaría Margaret Thatcher de nuestros políticos y sus promesas. Sin duda que denunciaría los malos hábitos de gasto y endeudamiento bipartitos de Washington. No obstante, pienso que guardaría un desprecio especial hacia aquellos demagogos compradores de votos, quienes trafican con la lucha de clases y el socialismo de cualquier tipo. Fácilmente me la puedo imaginar regañando a Bernie Sanders en términos tales como,

“Ya hemos intentado todo lo que usted está promoviendo y que falló lamentablemente. Crezca, busque un trabajo de verdad por variar y ¡aprenda algo de la historia y de la economía!”

SUS PENSAMIENTOS ACERCA DEL SOCIALISMO

No obstante, no tiene por qué creer en mi palabra. Ofrezco aquí algunos de los comentarios más incisivos de Margaret Thatcher acerca del socialismo, al cual algunos estadounidenses parecen atraídos en estos días. Ellos se extienden durante décadas de la vida pública de ella:

1. “Es bueno recordar cómo se ha ganado nuestra libertad en este país ̶̶ no por medio de grandes campañas abstractas, sino por objeciones de hombres y mujeres comunes a que el Estado les quite su dinero. En los primeros días, las personas se unieron y le dijo al entonces Gobierno: ‘No tomarás nuestro dinero antes que hayas reparado en nuestras quejas.’ Fue su dinero, su riqueza, lo que fue la fuente de su independencia contra el Gobierno.”

2. “La razón filosófica por la cual estamos contra la nacionalización de la empresa privada es porque creemos que el progreso económico proviene de la inventiva, capacidad, determinación y del espíritu pionero de hombres y mujeres extraordinarios. Si no pueden ejercer ese espíritu aquí, se irán lejos a otro país de libre empresa, el que después tendrá más progreso económico que nosotros. Deberíamos, de hecho, alentar a las pequeñas firmas y pequeñas empresas, pues es tremendo el grado en que la innovación llega a través de estas compañías.”

3. “Fui atacada por luchar una acción de retaguardia en defensa de los ‘intereses de la clase media.’ …Bueno, si los ‘valores de la clase media’ incluyen el fomento de la variedad y la elección individual, la provisión de incentivos justos y recompensas por habilidades duras en el trabajo, el mantenimiento de barreras efectivas contra el poder excesivo del Estado y la creencia en la amplia distribución de la propiedad privada individual, entonces, ciertamente, son lo que estoy tratando de defender. Esta no es una lucha por el «privilegio»; es una lucha por la libertad ̶ libertad para todos los ciudadanos.”

4. “Nuestro desafío es crear el tipo de fondo económico que permita que la iniciativa privada y la empresa privada prosperen en beneficio del consumidor, el empleado, el pensionista y la sociedad en general… Creo que debemos juzgar a las personas por méritos y no por los antecedentes. Creo que la persona que está preparada para trabajar más duro debería obtener las mayores recompensas y conservarlas después de impuestos. Que deberíamos respaldar a los trabajadores y no a los haraganes: que no solo es permisible, sino loable, querer beneficiar a su propia familia por sus propios esfuerzos.”

5. “Tengo una creencia profunda ̶ de hecho, una ferviente fe, en las virtudes de la autosuficiencia y la independencia personal. En ellas se funda todo el caso de la sociedad libre, en la afirmación de que el progreso humano se logra mejor al ofrecer el alcance más libre posible para el desarrollo de los talentos individuales, calificados solo por el respeto a las cualidades y la libertad de los demás… Durante muchos años ha habido una sutil erosión de las virtudes esenciales de la sociedad libre. Se ha despreciado la autosuficiencia, como si fuera una absurda pretensión suburbana. El ahorro se ha denigrado, como si fuera avaricia. El deseo de los padres de elegir y luchar por lo que ellos mismos consideraban como la mejor educación posible para sus hijos, ha sido despreciado.”

6. “No creo, a pesar de todo esto, que la gente de este país haya abandonado su fe en las cualidades y características que los hicieron un gran pueblo. Nada de ello. Todavía somos las mismas personas. Todo lo que sucedió es que hemos perdido temporalmente la confianza en nuestra propia fuerza. Hemos perdido de vista las banderas. Las trompetas han emitido un sonido incierto. Es nuestro deber, nuestro propósito, levantar esas banderas en alto, para que todos puedan verlas, hacer sonar las trompetas clara y audazmente, para que todos puedan escucharlas. Entonces, no tendremos que convertir a las personas a nuestros principios. Simplemente se unirán a los que realmente son suyos.”

7. “Nunca dejaré de luchar. Me refiero a este país para sobrevivir, prosperar y ser libre… No he luchado contra las fuerzas destructivas del socialismo en más de veinte años para detenerme ahora, cuando la fase crítica de la lucha está encima de nosotros.”

8. “¿Cuáles son las lecciones que hemos aprendido durante los últimos treinta años? Primero, que la búsqueda de la igualdad en sí misma es un espejismo. Lo que es más deseable y más práctico que la búsqueda de la igualdad, es la búsqueda de la igualdad de oportunidades. Y la oportunidad no significa nada, a menos que incluya el derecho a ser desigual y la libertad de ser diferente. Una de las razones por las que valoramos a las personas no es porque sean todas iguales, sino porque son todas diferentes. Creo que usted tiene un dicho en Oriente Medio: ‘No talen las amapolas altas. Más bien, dejen que crezcan a las alturas.’ Diría que dejemos que nuestros hijos crezcan altos y algunos más altos que otros, si tienen la capacidad de hacerlo. Pues debemos construir una sociedad en la que cada ciudadano pueda desarrollar todo su potencial, tanto para su propio beneficio como para la comunidad como un todo, una sociedad en la que la originalidad, la habilidad, la energía y el ahorro son recompensados, en la cual estimulamos, en vez de restringir, la variedad y la riqueza de la naturaleza humana.”

9. “Permítame darle mi visión. El derecho de un hombre a trabajar como lo desea, para gastar lo que gana en poseer propiedades, para tener al Estado como sirviente y no como amo, esta es la herencia británica. Son la esencia de una economía libre. Y de esa libertad dependen todos los demás.”

10. “Algunos socialistas parecen creer que las personas deberían ser números en una computadora estatal. Creemos que deberían ser individuos. Todos somos desiguales. Nadie, gracias a Dios, es como cualquier otra persona, por mucho que los socialistas puedan fingir lo contrario. Creemos que todos tienen derecho a ser desiguales, pero, para nosotros, todo ser humano es igualmente importante.”

11. “Los socialistas nos dicen que hay ganancias masivas en una industria en particular y que no deberían ir a dar a los accionistas ̶ sino que el público debería cosechar los beneficios. ¿Beneficios? ¿Qué beneficios? Cuando se toma en propiedad pública una industria rentable, las ganancias pronto desaparecen. El ganso que puso los huevos de oro se enclueca. Los gansos estatales no son grandes ponedores. La industria del acero se nacionalizó hace algunos años en el interés público, pero, el único interés que ahora le queda al público, es ser testigo del deprimente espectáculo de su dinero yéndose por el desagüe a un ritmo de un millón de libras al día.”

12. “Hay otros quienes advierten no sólo de la amenaza externa, sino de algo más insidioso, no fácilmente percibido, algo que está pasando aquí en casa. ¿A qué es lo que están apuntando? Están apuntando a la expansión constante e implacable del Estado socialista. Hoy ninguno de nosotros diría que la mayoría de los socialistas está inspirada por otra cosa más que ideales humanitarios y bien intencionados. Al mismo tiempo, pienso que pocos negarían que han creado un monstruo que no pueden controlar. Crecientemente, inexorablemente, el Estado, que los socialistas han creado, se está haciendo más aleatorio en la justicia social y económica que busca dispensar, más sofocante en su efecto sobre las aspiraciones e iniciativas humanas, más políticamente selectivo en su defensa de los derechos de los ciudadanos, más gigantesco en su apetito y más desastrosamente incompetente en su desempeño. Sobre todo, representa una amenaza creciente, aunque involuntaria, para la libertad de este país, ya que no hay libertad en donde el Estado controla totalmente la economía. La libertad personal y la libertad económica son indivisibles. No puedes tener uno, sin el otro. No se puede perder uno, sin perder al otro.”

13. “Una de nuestras prioridades principales y continuas cuando somos devueltos al cargo, será restablecer las libertades que los socialistas han usurpado. Que ellos aprendan que no es función del Estado poseer lo más posible. No es función del Estado agarrar todo lo que pueda. No es función del Estado actuar como maestro de ceremonias, restallar el látigo, dictar la carga que todos debemos llevar o decir qué tan alto podemos subir. No es función del Estado garantizar que nadie suba más alto que cualquier otro. Toda esa es la filosofía del socialismo. La rechazamos por completo, pues, no importa qué tan bien intencionada sea, sólo conduce en una dirección: a la erosión y finalmente la destrucción del estilo de vida democrático.”

14. “No existe tal cosa como un socialismo ‘seguro’. Si es seguro, no es socialismo. Y si es socialismo, no es seguro. Las señales del socialismo apuntan cuesta abajo hacia menos libertad, menos prosperidad, cuesta abajo a más confusión, más fracaso. Si los seguimos a su destino, conducirán esta nación a la bancarrota.”

15. “El éxito económico del mundo occidental es producto de su filosofía y práctica morales. Los resultados económicos son mejores pues la filosofía moral es superior. Es superior porque comienza con el individuo, su singularidad, su responsabilidad y su capacidad elegir. Seguramente esto es infinitamente preferible a la filosofía socialista-estatista, que establece un sistema económico centralizado al que debe ajustarse el individuo, a quien subyuga, dirige y niega el derecho a la libre elección. La elección es la esencia de la ética: si no hubiera elección, no habría ética, ni bien, ni mal; el bien y el mal solo tienen sentido en la medida en que el hombre sea libre de elegir.”

16. “En nuestra filosofía, el propósito de la vida del individuo no es ser el sirviente del Estado y sus objetivos, sino aprovechar al máximo sus talentos y cualidades. El sentido de ser autosuficiente, de desempeñar un papel dentro de la familia, de tener posesión de la propiedad de uno, de pagar las cuentas, son parte de la base espiritual que mantiene una ciudadanía responsable y proporciona el fundamento sólido desde el cual las personas miran a su alrededor para ver qué más pueden hacer, por los demás y por sí mismos. Eso es lo que entendemos por sociedad moral; no una sociedad donde el Estado es responsable de todo y nadie es responsable del Estado.”

17. “Una vez que usted le brinda a la gente la idea de que todo esto puede ser hecho por el Estado, y que, de alguna manera, es segundo mejor o incluso degradante dejarlo en manos de personas privadas… entonces, empezará a privar a los seres humanos de uno de los elementos esenciales ingredientes de la humanidad ̶ la responsabilidad moral personal. En efecto, secará en ellos la leche de la bondad humana. Si permites que las personas entreguen al Estado toda su responsabilidad personal, llegará el momento -de hecho, ya está cerca- en que se verá que, lo que el contribuyente está dispuesto a proporcionar para el bien de la humanidad, es mucho menor de lo que el individuo solía estar dispuesto a dar por amor a su prójimo. Por lo tanto, no se sienta tentado a identificar la virtud con el colectivismo. Me pregunto si ¿los servicios estatales habrían hecho tanto por el hombre que cayó entre ladrones, como lo que el Buen Samaritano hizo por él?

18. “El capitalismo popular, que es la expresión económica de la libertad, está demostrando ser un medio mucho más atractivo para difundir el poder en nuestra sociedad. Los socialistas gritan ‘Poder para el pueblo’ y levantan el puño al decirlo. Todos sabemos lo que realmente significa ̶ poder sobre las personas, poder para el Estado. Para nosotros, los conservadores, el capitalismo popular significa lo que dice: poder a través de la propiedad del hombre y la mujer de la calle, dado con confianza con una mano abierta.”

19. “Creo que hemos pasado por un período en el cual a muchos niños y personas se les ha dado a entender ‘¡Tengo un problema, es el trabajo del Gobierno enfrentarlo!’ o ‘¡Tengo un problema, iré a buscar una subvención para solucionarlo!’ ‘Estoy sin hogar, ¡el Gobierno debe alojarme!’ y, por eso, están transmitiendo sus problemas a la sociedad y ¿quién es la sociedad? ¡No existe tal cosa! Son hombres y mujeres individuales y hay familias y ningún gobierno puede hacer nada, excepto a través de personas, y las personas primero se preocupan por ellas mismas. Es nuestro deber cuidarnos a nosotros mismos y, después, ayudar a cuidar a nuestro prójimo y la vida es un negocio recíproco y las personas tienen demasiado en mente a los beneficios, pero sin las obligaciones. No existe tal cosa como sociedad. Existe un tapiz de hombres y mujeres y de gente y la belleza de ese tapiz y la calidad de nuestras vidas dependen de en qué grado cada uno de nosotros está preparado para asumir su responsabilidad de sí mismos y que cada uno de nosotros esté preparado para darse vuelta y ayudar, con nuestros propios esfuerzos, a aquellos que son desafortunados.”

20. “Me propuse destruir al socialismo pues sentí que estaba en conflicto con el carácter de la gente. Fuimos el primer país del mundo en hacer retroceder las fronteras del socialismo, luego avanzar las fronteras de la libertad. Reclamamos nuestra herencia; la estamos renovando y llevando hacia adelante.”

Lawrence W. Reed es presidente emérito y compañero senior Familia Humphreys de la Foundation for Economic Education y autor de los libros Real Heroes: Incredible True Stories of Courage, Character, and Conviction y Excuse Me, Professor: Challenging the Myths of Progressivism. Follow on Twitter and Like on Facebook.