LOS IMPUESTOS EN LOS ESTADOS UNIDOS Y SUECIA SON LO MISMO EN CUANTO A REDUCIR LA DESIGUALDAD

Por Zilvinas Silenas

Fundación para la Educación Económica
Sábado 1 de febrero del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/us-and-swed...ng-inequality/

Ha llegado a ser una especie de sabiduría convencional, que los Estados Unidos son un mal país, debido a su desigualdad en el ingreso. Para corregir este supuesto mal, algunos demandan nada menos que una redistribución radical de la riqueza e incluso la imposición del socialismo.
Pero, en realidad, ¿son los Estados Unidos tan desiguales?

EL COEFICIENTE DE GINI

Una de las estadísticas usadas más a menudo es el coeficiente de Gini (Gini coefficient). Si todo mundo en el país tuviera el mismo salario (o ingreso, para ser precisos), entonces, el Gini sería cero ̶ había una igualdad perfecta del ingreso. Si sólo una persona hizo todo el dinero del país, entonces, el Gini sería igual a uno ̶ una perfecta desigualdad en el ingreso. Por fortuna, ningún país del mundo está en estos extremos; la mayoría de los países están en algún lado en medio de ellos.

Antes de pasar a los datos, quiero hacer un juicio de valor. Pienso que un país con perfecta desigualdad serían un lugar horrible, en donde todo mundo trabaja para beneficio de una sola persona ̶ una especie de colonia de hormigas, con una hormiga reina y hormigas obreras. También, pienso que una igualdad de ingresos perfecta sería igualmente un lugar horrible, en donde todo mundo recibiría lo mismo independientemente de su aporte. Una colonia de hormigas sin una reina, pero, no obstante, una colonia de hormigas.

Afortunadamente, los humanos no comparten una mentalidad de colmena. Somos individuos distintos, con diferentes habilidades, deseos, fortalezas y debilidades. Como uno de ellos, creo que una igualdad perfecta no solo no es realizable y contra productiva, sino indeseable. Llámeme individualista.

Aunque la gente puede estar en desacuerdo en los valores, los datos deberían ser más directos (énfasis en deberían).

LOS RESULTADOS VERDADEROS DE LA REDISTRIBUCIÓN

¿Son los Estados Unidos un país muy desigual en lo referente a la distribución del ingreso? Con un valor de 0.39, los Estados Unidos tienen uno de los más altos (one of the highest) coeficientes de Gini para el ingreso disponible, entre las naciones industrializadas de la OCDE, En comparación, el Reino Unido tiene 0.357, Israel 0.344 y Suecia 0.282 (todos son datos del 2017). Esto significa que, después de que todos los impuestos, son recaudados y los pagos por asistencialismo distribuidos, en efecto, la desigualdad en los Estados Unidos es superior.

Qué significa en realidad, una diferencia entre 0.39 y 0.282, es una discusión totalmente diferente. De si uno preferiría vivir en una choza, provisto que todos los demás vivieran en una choza o si uno preferiría vivir en una casa pequeña si todos los demás vivieran en casas más grandes, de nuevo, es un asunto de preferencia personal. (Sin embargo, apúnteme para una casa).

A pesar de lo anterior, esos números no responden por qué los Estados Unidos tienen mayor desigualdad que otros países. Si usted quiere sugerir que los impuestos son los responsables de ello, consideren estos datos.

El coeficiente de Gini para ingresos antes de impuestos y de pagos de bienestar, muestra una situación hipotética de lo que parecería la desigualdad del ingreso, si no hubiera impuestos y subsidios asistenciales. En Suecia, ese número sería 0.312, en el Reino Unido sería 0.392, en los Estados Unidos sería 0.434 y en Israel sería 0.391.

Estos datos sugieren que, aún si no hubiera impuestos y subsidios de bienestar, la desigualdad en el ingreso en los Estados Unidos sería aún más alta. ¿Por qué? Esa es una pregunta del billón de dólares.

Finalmente, comparar los dos números nos permite evaluar qué tanto la imposición y la redistribución reducen la desigualdad en el ingreso. Por favor, que suenen los tambores. Los impuestos y los pagos asistenciales reducen la desigualdad de los ingresos en Estados Unidos en 0.044, en 0.035 en el Reino Unido, en 0.047 en Israel y en 0.03 en Suecia.

En términos porcentuales, eso sería un 10 por ciento para los Estados Unidos, un 9 por ciento en el Reino Unido, en un 12 por ciento en Israel y en un 10 por ciento en Suecia. Para ponerlo en sencillo, según estos datos, los impuestos y los subsidios asistenciales en Estados Unidos reducen la desigualdad en el ingreso tanto como en Suecia.

Así que, si alguien lanza ese cuento de que “los impuestos en los Estados Unidos deberían ser como los de Suecia,” bueno, en este sentido, son iguales.

Por supuesto, la realidad es más compleja. Uno no debería llegar a conclusiones generales a partir de ocho piezas de datos. El asunto tiene numerosas otras dimensiones, consideraciones y salvedades, y los cuentos nunca resuelven cosa alguna. Pero, este es el estado actual de la discusión. Se trata de horquillas y antorchas o “dejen que coman pasteles,” ninguno de ellos ha resuelto cosa alguna.

Oh, y en caso de que su camino hacia Suecia involucra una cruzada contra los multimillonarios, recuerden que Suecia y Noruega tienen más multimillonarios (Sweden and Norway have more billionaires) per cápita que los Estados Unidos.
Pero, eso es toda otra historia.

Zilvinas Silenas llegó a ser presidente de la Fundación para la Educación Económica (FEE) en mayo del 2019. Entre el 2011 y el 2019 sirvió como presidente del Instituto Lituano de Libre Mercado (LFMI), llevando la organización y su mensaje de reforma de política económica de libre mercado, al frente del discurso público de Lituania. De hecho, en ese papel, él y el LFMI ganaron dos prestigiosos Premios a la Libertad Templeton (2014 y 2016) por el Índice de Ejecución Municipal y el libro de texto Economía en 31 Horas, actualmente usado por el 80% de los estudiantes de colegio de Lituania. Silenas se graduó de economista en la Universidad Wesleyan y en la Universidad ISM de Administración y Economía, y ha servido en numerosos roles en enseñanza y asesoría. Él y su esposa Rosita viven en Atlanta, en donde disfrutan de explorar la campiña, asistir a actividades sociales y la ocasional invitación a juegos de basquetbol.