No fumo pues es dañino, pero me opongo que se limite al que quiere fumar: allá él o ella, son su responsabilidad por sus acciones que sólo a él o a ella le afectan. Pero, este gobierno ya se dio cuenta de que, en otros países, el estatismo galopante piensa poner un impuesto al vapeo, una alternativa a fumar cigarrillos. De inmediato, quiere agarrar más plata con impuestos a los consumidores. Lo impactante de los estudios citados en el artículo aquí presentado, es, una vez más, el caso de las consecuencias no previstas: con el impuesto al vapeo, en lugar de reducir el consumo de nicotina, más bien terminaría estimulándolo. El camino al infierno está lleno de buenas intenciones.

IMPUESTO AL VAPEO, INCREMENTO EN EL FUMADO

Por Robert Verbruggen

National Review
3 de febrero del 2020


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://www.nationalreview.com/corne...rease-smoking/

Proveniente de un nuevo estudio (new study):

“Nosotros exploramos los efectos de impuestos a los cigarrillos electrónicos en ocho estados [de los Estados Unidos] y en dos grandes condados, acerca de los precios de los cigarrillos electrónicos, las ventas de cigarrillos electrónicos y las ventas de otros productos del tabaco. …Simulamos que, por cada cartucho estándar de cigarrillo electrónico (un dispositivo que contiene la nicotina líquida en los cigarrillos electrónicos) de 0.7 mililitros, que ya no más se compra, como resultado del impuesto a los cigarrillos electrónicos, el mismo impuesto incrementa los cigarrillos tradicionales que se compran en 6.2 paquetes extra.”

Un cartucho estándar de cigarrillo electrónico, se considera como equivalente al valor de uno o dos paquetes de cigarrillos en términos de nicotina. Y, por supuesto, en términos de peligro, consumir nicotina por la vía de cigarrillos es mucho peor. Y ese es un enorme hallazgo.

Honestamente, soy escéptico en cuanto al tamaño del efecto; sugiere que el vapeo no es sólo un sustituto al fumado, sino que reduce sustancialmente el consumo general de nicotina. Por supuesto, algunas personas usan el vapeo para dejar del todo a la nicotina, pero, su relativa seguridad puede también ocasionar que las personas vapeen más que lo que de otra forma ellas fumarían. Me cuesta creer que detener la venta de un cartucho estándar de cigarrillo electrónico hace que seis paquetes de cigarrillos salgan volando de los anaqueles.

Pero, la idea clave del hallazgo -que, en efecto, existe un alto grado de sustitución- es que su consistencia con otra investigación (other research) acerca de este tema, sin dejar de mencionar el sentido común y el testimonio de incontables anteriores fumadores. La guerra al vapeo no sólo atenta contra la libertad persona, sino que, también, causa más daño que bien.

Robert Verbruggen es escritor de políticas para el National Review. @raverbruggen