Ayer puse en mi muro de Facebook, lo que podría ser una primera parte de este tema del autor Corey Iacono. En esta ocasión, él agrega 5 mitos adicionales que, como lo dice, “simplemente se rehúsan a morir” y, agrego, que se repiten una y otra vez por cierta gente, aunque se les demuestren los errores de sus apreciaciones. ¿Será eso por terquedad? No lo creo. ¿Será eso por ignorancia? Tal vez, pero uno esperaría que después de obtener la información precisa y correcta, cambien de criterio. ¿Será eso por ideología? Posiblemente, pues esas cosas dogmáticas son difíciles de erradicar.

5 MÁS MITOS ECONÓMICOS QUE SIMPLEMENTE SE REHÚSAN A MORIR

Por Corey Iacono

Fundación para la Educación Económica
Miércoles 19 de noviembre del 2014


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/5-more-econ...just-wont-die/

Otra dosis de datos de la realidad del mercado libre.

¿Aún viendo memes en la Internet que están totalmente equivocados en cuanto a la economía? A menudo, las mismas aseveraciones anti mercado se repiten lo suficiente como para que sean consideradas como verdaderas. Desafortunadamente, esos mitos son más viejos que la Internet.

La era digital ofrece una mayor exposición de las falsedades, pero, también, nos da una herramienta poderosa para refutar los alegatos con una dosis de alfabetización económica. La teoría económica básica es suficiente para deshacer la mayoría de esa desinformación, pero, algunas veces, la gente necesita ver los datos antes de estar dispuesta a abrir su mente a la manera económica de pensar.

Mi artículo previo en la revista Freeman "5 Economic Myths That Just Won’t Die" [“5 Mitos Económicos que Simplemente no Mueren”] apenas raspó la superficie. He aquí cinco afirmaciones más de “conocimiento común,” que la evidencia empírica muestra que no son verdaderas.

MITO 1: LOS INMIGRANTES TOMAN LOS EMPLEOS ESTADOUNIDENSES Y REDUCEN LOS SALARIOS DE LOS ESTADOS UNIDOS.

En contra de la sabiduría convencional, que afirma que los inmigrantes reducen los salarios, una investigación acerca de la inmigración hacia Estados Unidos, efectuada por el National Bureau of Economic Research (NBER) mostró que la inmigración tiene un efecto neto positivo sobre el empleo de los naturales del país” [immigration has a positive net effect on native employment). Un estudio publicado por economistas alemanes acerca de la inmigración en países ricos (immigration in wealthy countries) mostró que los inmigrantes tienen un “impacto positivo sobre el PIB per cápita y un impacto negativo sobre el desempleo agregado, [así como sobre] las tasas de desempleo de los nacidos en el país y en el extranjero.” Según un análisis de la evidencia empírica de la inmigración sobre los salarios en Estados Unidos (empirical evidence on immigration and American wages) publicado por la Institución Brookings,

“Los economistas encuentran que, en promedio, los salarios previos de los inmigrantes [han] tendido a elevar los salarios estadounidenses. En efecto, los estudios han mostrado que la inmigración ha generado ganancias positivas, pero pequeñas, en los salarios de trabajadores nacidos en los Estados Unidos (immigration has caused small but positive gains in wages of American-born workers), que varían entre un 0.1 por ciento y un 0.6 por ciento entre 1990 y el 2006.”

Muchos alegan que los inmigrantes vienen al país anfitrión a tomar ventaja de los beneficios del asistencialismo, lo que, en última instancia, le cuesta una fortuna al gobierno. Sin embargo, un análisis de la Universidad de Harvard acerca de la evidencia empírica de los impactos económicos de la inmigración (economic impacts of immigration), encontró que “en promedio, los inmigrantes parecen tener un efecto fiscal neto positivo pequeño para los países anfitriones.” Para dar un ejemplo específico, a pesar del extenso estado asistencial de Suecia, un estudio reciente encontró que, en el neto, las contribuciones fiscales de inmigrantes rumanos y búlgaros (fiscal contributions of Romanian and Bulgarian immigrants) fueron “substancialmente positivas.”

MITO 2: LAS CORPORACIONES MULTINACIONALES ESTÁN ENVIANDO AL EXTERIOR A NUESTROS EMPLEOS.

Este argumento típicamente proviene de la masa anti globalización. Desde su punto de vista, las empresas envían los empleos al exterior, hacia países en donde ellas pueden tratar a sus trabajadores como animales y pagarles apenas para que sobrevivan. La implicación de esas creencias es que el comercio debería restringirse para beneficio, tanto de los trabajadores nacidos en el extranjero, que están siendo explotados, como los trabajadores nativos, cuyos empleos están siendo exteriorizados.

Pero, esta visión del mundo carece de un componente crucial: evidencia. La mayoría de la gente simplemente toma como cierto que, un empleo estadounidense llevado al exterior, es un empleo estadounidense perdido y que las corporaciones multinacionales explotan a sus trabajadores. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de la Comisión para el Comercio Internacional de los Estados Unidos,

“El empleo en filiales en el exterior en países de altos ingresos complementa el empleo de la matriz en Estados Unidos (el empleo en la manufactura es más elevado, cuando es más alto el empleo en la filial extranjera en países de altos ingresos); el empleo en la filial extranjera en países de bajos ingresos, no tiene efecto sobre el empleo en la casa matriz en Estados Unidos. Este último punto va contra los alegatos de los oponentes a la exteriorización, quienes postulan que los empleos en el exterior reemplazan a los empleos en casa.”

En otras palabras, las corporaciones estadounidenses multinacionales que exteriorizan empleos a sus afiliadas en el exterior, en la realidad, no están reduciendo su empleo doméstico.

También, la exteriorización de empleos hacia países de altos ingresos (offshoring jobs to high-income countries) está asociada con un aumento en el empleo de la casa matriz doméstica. Otros estudios corroboran este hallazgo. Un análisis concluyó que “La evidencia empírica a la fecha, si bien tentativa, en la realidad sugiere que, el empleo incrementado en las afiliadas del exterior de multinacionales estadounidenses, está asociado con más empleo en la matriz estadounidense, en vez de menos.”

Aún más, en relación con la afirmación de que las corporaciones multinacionales explotan a sus trabajadores (multinational corporations exploit their workers), un análisis de la evidencia publicada por el NBER, encuentra que,

“Como tema empírico… probablemente no existe evidencia cuidadosa y sistemática que demuestre que, por lo general, las firmas multinacionales afectan adversamente a sus trabajadores. …De hecho, hay un amplio cuerpo de evidencia que indica que el caso es el opuesto. La propiedad en el extranjero eleva los salarios, tanto al elevar la productividad de la mano de obra, como al expandir la escala de producción y, en el proceso, mejora las condiciones del trabajo.”

A menudo, los opositores a la globalización y el libre comercio descansan en argumentos tomados por su valor facial y, cuando esos argumentos se toman por ese valor nominal, son muy persuasivos. Sin embargo, los supuestos subyacentes a tales argumentos son demostrablemente falsos.

MITO 3: EL GASTO Y EL EMPLEO GUBERNAMENTAL ALIVIAN EL DESEMPLEO.

Dos economistas de la Universidad de Delaware, Burton Abrams y Siyan Wang, usaron datos de tres décadas de 20 países desarrollados, para examinar cómo el gasto gubernamental, como porción del PIB, afecta la tasa de ocupación (how government spending as a share of GDP affects the unemployment rate) (cuando se toman en cuenta otros factores relevantes). Ellos encontraron

“Que aumentos en los gastos gubernamentales dificultan el crecimiento económico y aumentan la tasa de desempleo. Es más, se encontró que tipos diferentes de gastos gubernamentales tienen efectos diferentes sobre el crecimiento y la desocupación, con un efecto mayor por las transferencias y subsidios que por las compras gubernamentales. Además, las pruebas Granger de causalidad sugieren una causación unidireccional de los gastos gubernamentales hacia el crecimiento económico y la tasa de desempleo.”

Estos hallazgos son notorios pues no establecen tan sólo una correlación; usan pruebas de causalidad para encontrar que el gasto gubernamental ocasiona un desempleo mayor (government spending causes higher unemployment), no a la inversa. La investigación de otros economistas arriba a resultados similares.

Pero, hay más, académicos han examinado la relación entre empleo público y empleo privado (relationship between public employment and private employment). Usando datos de una muestra de países desarrollados, que cubren de 1960 al 2000, investigadores europeos hallaron que, “En promedio [la] creación de 100 empleos públicos pueden haber eliminado 150 empleos en el sector privado, disminuido ligeramente la participación laboral en el mercado e incrementando en alrededor de 33 el número de trabajadores desempleados.”

Y, un estudio reciente del Fondo Monetario Internacional (International Monetary Fund ) llega las siguientes conclusiones:

“Tasas altas de empleo público, que incurren en costos fiscales sustanciales, tienen un fuerte impacto negativo sobre las tasas de empleo privado y no reducen las tasas generales de desempleo… La contratación laboral del sector público: (i) no reduce el desempleo (Public-sector hiring: (i) does not reduce unemployment), (ii) aumenta la carga fiscal y (iii) inhibe el crecimiento a largo plazo por la vía de reducciones en el empleo en el sector privado.”

Toda esta evidencia sugiere que un gobierno más grande no es la solución a un desempleo persistente. En efecto, hay razón para creer que un gobierno más grande termina en resultados indeseables en el empleo.

MITO 4: LAS POLÍTICAS ECONÓMICAS “CONSERVADORAS” CONDUCEN A UN CRECIMIENTO MENOR DEL EMPLEO.

Recientemente, los oponentes al libre mercado han acudido a los medios sociales para comparar el alto crecimiento del empleo en California, un estado que ha elevado los impuestos, con el bajo crecimiento en el empleo de Kansas, un estado que redujo los impuestos. Sin embargo, ellos ignoran que Kansas tiene una tasa de desempleo (unemployment rate) de menos del 5 por ciento, mientras que la de California es de un 7.4 por ciento, una de las peores en el país. Pero, además, estas son estadísticas escogidas a conveniencia. Uno no puede determinar el impacto de una política o varias políticas específicas sobre el empleo, si usa datos de dos estados y de sólo un año.

Por fortuna, investigadores de la Reserva Federal han examinado cómo las políticas económicas “conservadoras,” que son, en realidad, las políticas liberales clásicas, afectan el crecimiento del empleo. Después de controlar por alrededor de una docena de otras variables que inducen a la confusión, los autores encuentran que, estados con menor intrusión gubernamental en la economía, tienen un crecimiento más rápido del empleo (states with less government intrusion in the economy have faster employment growth). De acuerdo con Thomas A. Garrett y Russell M. Rhine del Departamento de Investigación del Banco de Reserva Federal de San Luis (Research Division of the Federal Reserve Bank of St. Louis),

“Los estados con mayor libertad económica -definida como la protección de la propiedad privada y mercados privados operando con una mínima interferencia gubernamental- experimentaron tasas mayores de crecimiento del empleo. Además, encontramos que políticas laborales menos restrictivas de los gobiernos estatal y nacional, tienen el mayor impacto sobre el crecimiento del empleo en los estados de los Estados Unidos.

Resultados adicionales sugieren que la libertad en el mercado de trabajo y un gobierno estatal más pequeño, que son dos componentes de la libertad económica en general, son importantes determinantes del crecimiento del empleo a través de los estados de los Estados Unidos.”

En una nota similar, los economistas Lauren Heller y Frank Stephenson (economists Lauren Heller and Frank Stephenson) examinaron datos de 50 estados, que van de 1981 hasta el 2009. Los autores encontraron que, después de corregir por otros factores que inducen a confusión, los estados con mayor libertad económica tenían menor desempleo, una mayor participación de la fuerza de trabajo y mayores cocientes de empleo con respecto a la población (el porcentaje de la población en edad de trabajar que tiene empleo).

MITO 5: EL GASTO GUBERNAMENTAL ES BUENO PARA EL CRECIMIENTO ECONÓMICO.

La investigación demuestra que, en países más ricos, el gasto gubernamental adicional conduce a un crecimiento económico menor, incluso cuando la posibilidad de una causalidad contraria es tomada en cuenta. Un recuento de la evidencia sobre el tema, realizado por los economistas suecos Andreas Bergh y Magnus Henrekson (Swedish economists Andreas Bergh and Magnus Henrekson) afirma que “La investigación es bastante cercana al consenso: la correlación [entre el tamaño del gobierno y el crecimiento económico] es negativa y el signo no parece ser una consecuencia no prevista de la causalidad contraria.” Y, un estudio del Banco Mundial acerca de la relación entre el gobierno y el bienestar en Europa (World Bank study on the relationship between government and well-being in Europe), concluye que “Haga que el gobierno sea más eficiente o hágalo más pequeño.”

Asimismo, puede convenirle a los países en desarrollo limitar el tamaño de sus gobiernos. La investigación ha demostrado que “indicadores importantes de libertad económica (important indicators of economic freedom), tales como apertura al comercio y un tamaño pequeño del gobierno, están robustamente asociados con la reducción de la pobreza.”

En el 2013, Livio Di Mateo, del Instituto Fraser, un centro de pensamiento canadiense, publicó una investigación importante que intenta destacar el tamaño del gobierno (size of government) (medido como como el porcentaje del gasto gubernamental sobre el PIB), que maximiza el crecimiento económico. Usando datos del período 2000-2011 de 70 países, y controlando por los efectos de numerosas otras variables, Di Matteo encontró que “el crecimiento anual per cápita del PIB es maximizado en un 3.1 por ciento, con un porcentaje de gasto gubernamental con respecto al PIB de 26 por ciento; más allá de ese cociente, disminuyen las tasas de crecimiento económico.”

Como referencia, en el 2012, en Estados Unidos, el gasto gubernamental como proporción del PIB fue superior al 40 por ciento. Dicho cociente excedió el 50 por ciento en países como Francia, Dinamarca y Suecia. Así, estos países están en un punto en el cual el tamaño y el alcance del gobierno es posible que sean perjudiciales para el crecimiento económico ̶ y, en consecuencia, dañinos para el avance de los estándares de vida de la población.

CONCLUSIÓN

Las afirmaciones deberían ser respaldadas por la evidencia. Desafortunadamente, a menudo, la gente se olvida de brindar datos y, por tanto, los alegatos son repetidos lo suficiente, como para que sean aceptados como “conocimiento común.” Mucha gente simplemente asume que el gobierno puede crear empleos -o que un inmigrante más que es empleado, significa que un nacido en el país queda desempleado- en vez de molestarse en ver la investigación académica acerca del tema.

En última instancia, es más sabio ser escéptico acerca cualesquiera afirmaciones económicas, hasta que sus autores provean evidencia convincente.

Corey Iacono es estudiante de la Universidad de Rhode Island, principalmente en el área de la ciencia farmacéutica y, en segundo lugar, en economía. Es Compañero becario Thorpe de la Fundación para la Educación Económica del 2016.