Algo de lo mejor para empezar el año. En verdad les recomiendo la lectura de ese poema imperecedero.

EL CONSEJO ETERNO DE RUDYARD KIPLING

Por Lawrence W. Reed

Fundación para la Educación Económica
Viernes 30 de diciembre del 2016


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/timeless-ad...dyard-kipling/

Sus políticas fueron tanto buenas como no lo fueron, pero su consejo personal es fantástico.

En la Península Superior de Michigan, dos pueblos, a cien millas de distancia entre sí, ostentan diferentes nombres, pero, no obstante, fueron nombrados en honor de la misma persona ̶ aunque él nunca puso un pie en ninguno de ellos. Los pueblos son Kipling y Rudyard, y el individuo honrado fue Rudyard Kipling. Volver a leer el poema que él publicó por primera vez hace 106 años, es buena forma de terminar un año, a la vez que se planea para el siguiente. Lo compartiré con usted en un momento, pero, antes, unas pocas palabras acerca del hombre.

Nació como súbdito británico en Bombay, India, en esta fecha (30 de diciembre) en 1865, y es recordado principalmente por sus contribuciones significativas a la literatura inglesa. Sus novelas, historias cortas y poesía le ganaron un inmenso seguimiento en todo el mundo, reavivado recientemente por el lanzamiento en el 2016 de la película inspirada en Kipling, “El Libro de la Jungla.” En 1907, a la edad de 42, se le otorgó un premio Nobel en Literatura, el primer ganador de habla inglesa que alguna vez hubiera ganado el premio. Y, 81 años después de su muerte, permanece siendo el laureado con el Nobel en Literatura más joven de todos los tiempos.

También fue Poeta Laureado no oficial de Gran Bretaña ̶ no oficial tan sólo porque él podía haber obtenido ese título, pero lo declinó. Él no era muy de premios y de apelativos elegantes, incluso rechazó un título de caballero.

Fue a principios de la década de 1890, cuando su fama impulsó a un Frederick D. Underwood, a nombrar tras su autor favorito dos estaciones de un ferrocarril en la ruta a través de la Península Superior de Michigan. Como gerente general del Ferrocarril Minneapolis, St. Paul, Sault Ste. Marie (conocido como la “Línea Soo”), Underwood ciertamente tenía ese derecho, pero la gente local de los pueblos lo aprobó con entusiasmo. El pequeño campamento en la cabeza de Green Bay en la parte norte terminal del Lago Michigan, se convirtió en el pueblo de Kipling. Cerca de 30 millas al sur de la tercera ciudad más antigua de los Estados Unidos, Sault Ste. Marie, el caserío del Pine River vio cambiar su nombre a Rudyard.

Cuando el joven, estimado autor, supo acerca del honor, de inmediato le escribió a Underwood para agradecerle, diciéndole “…Le escribo para rogarle que me envíe una fotografía, si es posible, ya sea de Rudyard o de Kipling, pero preferiblemente de ambos. Asumiré un profundo interés en sus pequeños bienestares.”

RECHAZO DEL SOCIALISMO (SOCIALISM)

Él puede haber apreciado la ironía de que el pueblo de Kipling estuviera situado a la par de la ciudad más grande de Gladstone, nombrada por el famoso liberal clásico (famous classical liberal) primer ministro británico de fines del siglo XIX. A Kipling, el autor, poco le importaba Gladstone, el político. Este era un partidario declarado del imperialismo británico, mientras que Kipling trabajó por reducir los costosos alcances del Imperio Británico.

Los puntos de vista sin pelos en la lengua de Rudyard Kipling acerca de las políticas externas y domésticas de su época, le garantizaron algunos enemigos poderosos y algunas veces alteraban a sus amigos. Él acuñó la fase “el peso del hombre blanco,” al urgir a los Estados Unidos a tomar un papel más activo en civilizar regiones “atrasadas” del mundo. Criticó tan vehementemente la entrada “tardía” de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, un conflicto que le quitaría la vida a su hijo amado John, que los gobiernos de Gran Bretaña y Francia públicamente desaprobaron sus comentarios.

Si bien sus puntos de vista acerca de la política exterior eran demasiado intervencionistas y militaristas para mis gustos, sus puntos en cuanto a lo doméstico eran mucho más de mi gusto. De hecho, fue franco a favor de la libertad en general y del liberalismo clásico en particular. Junto con otros dos prominentes británicos, cofundó la Liga de la Libertad en 1920, con el propósito expreso de promover las ideas de liberalismo clásico. Cuando su primo, Stanley Baldwin, llegó a ser primer ministro conservador de Gran Bretaña en 1923, públicamente Kipling le reprendió como “un socialista de corazón.”

EL SONIDO DEL LLANTO

Kipling detestaba al comunismo, en especial a la variedad soviética desde su concepción bajo Lenin en 1917. Con el surgimiento bolchevique al poder, una sexta parte del mundo, escribió él, había “salido corporalmente fuera de la civilización.” En un poema de 1918, Kipling describió a la URSS como un santuario del mal, que reemplazó al bien que en alguna ocasión hubo en Rusia, con “el sonido del llanto y la visión de un fuego ardiente, y la sombra de un pueblo atrapado en el fango.” Moscú prohibió sus escritos durante décadas, mucho tiempo después de su muerte en 1936.

En 1895, cuando tenía 30 años de edad, Kipling escribió un poema con una sola palabra como título “Si.” Lo dejó a un lado por 15 años, antes de autorizar su publicación en 1910. Vislumbrado por críticos como un ejemplo del “estoicismo de la era Victoriana,” (Victorian-era stoicism), hoy permanece siendo muy conocido y popular a través de Gran Bretaña.

Fue adaptado a una canción por Roger Whittaker en 1972, bajo el título “A Song for Erik” y por Joni Mitchell en el 2007, en su álbum “Shine.”

Al hacer señas el año nuevo, yo le recomiendo “Si” a usted, aquí. Ofrece un consejo eterno de un poeta consumado. Haríamos bien si adaptamos su espíritu a nuestras vidas en el 2017.

Si
Por Rudyard Kipling

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la han perdido y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también aceptas que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.


Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.


Si puedes apilar todas tus ganancias
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: "¡Resiste!".


Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
o caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!



Lawrence W. Reed es presidente emérito y compañero senior Familia Humphreys de la Foundation for Economic Education y autor de los libros Real Heroes: Incredible True Stories of Courage, Character, and Conviction y Excuse Me, Professor: Challenging the Myths of Progressivism. Follow on Twitter and Like on Facebook.