PAGOS INDEBIDOS EN CINCO MUNICIPALIDADES

Por Jorge Corrales Quesada


Soy consciente de que se trata de montos relativamente bajos comparados con otras decisiones financieras de enorme magnitud dentro del estado, que bien las conocemos, pero eso no es óbice para no darse cuenta del abuso que se ha dado, en ciertas municipalidades, con pagos ilegales a sus regidores y síndicos.

Según un informe de la Contraloría General de la República y del que hace eco La Nación, en su comentario del 17 de noviembre titulado “Cinco municipios pagaron dietas a regidores incapacitados,” el pago es indebido pues la regulación del seguro de salud de la Caja es clara en cuanto a que un asegurado que se incapacite no puede, en tal estado, llevar a cabo actividad “remunerada y no remunerada, tanto en su horario ordinario como fuera de él, así como cualquier actividad intelectual, física o recreativa que interfiera con la recomendación médica.”

Según dicho informe, en el lapso de enero del 2017 a abril del 2019, 5 municipalidades pagaron dietas a 24 ediles incapacitados por la Caja o el INS. El estudio de esos pagos se hizo en las 5 municipalidades que gastan más en dietas y no en todas. El total de las municipalidades paga anualmente ¢3.054 millones en dietas de sus Concejos.

El total de pagos indebidos en estos 5 municipios asciende a ¢12.6 millones, en el siguiente orden por su monto:

1. Municipalidad de Desamparados: Lo pagado indebidamente asciende a ¢6.7 millones. Ahí no se tiene un registro efectivo de asistencia a las sesiones. Esta es una de las municipalidades en donde se pagó por dos o más sesiones semanales, aunque el Código Municipal dice que sólo se cancela por una reunión en la semana. En Desamparados, hubo gastos por ¢35.7 en reuniones reprogramadas del Concejo y del comentario citado no se tiene la impresión de que esto es aparte o que incluye los ¢6.7 millones arriba citados (y tampoco si este total deberá recuperarse por el municipio).

2. Municipalidad de San José: El monto que se pagó indebidamente se eleva a ¢2.8 millones. En ella no se dispone de un registro efectivo de asistencia a las sesiones.

3. Municipalidad de Alajuela: Se pagó indebidamente ¢1.9 millones y en ese ente no hay un registro efectivo de asistencia a las sesiones. Es la entidad que paga el monto más alto del país por esas dietas. “El año pasado, un regidor podía cobrar hasta ¢1.6 millones al mes, un monto que excedía en más de ¢500.000 la suma que recibían los directivos del Banco Central,” lo que me pone a pensar si las labores de un directivo de la Municipalidad de Alajuela son más complejas, técnicamente hablando, que las que de uno en el Banco Central, e incluso si la responsabilidad del primero es mayor que la del segundo, de forma que a un edil de la Municipalidad de Alajuela se le deba pagar mucho más que un directivo del Banco Central. Ya entiendo por qué la lucha política por ser edil en Alajuela suele ser tan ardua… ¿Será porque cada sesión del Concejo cuesta ¢7 millones, por todos los pagos a los 50 miembros que lo integran?

4. Municipalidad de Cartago: El pago indebido ascendió a ¢950.000. Tampoco allí existe un registro efectivo de asistencia a las sesiones. Y también es una de las municipalidades en donde se pagó por dos o más sesiones semanales, si bien el Código Municipal señala que sólo se paga por una reunión en la semana. En esta municipalidad se pagaron gastos por ¢10.3 en reuniones reprogramadas del concejo y, el comentario citado no es claro en si esto es además de o incluye los ¢950.000 arriba citados (y tampoco si todo deberá recuperarse por el municipio).

5. Municipalidad de San Carlos: El pago indebido por este rubro fue de ¢190.000. Asimismo, allí no se tiene un registro efectivo de asistencia a las sesiones.

Todo esto no me dice que debamos descansar con los brazos cruzados, mientras esos municipios realizan todos estos pagos impropios. Sólo espero que la grata noticia de la recuperación efectiva de cada una de estas partidas, se nos brinde muy pronto a todos los ciudadanos contribuyentes de esos cantones.

Publicado en mis sitios de Facebook, Jorge Corrales Quesada y Jcorralesq Libertad, el 19 de diciembre del 2019.