Este comentario, escrito poco antes de la aplastante derrota del laborismo (socialismo) británico liderado por Jeremy Corbyn, nos permite entender algunas de las razones del rechazo del pueblo inglés al socialismo (la mayor derrota desde hace 1935; en casi 85 años), así como nos presenta algunas perspectivas no del todo placenteras acerca del futuro político-económico del Reino Unido. Parece ser un caso de, como dice el pueblo, una elección entre Guatemala y Guatepeor. En medio de la alegría relativa, siempre “Caveat emptor.”

LA AMENAZA DEL CORBYNISMO

Por Dan Mitchell

International Liberty
9 de diciembre del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en color verde y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://danieljmitchell.wordpress.co...f-corbynomics/

Me encuentro actualmente en Londres en discusiones acerca de política pública, en particular, del potencial para el tipo correcto de un pacto de libre comercio (the right kind of free-trade pact) entre Estados Unidos y el Reino Unido.

Deliberadamente escogí esta semana para mi visita, de forma que pudiera estar aquí para la elección británica. Como gran entusiasta del Brexit (big fan of Brexit), me interesa mucho ver si el Reino Unido se escapará, en última instancia, del barco que lentamente se hunde (slowly sinking ship), de otra forma conocido como la Unión Europea.

Pero, también la elección es una prueba interesante de si la gente está dispuesta a votar por el socialismo. Ya los británicos han cometido ese error, al votar a favor de Clement Attlee allá atrás en 1945 (Clement Attlee back in 1945). Eso condujo a décadas de una relativa declinación, culminando en un rescate (a bailout) por el Fondo Monetario Internacional.

Luego, Margaret Thatcher fue electa en 1979 para revertir los errores de Attlee y realizó un trabajo notable (she did a remarkable job) de restaurar la economía británica.

Pero, ¿entienden los votantes esta historia?

Lo averiguaremos el jueves, pues tendrán la oportunidad de votar por el Partido Laborista, conducido por Jeremy Corbyn, la versión británica de Bernie Sanders (British version of Bernie Sanders).

Y, él no esconde su visión radical del control estatal de la vida económica. He aquí como el Economist narra (describes) la agenda de Corbyn.
“… los detalles claros de un gobierno dirigido por Corbyn emergieron en el manifiesto. Bajo el laborismo, Gran Bretaña tendría en estado más grande y profundo… Sus fronteras se expandirían para cubrir todo, desde el suministro de agua a la banda ancha y de cuánto un dueño de una propiedad le puede cobrar a un inquilino. En donde ya el estado gobierna, como en la educación o la salud, el gobierno profundizaría mediante la introducción del cuido infantil a preescolares y un ‘Servicio Nacional de Cuido’ para ancianos…. El gobierno gastaría £75 miles de millones en financiar la construcción de 100.000 viviendas sociales, pagadas con recursos de un ‘fondo de transformación’ de £150 miles de millones, un buen puñado de dinero para gastos de capital de servicios públicos. Los aumentos en los alquileres serían limitados a la inflación. La propuesta que más atrajo la atención, fue un plan para nacionalizar las operaciones de banda ancha de la British Telephone y después ofrecer el servicio gratuito… Las políticas sobrevivientes del 2017 incluyen un plan para nacionalizar los servicios públicos, junto con el Correo y la red de ferrocarriles, y un rango de nuevos derechos para los trabajadores, desde un salario mínimo más alto hasta restaurar los derechos de convenciones colectivas. Dicho todo esto, el gasto del gobierno ascendería a un 45.1% del ¨PIB, el mayor cociente de la era de posguerra aparte de una recesión y más que Alemania… Para pagar por todo esto, la gente y las empresas muy ricas serían apaleadas. El impuesto a las empresas se elevaría a un 26% (desde el 19% actual), que el laborismo cree, algo optimistamente, generaría otros £24 miles de millones en el 2024.”

Como lo reportara (reported) City A.M., el aumento en los impuestos apunta a una pequeña parte de la población.

“Jeremy Corbyn… está planeando introducir una nueva tasa del 45 por ciento del impuesto al ingreso para los que ganan más de £80.000 y de un 50 por ciento a aquellos con ingresos de £125.000 o más. El Instituto de Estudios Fiscales (IFS)… estima que eso afectaría desde su inicio a 1.6 millones de personas, elevándose a 1.9 millones de gente para el 2023-24. La política laborista agregaría una carga adicional a los contribuyentes de impuestos más elevados del país, con el cinco por ciento más alto de los contribuyentes del impuesto al ingreso, contribuyendo con la mitad de todos los ingresos del impuesto al ingreso, aumentando desde el 43 por ciento de poco antes de la crisis financiera. Pero, el IFS advirtió que la suma a que esa política daría lugar, era ‘altamente incierta,’ con estimaciones que varían desde un nivel más alto de £6 miles de millones a un costo actual de alrededor de £1 mil millones, si la política resultaba en una fuga de capital desde el Reino Unido. Previamente los abogados advirtieron que individuos con una riqueza neta alta se disponen a enviar miles de millones fuera del país, en caso de un gobierno de Corbyn.”

¿Es esa una idea brillante?

Podríamos debatir el grado en que los contribuyentes de ingresos más altos tendrán un incentivo menor para ser productivos (have less incentive to be productive).

Pero, el mayor impacto será probablemente que la gallina de los huevos de oro sólo saldrá volando (simply fly away).

Hasta el periódico orientado hacia la izquierda, el Guardian parece darse cuenta (seems aware) de esta posibilidad.

“Los superricos se preparan para salir de inmediato del Reino Unido si Jeremy Corbyn llega a ser el primer ministro, pues temen perder miles de millones de libras si el líder laborista ‘persigue’ a la élite rica con nuevos impuestos, posibles controles de capital y una restricción de las escuelas privadas. Los abogados y contadores de las familias más ricas del Reino Unido dijeron que ellos habían sido inundados de llamadas de clientes millonarios y multimillonarios, pidiendo ayuda y consejo acerca de trasladarse hacia otros países, moviendo sus fortunas a paraísos fiscales y haciendo regalos adelantados a sus hijos, para evitar la amenaza del líder laborista de gravar todas las herencias por encima de £125.000… Geoffrey Todd, socio de la firma legal Boodle Hatfield, dijo que muchos de sus clientes ya habían hecho planes para transferir sus riquezas fuera del país, en cosa de minutos si Corbyn es elegido… ‘Si el laborismo gana, habrá mucha gente en el teléfono llamando a sus abogados en horas primeras. Ya se han preparado movimientos de capital para nuevos dueños y en diferentes localidades y sólo están esperando su aprobación final.’ El jueves, Corbyn les señaló a cinco miembros de ‘la elite’ que un gobierno laborista los perseguiría para rebalancear al país… El ministro de Hacienda del gobierno en la sombra, Clive Lewis, fue más allá del líder laborista, diciendo en el programa Newsnight de la BBC: “Los multimillonarios no deberían existir. Es una burla que haya gente en este planeta viviendo con menos de un dólar al día.’”

Algunas compañías están tomando pasos (taking steps) para proteger a accionistas.

“Las compañías de energía National Grid (NG) y la SSE, ciertamente no están adoptando un enfoque de esperar a ver qué pasa con la elección general. Ambas empresas han movido al extranjero la propiedad de grandes porciones de sus operaciones en el Reino Unido, en un intento por suavizar el golpe de una nacionalización potencial. Con el manifiesto laborista reiterando la intención del partido de devolver la infraestructura de gas y electricidad de Gran Bretaña a una propiedad pública, las empresas de energía (y sus accionistas) encaran la amenaza de que sus activos sean transferidos al estado a un precio por debajo del valor de mercado.”

La agenda de Corbyn viola las leyes de la economía (violates the laws of economics).

También viola las leyes de las matemáticas (violates the laws of math). El Partido Laborista, para todos los efectos, quiere una gran expansión del estado de bienestar, financiada por una pequeña porción de la población.

Eso simplemente no funciona. Los números no calzan cuando Elizabeth Warren trata de hacer eso en los Estados Unidos (tries to do that in the United States). Y un experto del Instituto de Estudios Fiscales hace ver que eso no funciona en el Reino Unido.

El comentario del experto del IFS puede verse en https://danieljmitchell.wordpress.co...f-corbynomics/

Lo más importante es que Corbyn y su equipo son temibles.

Dicho esto, Boris Johnson y la cosecha actual de Conservadores no son exactamente paragones de la prudencia y la responsabilidad (not exactly paragons of prudence and responsibility).

Ellos están proponiendo mucho gasto adicional. Y, como lo reporta (reports) City A.M., Johnson también está siendo criticado por prometer dádivas a empresas específicas y reglas proteccionistas para las compras públicas.

“En una conferencia de prensa de hoy, Johnson prometió expandir el régimen de ayuda del estado británico, una vez que el Reino Unido deje la Unión Europea. ‘Respaldaremos a las empresas británicas introduciendo un nuevo régimen de ayuda estatal, que hace más rápido y fácil que el gobierno intervenga para proteger empleos, cuando una industria está en problemas,’ dijo un documento informativo. La cabeza de asuntos regulatorios del Institute for Economic Affairs (IEA), Victoria Hewson, dijo que apoyar esa ayuda estatal era un “apoyo velado del amiguismo…” Un vocero del Institute of Directores (Instituto de Gerentes) dijo: ‘No es claro como estas propuestas calzan con las ambiciones de una ‘Gran Bretaña Global.’ Los conservadores deben tener cautela al abrir una caja de gusanos con la ayuda estatal, es importante tener reglas consistentes en su sitio, para resistir el impulso de un proteccionismo injustificado.’ Johnson también prometió introducir una ley de comprar lo británico en las contrataciones públicas… El compañero economista del IEA, Julian Jessop, dijo: ‘Una política de ‘Compre lo Británico’ es puro proteccionismo y viene con costos elevados.’”

Tal vez esta es la razón de por qué John O’Connell de la Alianza de Contribuyentes tiene una visión algo pesimista acerca de la futura política tributaria. He aquí partes de una columna (a column) que él escribió para CapX.

“El gobierno de Theresa May puso en marcha una serie de políticas de un gran estado y altos impuestos. Promesas de no ataduras al dinero en efectivo para el Sistema Nacional de Salud; nuevas regulaciones acerca de cero netos; recortes impositivos archivados y creación de más organismos estatales semiautónomos. Después de su sorprendente no derrota en la elección, Corbyn se movió todavía más hacia la izquierda política, doblando la apuesta de sus planes de nacionalización. Con todo y todo, el resultado de la elección del 2017 fue terrible para la gente que cree en un estado pequeño… Un reporte de la Resolution Foundation encontró que, una vez más, el gasto gubernamental está creciendo y es posible que, en los próximos años, llegue a los altos niveles de la década de los setentas. Un análisis del gasto reciente de los conservadores sugiere que el gasto gubernamental podría llegar, en el 2023, a un 41.3% del PIB, mientras que el gasto de los laboristas podría llegar hasta un 43.3%. Esto se compara con el promedio del 37.4% durante la década del 2000. Con base en los pronunciamientos, los laboristas están trabajando hacia un estado del tamaño alemán, mientras que el plan de los conservadores más se parece al holandés. Sin sorprender, vemos esto reflejado en la carga impositiva, que, con un 34.6% del PIB ya ha llegado al nivel más alto de los últimos cincuenta y cinco años. Es posible que aumente más… A los contribuyentes británicos se les presenta algo así como una elección de Hobson [Nota del traductor: se refiere a escoger entre lo que está disponible o nada del todo]: Boris Johnson verá aumentar los impuestos y dispararse el gasto, mientras que Jeremy Corbyn tiene aumentos en el gasto sin financiar por £1.2 millones de millones, tan sólo esperando convertirse en aumentos inimaginables para todos. Por cualquiera que usted vote, tendrá más impuestos; la pregunta es qué tan altos.”

Cerremos mirando al gran panorama.

He aquí un gráfico (a chart) que muestra la carga del gasto gubernamental en el Reino Unido desde 1900. He aumentado el gráfico para mostrar la horrible tendencia empezada por Attlee (en rojo) y luego el impacto positivo de Thatcher (en verde).

El gráfico citado puede verse en https://danieljmitchell.wordpress.co...f-corbynomics/

También usted puede ver que Tony Blair y Gordon Brown hicieron un mal trabajo a inicios de este siglo, seguido de un sorprendente buen desempeño (surprisingly good performance) de David Cameron.

Ahora parece que los votantes británicos tienen que escoger entre un lento deslizamiento en la dirección equivocada bajo Boris Johnson o un salto rápido en la dirección equivocada de Jeremy Corbyn.

Normalmente yo estaría algo deprimido ante tal escogencia. No obstante, espero que el Brexit (asumiendo que se lleva a cabo en la realidad) hará que Boris Johnson efectúe decisiones inteligentes (make smart choices) aún si el alternativamente se ve tentado a tomar malas decisiones.

Post Scriptum. Sin que sorprenda, Corbyn ha sido un apologista de matones (an apologist for thugs) y de dictadores (dictators).

Daniel J. Mitchell es economista y prolijo escritor liberal clásico.