LA LECCIÓN OLVIDADA DE CAMUS ACERCA DE LA LIBERTAD

Por Gary M. Galles

Fundación para la Educación Económica
Jueves 7 de noviembre del 2019


Sería una vergüenza perder la sabiduría e inspiración de Albert Camus.

En Estados Unidos, gente que en cierto momento fue admirada o considerada como inspiración, son derribados (literalmente en el caso de estatuas) de una u otra manera por ser demasiado fallida, como para que merezca nuestro respeto o emulación. Pero demandar “pureza” dependiendo de quién la mire, antes de estar dispuesto siquiera a considerar cualquier sabiduría que alguien le puede ofrecer, puede significar un desperdicio terrible.

Rechazar una idea debido a palabras o acciones no relacionadas con ellas, o que no las refutan, es un error -tratar a un ataque ad hominem como criterio suficiente para juzgar la calidad de la lógica- que tiene serias consecuencias. Por ejemplo, ese enfoque puede colocar a mucha de la sabiduría de los fundadores de los Estados Unidos como “fuera de límites,” aun cuando sus deficiencias no rechazan sus ideas acerca de la importancia de la libertad y la necesidad derivada de frenar al gobierno.

Restringirse uno mismo a las ideas de aquellos que usted ideológicamente considera como lo suficientemente “puros,” puede ofrecer un endoso importante al poder de una idea válida. Quienes se han ganado la reputación al reconocer y actuar correctamente con base en principios, provee un grado de seguro contra errores potenciales. Sin embargo, una afirmación es verdadera incluso si la fuente es “impura,” a la vez que las falsificaciones no llegan a ser verdad, cuando son establecidas por hombres buenos.

LA INSPIRADORA DEFENSA DE LA LIBERTAD POR CAMUS

Como ilustración, alguien puede tener una objeción válida a algo como equivocado, sin tener una concepción adecuada de lo que es correcto o de qué corregiría mejor lo equivocado en la visión. Si es así, su desacuerdo con su entendimiento más amplio o “solución,” no justifica ignorar las verdades que ellos reconocieron. Esto es frecuente en consideraciones de justicia ̶ las personas pueden, a menudo, reconocer cuándo una injusticia les es impuesta a ellas, pero sus “soluciones” preferidas, a menudo, imponen injusticias sobre otros.

Una consecuencia práctica es que podemos aprender de y ser inspirados por víctimas y oponentes del abuso y la tiranía, sin endosar lo que podemos considerar como “soluciones” equivocadas.

Desde la perspectiva de la libertad, un buen ejemplo sería Albert Camus, el laureado con el Nobel en Literatura de 1957, cuyo cumpleaños es el 7 de noviembre. Y, puesto que él no es estadounidense, podría existir menor calor ideológico involucrado como para tener una discusión razonada acerca de él.

Una puede fácilmente discrepar con o no estar convencido por el existencialismo de Camus o con su conclusión de que todo retorna al absurdo. Uno también puede objetar su breve afiliación con el Partido Comunista, sus infidelidades personales, etcétera. Pero, su defensa de la libertad contra la tiranía durante la Segunda Guerra Mundial y sus secuelas, fue inspiradora. Por ejemplo:

  • “La pasión verdadera del siglo XX es la servidumbre.”
  • “Las utopías políticas justificaban por adelantado cualesquiera empresas.”
  • “El bienestar del pueblo… siempre ha sido el pretexto de los tiranos… dándoles a los sirvientes de la tiranía una tranquilidad de consciencia.”
  • “Las tiranías de hoy… ya no más admiten el silencio o la neutralidad… estoy en contra.”
  • “La única concepción de libertad que puedo tener es aquella del prisionero o del individuo en medio del estado. La única que conozco de libertad es libertad de pensamiento y de acción.”
  • “La dominación absoluta por la ley no representa libertad, pero, sin ley no habría libertad.”
  • “La libertad no es un regalo recibido del Estado.”
  • “La libertad no es una recompensa o una decoración… es una carrera de larga distancia, sumamente solitaria y muy agotadora.”
  • “La libertad no es más que una oportunidad para mejorar, mientras que la esclavitud es una seguridad para empeorar.”
  • “La libertad en última instancia parece ser para mí, para las sociedades y para los individuos… el bien supremo que gobierna a todos los otros bienes.”
  • “¿Es posible… rechazar la injusticia sin tener que cesar de aclamar la naturaleza del hombre y la belleza del mundo? Nuestra respuesta es sí.”
  • “Tenemos que vivir y dejar vivir para poder crear lo que somos.”
  • “El objetivo del arte, el objetivo de una vida puede ser tan sólo aumentar la suma de libertad y responsabilidad que se encuentra en cada hombre y en el mundo. No puede, bajo ninguna circunstancia, ser para reducir o suprimir esa libertad.”
  • Sin tener que ceder cosa alguna en el plano de la justicia, no ceda nada en el plano de la libertad.”
  • Más y más, cuando nos vemos encarados con el mundo de los hombres, la única reacción es una de individualismo. El hombre sólo es un fin en sí mismo.”

Hay cosas acerca de Albert Camus en que discrepo. Pero, sería vergonzoso perder su sabiduría e inspiración debido a diferencias no relacionadas con su validez.

Siendo ambos, el tiempo y la energía, escasos, tiene demasiado sentido estar atentos a aquellos de quienes hemos consistentemente aprendido. Aumenta las posibilidades de que el tiempo será bien gastado. Expande nuestras ideas. Pero, no podemos detenernos aquí. También podemos aprender y ser inspirados por aquellos compañeros de viaje de modo parcial.

Gary M. Galles es profesor de economía en la Universidad Pepperdine. Sus libros recientes incluyen Faulty Premises, Faulty Policies (2014) y Apostle of Peace (2013). Es miembro de la facultad de la Fundación para la Educación Económica (FEE).