Pensemos, por un momento, si en nuestro país se están tomando medidas que van en contra de la moderna economía de concierto: Uber, Airbnb, y otra serie de disposiciones, que simplemente incomodan, pues no podrán evitarlo, lo que debería resultado de la libre elección de las partes contratantes.

CALIFORNIA ESTÁ TRATANDO DE ECHAR PARA ATRÁS A LA ECONOMÍA DE CONCIERTO, PERO LA “LIBERTAD NATURAL” PREVALECERÁ

Por Barry Brownstein

Fundación para la Educación Económica
Miércoles 18 de setiembre del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR 1: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/california-...-will-prevail/

NOTA DEL TRADUCTOR 2: Me da la impresión de que trabajadores en concierto es lo que a veces se llama “trabajadores independientes,” pero prefiero usar la traducción establecida en muchos diccionarios bilingües de “trabajadores de concierto,” que es el que se reconoce como un fenómeno relativamente en los Estados Unidos, país al que se refiere el autor Brownstein.

Los trabajadores de concierto y aquellos con acuerdos de trabajo en el hogar, no están atados por los lineamientos estatales.

Hace más de 20 años, Dan Pink, con anterioridad el principal escritor de discursos para el vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, previó la economía de concierto. En un ensayo de 1997, “Free Agent Nation” [Una Nación de Agentes Libres], para la revista que, en aquel entonces, estaba a punto de cerrar, Fast Company, Pink estimó que “más de un 16% de la fuerza de trabajo estadounidense” era de agentes libres ̶ “personas que se trasladan de proyecto en proyecto y quienes trabajan en lo propio, algunas veces por meses, otras por días.” En la actualidad, los agentes libres de Pink son llamados trabajadores de concierto.

NUEVA LEY EN CALIFORNIA PARA RESTRINGIR LA ECONOMÍA DE CONCIERTO

En el 2017, reporta Brittany Hunter (Brittany Hunter reports), la economía de concierto se ha más que duplicado, representando más de un 35 por ciento de la fuerza de trabajo. Para el 2020, estimaciones sugieren que el número en la economía de concierto crecerá hasta un 43 por ciento.

El ensayo de Hunter para la Fundación para la Educación Económica cubrió la reciente aprobación en California de una nueva legislación, “que cambia el estatus de los trabajadores dentro del estado, desde trabajadores autónomos a empleados reales.”

La aprobación por California de su ley de estatus del trabajador (worker status bill) dañará a la economía de California y hará que crezca la economía de concierto en los estados colindantes.

Un movimiento que se ha estado construyendo durante muchas décadas no será fácilmente derrotado. Como lo indicó Pink en su libro, A Whole New Mind [Una Nueva Mente],

“el cambio es inevitable y, cuando se presente, la respuesta más sabia no es lamentarse o quejarse, sino absorberlo y lidiar con él.”

Las medidas autoritarias diseñadas para derrotar al cambio no funcionarán; ellas tan sólo distorsionarán el cambio y lo enviarán hacia otras partes.”

LA MENTALIDAD DE DEBORAH RISI

Pink nos presenta a Deborah Risi ̶ en ese momento una profesional de mercadeo de 40 años de edad de California. Risi “estaba cansada de trabajar increíblemente duro para empresas que carecían de liderazgo y que no compartían [sus] valores.”

Ella se convirtió en un agente libre “manejando entre cuatro y seis clientes a la vez y generando mucho más dinero que el que había ganado durante sus años en los Estados Unidos corporativo.”

Hoy, 22 años después, ella todavía está en la economía de concierto (she is still in the gig economy).

Pink explicó que

“tal como cualquier inversionista sensato nunca invertiría todo su capital financiero en una sola acción, los agentes libres, como Risi, están cuestionando la sabiduría de invertir todo su capital humano en un empleador único.”

Recuerden, Pink estaba escribiendo esto allá en 1997. Desde ese entonces, Risi y otros creían que el antiguo modelo del sitio de trabajo, de “Usted era leal; usted lograba seguridad” se estaba muriendo. Para los agentes libres, “No sólo es más interesante tener seis clientes en vez de un jefe; también puede ser más seguro.”

Risi y otros agentes libres precoces estaban cansados de sitios de trabajo disfuncionales, aquejados por “las luchas internas y la política de la oficina” y “de colegas que no ponían todo su esfuerzo.” Ellos estaban ansiosos por tener un empleo desafiante, “ellos no quieren soportar distracciones que matan la inteligencia.”

Quince años después de haber escrito su ensayo, Pinker señaló (Pink pointed to) el valor crecientes de los agentes libres:

“En la actualidad, los individuos necesitan mucho menos a las organizaciones tanto como las organizaciones necesitan de individuos talentosos. Lo que es interesante es que esta situación ha obligado a las empresas a tratar a su fuerza de trabajo interna como una fuerza de trabajo externa. Ellas ahora deben brindar un mayor grado de autonomía, más libertad, más oportunidad para el desafío, más flexibilidad, etcétera.”

Agregó Pink,

“Solía suceder que había una frontera marcada entre quien está trabajando en lo propio y quién está trabajando en los Estados Unidos corporativo. Ahora, la frontera es mucho más permeable.”

Ya en el 2012, Pink vio la agencia libre extendiéndose en el cuido de la salud ̶ “enfermeras, aliados con profesionales de la salud y médicos… trabajando en una base contractual.” Pink también vio a “compañías atraerse el talento más elevado -gerentes generales, gerentes financieros, gerentes de inversiones y gerentes de tecnología- para períodos de corta duración.”

¿Y QUÉ PASA CON LOS BENEFICIOS?

Quienes apoyan la nueva legislación de California alegan que protegerá los derechos de los trabajadores (claim it will protect the rights of workers), “Hay lágrimas en mis ojos y en mis extremidades tengo piel de gallina,” tuiteó un emocionado Veena Dubak, profesor de derecho de la Universidad de California en Hastings, después de aprobarse la legislación.

Otros están en desacuerdo.

Sara Horowitz fue otra pionera de la agencia libre que Pink presentó; una abogada especialista en el campo laboral, su abuelo fue el vicepresidente del Sindicato Internacional de los Trabajadores de Ropa para Mujeres. Allá en 1995, a la edad de 32, Horowitz fundó Working Today, una organización dedicada a ayudar a aquellas en la economía de concierto a enfrentar los desafíos de la agencia libre, tal como para obtener un seguro de salud.

Después, Horowitz se convirtió en el compañero “Genio” de la Fundación MacArthur y vicepresidenta del Banco de Reserva Federal de Nueva York. Ella es aún directora ejecutiva de Working Today.

Allá en 1997, Sara cuestionó el supuesto de que hay razones “económicas y morales” de “por qué los estadounidenses obtienen seguro de salud y pensiones por sus empleos.”

Sara poseía la sabiduría de una pionera:

“Necesitamos ver formas nuevas en que la gente está trabajando y decir ‘Estas distinciones legales no tienen sentido. Usted no liga esos derechos al empleo. Usted los liga al individuo.”

LOS BENEFICIOS EN EL LIBRE MERCADO

Ian Murray, del Instituto de la Empresa Competitiva, estaría de acuerdo con Horowitz. En su monografía del 2016 Punching the Clock on a Smartphone App? The Changing Nature of Work in America and Regulatory Barriers to Success, él escribió, “La economía de hoy está delimitada por leyes diseñadas para una era industrial anterior.”

“Reglas rígidas de trabajo,” escribe Murray, “pueden hacer que una empresa sea no competitiva y pueden no ser apropiadas para las circunstancias particulares de los trabajadores individuales.” Agrega él,

“La negociación colectiva es una respuesta pobre para el cambio hacia acuerdos laborales más flexibles y empresariales, que han estado teniendo su lugar durante medio siglo.”

Mirando al tema de los beneficios, al igual que Horowitz, Murray arguye en favor de un “vehículo portátil de beneficios” que evolucione dentro del mercado. Él escribe (He writes):

“Una parte de la definición regulatoria tradicional de “empleado” es los beneficios ̶ seguro médico y otras ventajas, pagadas por el patrono. Este modelo de la Segunda Guerra Mundial necesita encarecidamente una actualización. Gente diferente tiene necesidades diferentes, y ellos no deberían ser cautivos de un único plan de salud médica, dental o de pensión. Como lo señala el historiador David Beito, este modelo puede atar injustamente a trabajadores con empleos que a ellos no les gustan y con buena razón. Los trabajadores merecen algo mejor.”

Beito y Murray apuntan a “las organizaciones fraternales del siglo XIX, las que ofrecían seguros en conjunto para los trabajadores en forma de pago por enfermedad y otras protecciones, antes del surgimiento de las versiones socializadas del siglo XX.” Evidencia histórica como esta demuestra que el mercado puede resolver el problema de brindar beneficios a los trabajadores en la economía de concierto.

LA LIBERTAD NATURAL

Murray nos lleva al concepto de Adam Smith de “libertad natural,” introducido en el libro de Smith La Riqueza de las Naciones (An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations). Smith afirmó que las políticas gubernamentales que promueven u obstaculizan a algunas industrias, destruyeron la riqueza de una nación. En palabras de Smith, la alternativa al favoritismo gubernamental es la libertad natural:

“Todos los sistemas de preferencia o de restricción, siendo eliminados por completo, se establece por sí mismo el sistema obvio y simple de libertad natural. Todo hombre, siempre que no viole las leyes de la justicia, queda perfectamente en libertad para perseguir su propio interés a su manera, y para que tanto su industria como su capital compitan con los de cualquier otro hombre.”

Smith afirma que no hay forma en que el gobierno pueda obtener el conocimiento para, efectivamente, dirigir el empleo:

“El soberano se verá librado completamente de una actividad, cuyo ejercicio lo expondrá a desilusiones constantes y para la que ninguna sabiduría humana o conocimiento puede ser suficiente, cual es la obligación de supervisar la actividad privada y de dirigirla hacia las ocupaciones más ventajosas para la sociedad.”

Murray muestra cómo la economía de concierto, la que emplea a miles de trabajadores agentes libres, “es un buen ejemplo del renacimiento de la libertad natural.”

Murray explica que usando “certificaciones de colaboración abierta o externalizada [Nota del traductor: del inglés “crowdsourcing”] para construir la confianza… [las empresas de economía compartida] convierten en redundantes a los reguladores. Ellas también crean nuevos mercados que, en primer lugar, los reguladores nunca habían considerado.” De forma importante, “Algunas industrias altamente reguladas pueden encontrarse desplazadas por la creación de estos nuevos mercados.”

El Director de Contendido de la Fundación para la Educación Económica (FEE), Dan Sanchez, señaló que, el mismo día en que Apple presentó sus nuevos iPhones (its new iPhones), California aprobó una ley que paraliza la economía de concierto. Sánchez hizo la observación de que,

“Los dos acontecimientos simultáneos ofrecieron un enorme contraste: empresarios progresistas que continuaban creando nuevas posibilidades, a la vez que políticos reaccionarios luchaban por acabar con esas posibilidades.”

Aquellos en la creciente economía de concierto y los empresarios que las facilitan -los “agentes de lo posible,” en palabras de Sánchez- prevalecerán.

Mientras que me encontraba en un hostel de jóvenes en Suiza en los años setentas, jóvenes de Europa me explicaron cómo ellos deseaban irse a vivir a California. Estaban airados con Vietnam, pero los Estados Unidos seguían siendo la tierra de la oportunidad. Y, para ellos, California era el símbolo mayor de oportunidad. ¡Tanto que ha cambiado desde aquel entonces!

California se ha deshecho de su promesa como un centro liberal de oportunidad. Con controles de alquileres en todo el estado (statewide rent controls), leyes draconianas que restringen la libertad médica (restricting medical freedom), enfermedades medievales que retornan (medieval diseases making comebacks) a las calles de sus ciudades y culturas en exceso políticamente correctas (politically correct cultures) en sus empresas de tecnología, California tiene una de las peores calificaciones sobre libertad económica y personal (for personal and economic freedom) en Estados Unidos.

Al retroceder la libertad en California, la gente votará con sus pies. La pérdida de California será una ganancia para ciudades como Boise, Idaho. Los trabajadores de concierto, con acuerdos de empleo trabajando en sus hogares, no se ven limitados por las líneas fronterizas. Al irse trasladando, ellos ayudarán a expandir la libertad natural.

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es autor de The Inner-Work of Leadership [The Inner-Work of Leadership]. Para recibir los ensayos de Barry, suscríbase en Mindset Shifts.