LECCIONES DE ECONOMÍA PARA BERNIE SANDERS

Por Antony Davis & James R. Harrington

Fundación para la Educación Económica
Lunes 16 de setiembre del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, con letras en rojo, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/economics-l...ernie-sanders/

El senador Sanders crecientemente se está desesperando por recapturar el momento que él tuvo en una ocasión. Sin embargo, todo lo que ahora él puede hacer es apuntar con el dedo de la culpa a una lista creciente de villanos.

En este instante es difícil decir si la campaña presidencial de Bernie Sanders está tambaleándose debido a que sus ideas han ido de mal en peor o que sus ideas están empeorando porque su campaña presidencia decae. Independientemente de la causalidad, ambas cosas sin duda son ciertas. Hace tan sólo tres meses (three months ago) Sanders estaba sólidamente en segundo lugar con un 24 por ciento de apoyo. Ese número se ha desplomado a menos de un 17 por ciento. En el mismo lapso, Elizabeth Warren ha pasado de alrededor de un 6.5 por ciento a más de un 16 por ciento, sólo medio punto porcentual por detrás de Sanders.

EL JUEGO DE SANDERS DE ATRIBUCIÓN DE LAS CULPAS

Es claro que la mejor oportunidad de Sanders para llegar a la Casa Blanca se dio hace cuatro años, y que su carrera del 2016 en esta ocasión no se está traduciendo en un éxito. Al hacerse esto más evidente, el senador Sanders crecientemente se está desesperando por recapturar el momento que él tuvo en una ocasión. Sin embargo, todo lo que ahora él puede hacer es apuntar con el dedo de la culpa a una lista creciente de villanos.

Esta vez, son “los medios masivos.” Más específica, y predeciblemente, son Google y Facebook.

En una página abierta de fines de agosto en el Columbia Journalism Review op-ed, Sanders opinó que los Estados Unidos no tiene un “periodismo suficientemente verdadero” pues “muchas fuentes están siendo destruidas por las fuerzas de la avaricia que están saqueando a nuestra economía.”

El error que subyace apenas bajo la superficie de este alegato es el mismo error que ocasiona que todas las propuestas económicas de Sanders se descarrilen. Bernie Sanders simplemente no tiene ni idea del papel que juegan las utilidades en una economía. Debido a esto, él cándidamente iguala a las “utilidades” con la “avaricia.”

LA VERDAD ACERCA DE LAS UTILIDADES

Por supuesto que las empresas buscan obtener utilidades; siempre lo han hecho. Lo hicieron antes de la actual burbuja de la educación superior, antes de la burbuja de la vivienda de los años 2000, antes de la burbuja del mercado de valores de los años 1990 y antes de la burbuja de los metales preciosos de los años 1970. Incluso las empresas buscaron lograr ganancias antes de la Revolución Industrial ̶ una época que, es de presumir, Sanders no caracterizaría como siendo “destruida por la avaricia.”

Sanders pierde su rumbo, independientemente del tipo de persona avariciosa que él está demonizando, al ignorar dos hechos importantes.

En primer lugar, las empresas siempre buscan obtener ganancias porque los seres humanos que las manejan quieren cosas. Esto es cierto sin importar si el sistema político abraza los mercados libres o si requiere de un socialismo completo. ¿Por qué? Porque es la naturaleza humana querer cosas, y las utilidades, independientemente de cómo sean adquiridas, hacen posible que la gente obtenga lo que quiere.

En segundo lugar, sólo hay dos formas por las cuales una empresa puede obtener utilidades. Una es ofreciéndoles a los consumidores productos que ellos quieren tanto, que están dispuestos a entregar su dinero por ellos. La otra es ofreciéndoles a los políticos favores, contribuciones y consideraciones que aprecian tanto, que ellos toman el dinero de los consumidores y se lo dan a las empresas que los políticos prefieren. Increíblemente, cada una de las propuestas económicas de Sanders involucra este último enfoque.

¿Están los medios masivos buscando obtener utilidades? Sí. ¿Qué otra cosa harían esos medios masivos? Pero, para lograr esas utilidades, ellas tienen que darle a la gente lo que ella quiere. Si es que hay un problema con los medios de comunicación, este no se origina en los medios, sino en las preferencias de la gente.

Sanders apunta a las 1.400 comunidades que ha perdido sus periódicos locales, como prueba positiva de que el gobierno necesita intervenir el mercado de las noticias ̶ algo que promete hacer si llega a ser electo presidente. Lo que él no parece entender es que aquellos medios de noticias dejaron de ser negocios precisamente porque la gente en las comunidades no apoyó esas fuentes mediáticas. ¿Por qué no? Porque esos medios noticiosos estaban vendiendo cosas que la gente simplemente no quería comprar. Ahora bien, Bernie Sanders quiere gastar dólares provenientes de impuestos para apoyar a esos periódicos, por tanto, obligando a la gente a pagar por nuevos productos que ya se han demostrado que ella no quiere.

En resumen, él está diciendo que él sabe mejor lo que la gente debería querer, que como lo hace la propia gente. Pero, él no lo sabe mejor y así lo prueba con regularidad, razón por la que, primer lugar, su campaña se está derrumbando.

Este artículo se reimprime de Newsday.


El doctor Antony Davies es el compañero distinguido Milton Friedman de la Fundación para la Educación Económica, profesor asociado de economía en la Univesidad Duquesne y co-anfitrión del podcast Words & Numbers.

James R. Harrigan es director administrativo del Center for Philosophy of Freedom en la Universidad de Arizona, y el profesor distinguido F.A. Hayek de la Fundación para la Educación Económica. Él es también coanfitrión del podcast Words & Numbers.