LA AMENAZA DE TASAS DE INTERÉS ARTIFICIALMENTE BAJAS

Por Pavel Mordasov

Fundación para la Educación Económica
Sábado 17 de agosto del 2019

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/the-threat-...nterest-rates/

La decisión de la Fed de reducir las tasas ha sufrido el rechazo de dos funcionarios de la Fed: Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston y de Esther George, presidenta del Banco de la Reserva Federal de Kansas City.

Este mes, bajo la guía de Jerome Powell, la Reserva Federal anunció (announced) que recortaba sus tasas de interés, por primera vez desde la crisis financiera del 2008. Este recorte de 25 puntos porcentuales en la tasa es un descenso de un 2.5 por ciento a un 2.25 por ciento. El razonamiento (reasoning) de Powell para esta disminución en la tasa fue brindar un “ajuste a mitad del ciclo,” en un intento, tanto de estabilizar la economía, como de crear un crecimiento adicional en el mercado, sin encarar la posibilidad de entrar en recesión como respuesta a un crecimiento global débil y la incertidumbre de la política comercial (weak global growth and trade policy uncertainty).

La decisión de la Fed de reducir las tasas ha sufrido (received) el rechazo de dos funcionarios de la Fed: Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston y de Esther George, presidenta del Banco de la Reserva Federal de Kansas City, quienes querían mantener igual a las tasas. Incluso el presidente Trump, quien ha sido crítico sin pelos en la lengua (outspoken critic) de la Fed por elevar mucho las tasas desde que nombró a Powell, quedó insatisfecho incluso al lograr tasas más bajas que quería. Él tuiteó:

“Lo que el Mercado quería escuchar de Jay Powell y de la Reserva Federal es que este era el inicio de un extenso y agresivo ciclo de recorte de tasas, que iría al compás de China, la Unión Europea y de otros países alrededor del mundo…”

2:41 pm- 31 de julio del 2019

Los recortes de las tasas por la Fed parecían haber impulsado a diversos bancos centrales alrededor del mundo para que recortaran agresivamente sus tasas de interés. Por ejemplo, el Banco de Reserva Federal de Nueva Zelandia disminuyó su tasa de interés en 50 puntos porcentuales (50 basis points) desde 1.5 por ciento a 1 por ciento, el Banco de Reserva de la India redujo sus tasas en 35 puntos porcentuales (35 basis points) desde 5.50 por ciento a 5.15 por ciento y el Banco de Tailandia rebajó sus tasas en 25 puntos porcentuales, desde 1.75 por ciento a 1.5 por ciento. Estos recortes en las tasas están dándose para contrarrestar (35 basis points) un débil crecimiento global y la escalada de tensiones comerciales, así como para estimular la producción doméstica correspondiente de cada nación.

DEMANDAS DE MÁS RECORTES DE TASAS

De nuevo, el presidente Trump reaccionó a las noticias de los tres recortes de tasas tuiteándole (tweeting) a la Fed para que redujera las tasas. “Ellos deben hacer AHORA un Recorte de Tasas mayor y más rápido y detener su ridícula restricción cuantitativa,” dijo él. Tales afirmaciones del presidente recuerdan el comportamiento de horda en que si ellos (otras naciones) está reduciendo tasas, nosotros (los Estados Unidos) también debemos hacerlo. Esto se parece a cuando un niño está a punto de hacer alguna tontería que puede ser dañina, y sus padres le confrontan preguntando, “si sus amigos brincan desde un puente, ¿también usted brincaría?” Obviamente, el niño tendrá un mejor conocimiento después de que el padre ha intervenido, pero, ¿quién es el padre en esta situación? ¿Quién va a confrontar al presidente acerca del hecho de que, lo que él quiere que suceda, puede ocasionar más daño que bien en el largo plazo?

Aunque esas podrían no ser las intenciones del presidente Trump, una cosa de la que se puede estar seguro es que, en su tuit, el presidente afirmó que quiere que los Estados Unidos permanezcan siendo competitivos. No obstante, reducir las tasas de interés ¿lograría aún más la vía apropiada para estimular la economía? Bueno, todo el cambio en las tasas de interés depende de los motivos.

Si los motivos del presidente son para su reelección, entonces, lograr que la Fed disminuya las tasas de interés elevaría sus posibilidades de ello, artificialmente estimulando a la economía en el corto plazo, al abaratar el crédito. Por el contrario, si los motivos del presidente son desarrollar un crecimiento económico real, entonces, el descenso en las tasas de interés por la Fed sólo ocasionará una prolongación de la expansión artificial del crecimiento. que, más tarde o más temprano, se hundirá cuando las tasas empiecen a aumentar hacia sus niveles naturales.

LOS EFECTOS DE LAS TASAS DE INTERÉS

Cuando se reducen las tasas de interés, se abarata pedir prestado. Al ser más barato el crédito, se incentiva a que los negocios obtengan una ventaja con las tasas más bajas, que pidan prestado más para ayudar a estimular la economía. Durante este proceso, los proyectos que se consideraron no rentables, se hacen rentables al declinar los costos de pedir prestado. Sin embargo, el desafío es cuando las tasas empiezan a subir, la rentabilidad del proyecto se empieza a evaporar, lo que ocasiona que las empresas busquen otras avenidas para recortar costos, a fin de mantener su utilidad, ya sea mediante despidos o un descenso en la calidad de su producto, todo lo que afecta su ventaja competitiva. Otras empresas que no son afortunadas y requieren pedir más fondos prestados, pueden terminar abandonando todo el proyecto, tan pronto como descubran su no rentabilidad por el aumento en los costos de pedir prestado.

Para poner las cosas en perspectiva, los economistas ya han sacado (stressed) las banderas rojas de una recesión que se vislumbra en los mercados de Estados Unidos, considerando que estamos en el ciclo en alza más largo (longest) de su historia. Si la Fed decide reducir las tasas aún más, Estados Unidos enfrentará la posibilidad de agregar un estrés adicional tanto sobre familias como empresas, cuando, de nuevo, las tasas empiezan a ascender. En la actualidad, en el primer cuatrimestre del 2019, la deuda de las familias se acerca a los $13.67 millones de millones ($13.67 trillion) -en su decimonoveno cuatrimestre consecutivo desde el 2008- y le acompaña una deuda corporativa no financiera que llega a $9.92 millones de millones (Ver gráfico 1.1).

El gráfico “1.1: Niveles de deuda de valores y préstamos, y de préstamos corporativos no financieros de empresas, período 1 de enero del 2009 hasta 1 de enero del 2019,” puede encontrarse en https://fee.org/articles/the-threat-...nterest-rates/ Fuente: Gobernadores del Sistema Reserva Federal de los Estados Unidos (Board of Governors of the Federal Reserve System (US))

¿Es una reducción de las tasas de interés para estimular un endeudamiento adicional, lo que Estados Unidos necesita, considerando que las deudas de familias y empresas están en su punto histórico más alto? ¿Cómo reaccionaremos si las tasas de interés empiezan a aumentar? Si las tasas se elevan, podemos esperar que los ingresos de los hogares y el capital de las empresas, que discrecionalmente han reservado, empiecen a encogerse por el aumento en los costos de pedir prestado en adición.

LOS RIESGOS VERDADEROS

La noción peligrosa, de que necesitamos reducir las tasas para aumentar la producción, a expensas de otra caída, enfrenta el riesgo no sólo de un colapso del mercado, sino también, posiblemente, de elevar la desconfianza de la sociedad en los principios del libre mercado. Con posterioridad a la crisis de las hipotecas, la economía cayó en una recesión severa. El desempleo llegó al 7.2 por ciento, dejando sin empleo a 11.1 millones (11.1 million) de civiles. El colapso del sistema financiero fue resultado de préstamos irresponsables de los bancos, debido a una alteración de las tasas de interés y programas patrocinados por el gobierno para ayudar a estimular (encourage) la propiedad de viviendas, creando una demanda artificial. Frustrados, miles de civiles se unieron a movimientos populistas, como Occupy Wall Street, y equivocadamente muchos culparon al capitalismo, en vez de al verdadero responsable: la Reserva Federal y la intervención gubernamental en los mercados.

Si Estados Unidos ingresa en una recesión similar a la del 2008, esto puede desatar otro movimiento como Occupy Wall Street, que podría precipitar más llamados en favor de una intervención gubernamental en el mercado. La probabilidad de una situación como esta no puede subestimarse, considerando que un 55 por ciento (55 percent) de jóvenes (de edad entre 18 y 29) hoy favorece al socialismo por encima del capitalismo; también debe notarse que esa cohorte es ahora casi igual (about equal) en población a la generación de la postguerra, que comprende un 31 por ciento de la población.

Aquellos que no están bien versados en economía pueden fácilmente ser persuadidos por la retórica populista, de gente como Berni Sanders o Elizabeth Warren, quienes han pasado la totalidad de sus carreras políticas promoviendo una mayor intervención gubernamental en la provisión de estabilidad e igualdad económica.

Pero, estos movimientos populistas no tienen por qué darse -o, al menos, podrían minimizarse en su tamaño- si no tenemos a una Reserva Federal que manipula las tasas de interés para estimular la economía. Sólo por medio de la educación, la gente puede descubrir que estos ciclos de auge-caída no son un rasgo inherente al capitalismo, sino a la intervención del banco central, la que altera la oferta de crédito al manipular las tasas de interés.

Sólo porque otras naciones estén intentando aumentar su crecimiento económico mediante la actividad bancaria centralizada y la manipulación del crédito, no significa que es una política prudente a ser seguida por Estados Unidos. Terminemos con las palabras del economista Ludwig von Mises, quien dijo (said):

“Cierto que los gobiernos pueden reducir el tipo de interés a corto plazo. Pueden emitir cantidades adicionales de papel moneda, pueden abrir el camino a la expansión bancaria del crédito, y de esta manera crear una bonanza artificial y la apariencia de prosperidad. Pero una prosperidad de ese género está condenada a hundirse tarde o temprano y a traer la depresión.”



Pavel Mordason es un estudiante de la Universidad de Southern New Hampshire, especializándose en Matemáticas, con especialidad secundaria en Economía y un interés en teoría monetaria. Pavel también maneja un blog llamado Contrarian Thought (www.contrarianthought.com).