EL COSTO ECONÓMICO DEL SOCIALISMO CUBANO

Por Daniel J. Mitchell

Fundación para la Educación Económica
Viernes 2 de agosto del 2019

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/the-economi...ban-socialism/

Cuba tiene una historia triste. Cambió una dictadura regular por una dictadura comunista hace seis décadas y los resultados han sido predeciblemente horrendos.

Cuba tiene una historia triste. Cambió una dictadura regular por una dictadura comunista hace seis décadas y los resultados han sido predeciblemente horrendos (predictably awful).

La opresión, la persecución, el racionamiento, el espionaje, la precariedad y el sufrimiento son hechos de la vida.

Durante un tiempo, fue subsidiada por la Unión Soviética, pero ese sistema comunista eventualmente colapsó (eventually collapsed). Más recientemente, ha sido subsidiada por Venezuela, pero ahora ese sistema socialista también está colapsando (also is collapsing).

Y esto significa un sufrimiento extra para el pueblo de Cuba.

Fotografías que presentan una comparación entre La Habana capitalista de 1959 y la Habana socialista del 2019, así como entre Hong Kong en 1959 y Hong Kong en el 2019, pueden verse en https://fee.org/articles/the-economi...ban-socialism/

LA PLANIFICACIÓN CENTRAL DESTRUYE LAS ECONOMÍAS

José Niño explica (explains) una de las amargas consecuencias de la planificación central de Cuba.

“Cuba está poniendo en práctica un programa de racionamiento para combatir su propia escasez de productos básicos. Un reporte (report) de la CBC [La Corporación Canadiense de Radiodifusión] indica que ese programa cubriría artículos básicos como pollo, huevos, arroz, frijoles y jabón…. Cuando Fidel Castro se apoderó del control de Cuba en 1959, el estado cubano mantuvo un férreo control de la economía. Durante décadas, el país ha sido un cuartel estatal comunista, con muy poco respeto por los derechos de propiedad…

Debido a los trastornos económicos causados por el control estatal de muchas industrias, el gobierno ha tenido que darles a sus ciudadanos Libretas de Abastecimiento, para racionar productos básicos (basic goods) como arroz, azúcar y fósforos… El comportamiento político reciente de Cuba indica que el liderazgo del país todavía no entiende de economía básica… Después de más de 50 años de abrazar la gobernabilidad socialista, Cuba tendrá que aprender que necesita adherirse a principios económicos básicos, si es que quiere romper con su largo ciclo de pobreza.”

Curiosamente, todavía hay algunos defensores de la dictadura cubana.

Escribiendo para CapX, Kristian Niemietz pondera (ponders) este persistente semi apoyo desde la izquierda hacia Cuba (semi-support for Cuba).

“… los experimentos socialistas usualmente pasan por tres etapas, en términos de su recepción por intelectuales de Occidente. El primero es el periodo de luna de miel, durante el cual aquellos son ampliamente considerados como un ejemplo del socialismo “verdadero” en acción. El segundo es un período de defensa furibunda, durante el cual se reconocen algunos de los fracasos del sistema, pero se responsabiliza de ello a restricciones externas. La tercera etapa es la etapa del repudio retroactivo: ahora los intelectuales alegan que el país de referencia nunca fue socialista, y que siquiera mencionarlo es una pantalla barata.

La recepción Occidental de la Unión Soviética, la China Maoísta, Vietnam y, más recientemente, Venezuela, siguió este patrón al pie de la letra. Cuba, en contraste, está un poco fuera de ese patrón. Puede ser que ya no atraiga un entusiasmo extendido, pero el socialismo cubano nunca ha seguido por completo el camino del socialismo Soviético, Maoísta, Vietnamita o de Corea del Norte.”

Robert Lawson y Benjamin Powell tienen un libro (a book) acerca del estatismo y del socialismo que es muy informativo. Pero, a la vez, muy entretenido.

He aquí algunas porciones de su capítulo acerca de una visita a Cuba.

“En economías dirigidas por el gobierno, una cantidad desproporcionada de dinero se gasta en lo que desean los líderes políticos ̶ típicamente, un gran equipo de deportes olímpicos y unos pocos casos de hoteles y restaurantes, que sirven de escaparate para impresionar a los extranjeros. En el caso de Cuba, esto incluye el caso del opulento Hotel Nacional… Pero, íbamos en una misión para ver cómo era la vida dentro del sistema socialista de Cuba. No podíamos experimentar eso bebiendo Cuba libres en un hotel de lujo… Antes de la revolución, Cuba tenía una vibrante clase media urbana, junto con una pobreza rural extendida. Los socialistas del siglo 21 dijeron que el socialismo traería una mayor igualdad y le ganaría en producción al capitalismo, al poner fin a una competencia derrochadora, a los ciclos de los negocios y a los monopolios depredadores.

El socialismo no ha producido los bienes que prometió en Cuba, ni en ningún otro lado. Hoy, Cuba es un país pobre, empobrecido por el socialismo. El socialismo también les brinda un tremendo poder a funcionarios y burócratas gubernamentales, quienes son los planificadores del sistema ̶ y con ese poder vienen la corrupción, el abuso y la tiranía. No es un accidente que los peores democidios [Nota del traductor: término creado por el politólogo R.J. Rummel para disponer de un concepto más amplio que la definición legal del genocidio] del siglo veinte ocurrieron en países socialistas, como la Unión Soviética, la China Comunista, y la Alemania Nazi (Nacional Socialista).”

El libro es básicamente el diario de un viaje, mezclado con observaciones económicas que oscilan entre lo divertido y lo horrendo.

EL CHE NO ES BUENO

Los hoteles no son buenos.

“El edificio en decadencia del Hotel Tritón era un tributo que se derrumbaba de los problemas de la planificación centralizada de Cuba. Cuba tenía recursos para llevar a cabo grandes inversiones de capital en empresas manejadas por el gobierno, cuando recibía ayuda de la Unión Soviética. Pero, muchos de esos hoteles no pueden generar los suficientes ingresos para mantener la inversión inicial. Entonces, los planificadores del gobierno tuvieron que escoger cuáles hoteles subsidiar para impedir su declinación. El Hotel Tritón quedó por fuera.

Se estaba pudriendo por dentro y por fuera. Y, a nadie le importó porque nadie era su dueño. …En una economía capitalista, los empresarios crean empresas que logran ganancias, las cuales las obtienen complaciendo a sus clientes. Pero, en un sistema socialista, un burócrata decide cuál negocio puede abrir, en dónde puede operar y qué puede vender, y a él realmente no le importa lo que el consumidor piensa. Adoptar un sistema socialista es como convertir totalmente a la economía en un gigantesco Departamento de Vehículos Automotores.”

Las compras no son buenas.

“En el centro de La Habana, era impactante la ausencia de comercio que no fuera el relacionado con tabaco, alcohol o sexo. Los habaneros viven en esos vecindarios. Así que, ¿en dónde realizaban sus compras?... Nos encontramos con un negocio que era una habitación abierta grande, con cielos rasos altos y columnas de cemento de apoyo. …detrás de un mostrador, a la par de una escalera, había anaqueles con botellas de ron, cajas de la cola local, unos pocos bienes enlatados, cartones de huevos, y grandes sacos de arroz. Una fila de cubanos hacía sus compras al ir a ese mostrador. El lugar era una mezcla extraña, en algún lugar entre la peor versión imaginable de una cafetería de una escuela primaria y un negocio de alimentos, en donde el 95 por ciento del inventario era inexistente.”

Los lugares para comer no son buenos.

“…decidimos en nuestra última noche en la isla, tratar de cenar en un restaurante ‘italiano’ que está en la calle principal entre el asqueroso Hotel Caribeño y el Capitolio. Nos desilusionamos al ver que lo de italiano era nada más que unas pocas pizzas básicas y un par de tipos de pasta, junto con los mismos platos de pollo, cerdo, mariscos y carne que encontramos en otras partes. Ordenamos dos cervezas y ‘mozzarella al horno,’ como aperitivo.

Decir que era el equivalente al taco de queso con pedazos de tomate de Taco Bell, sería un insulto para Taco Bell. Era una olla vaporosa de grasa con una sustancia viscosa. …la mayoría de los cubanos no puede pagar la comida en los lugares en que comimos, y el sistema económico socialista de Cuba ni siquiera puede brindar variedad a los turistas ricos. Después de una semana, estábamos cansados de la comida. Pero, nosotros nos podíamos ir; los cubanos estaban atados a su horrible comida (fuera de los restaurantes privados), a ingredientes limitados y poca variedad, en el tanto estén atados por el socialismo.”

Y el Che no es bueno.

“Desafortunadamente para los cubanos, el Che no era ni siquiera tan bueno en planificar la producción, como lo habían sido los capitalistas cuando emplastaron su imagen en mercancías. Durante los pasos del Che como jefe del Banco Central de Cuba, como ministro de finanzas y como ministro de la industria, Cuba no sólo falló en industrializarse (como se había prometido), sino que su producción de azúcar colapsó y se introdujo un severo racionamiento.”

EL POTENCIAL DE CUBA

Sin embargo, los cubanos son muy buenos, al menos cuando no están debajo de la tiranía del socialismo.

“Estuvimos en la Pequeña Habana, en Miami. El contraste entre la Pequeña Habana y la cosa verdadera empezó incluso antes de que saliéramos de nuestro Uber. El viaje de media hora en ese carro nos costó tan sólo $13.72, en vez del absurdo costo de los taxis en Cuba. …A diferencia de los negocios en Cuba, esta tienda tenía cientos de artículos diferentes a la venta. …nos dirigimos a cenar a un restaurante. El menú de seis páginas contenía más opciones que lo que habíamos visto en todos los restaurantes de Cuba combinados.

…la cocina cubana es excelente ̶ pero no cuando es servida en Cuba. No es culpa de los cubanos. Es el hecho de que el socialismo es un asco. Los cubanos bajo un sistema socialista permanecen siendo pobres y comen una comida desabrida. A sólo noventa millas, los cubanos que viven Miami se han enriquecido y prepararan una comida maravillosa. La misma gente, dos sistemas económicos diferentes, dos resultados drásticamente diferentes, en lo económico ̶ y en lo gastronómico.”

A propósito, recomiendo el libro.

Hay capítulos acerca de Sweden, Venezuela, North Korea, China, Georgia, y Rusia/Ukraine.

Mi contribución de hoy consiste en este gráfico que muestra el crecimiento económico per cápita de varias naciones latinas, obtenidas de la base de datos de Maddison (the Maddison database). Al momento de la revolución, Cuba (ver línea anaranjada) era una de las naciones más ricas. Ahora se ha quedado rezagada.

El gráfico mencionado en el párrafo previo puede verse en https://fee.org/articles/the-economi...ban-socialism/

Siempre es útil mirar décadas de datos, porque parpadeos de corto plazo no son un factor. En vez de ello, usted realmente aprende mucho cuando las naciones están disfrutando de un buen crecimiento y cuando unas están estancándose.

Lo que hoy hemos aprendido es que la gente de Cuba es pobre debido a una horrenda política económica (awful economic policy). Otras naciones (la mayoría de las cuales empezaron con una forma peor) se han enriquecido.

Una política perfecta sería algo grandioso, pero, incluso una política decente (decent policy) crea suficiente “espacio para respirar” (breathing room), para lograr prosperar más. Desafortunadamente, incluso eso no es permitido en Cuba.

P.D. Para un poco de humor no intencional relacionado con Cuba, ver aquí (here) y aquí (here).

Este artículo se reimprime con el permiso de International Liberty.

Daniel J. Mitchell es compañero sénior del Instituto Cato, quien se especializa en política fiscal, particularmente en reforma tributaria, competencia internacional en impuestos y en el peso económico del gasto del gobierno. También sirve en el directorio editorial de Cayman Financial Review.