EL INDIVIDUALISMO INTELECTUAL DE STEVEN PINKER VUELVE LOCOS A SUS CRÍTICOS

Por Oliver Wiseman

Fundación para la Educación Económica
Lunes 8 de julio del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/steven-pink...-critics-crazy

Steven Pinker es uno de los intelectuales públicos más influyentes en el mundo y es profesor de psicología en Harvard. También es algo peligroso: un librepensador.

Hace pocos años, el académico y activista del ala izquierda, David Graeber, apeló por ayuda a sus seguidores en Twitter.

“¿Conoce alguien cualesquiera refutaciones que tengan a mano a los números neoliberales/conservadores acerca del progreso social durante los últimos 30 años?,” preguntó él. “Una y otra vez veo a esas personas poniendo mensajes populares con un # que dicen que han declinado fuertemente la pobreza absoluta, el analfabetismo, la mala nutrición en los niños, el trabajo infantil, que la esperanza de vida y los niveles de educación han aumentado en todo el mundo, mostrando así que la era del ajuste estructural, etcétera, era cosa buena.”

Me impacta con altamente imposible que esos números sean correctos, o, en todo caso, que tales mejoras se deban a la privatización, etcétera. Es claro que eso es montado por centros de pensamiento del ala derecha. A pesar de lo anterior, ¿en dónde están los números de los otros lados? No he encontrado refutaciones claras.”

EL PROGRESO DE LA HUMANIDAD

La petición de Graeber -que reveladoramente parece que no ha rendido respuestas especialmente útiles- se dio antes de que Steven Pinker publicara su libro más reciente, pero anticipa perfectamente la reacción negativa que ha provocado Enlightenment Now [En Defensa de la Ilustración: Por la razón, la ciencia, el humanismo y el progreso] ̶ en especial de la izquierda.

Algunos autores se encuentran en medio de una oleada de debates ante un mundo que sigue adelante con rapidez. En Defensa de la Ilustración, que ha sido comentado para CapX por Marian Tupy cuando se publicó (which was reviewed for CapX by Marian Tupy when it was published) el año pasado, ha empezado una polémica con una inusualmente larga cola.

Pronto el libro estuvo en la lista de los más vendidos del New York Times, y ha sido recibido con aprecio por mucha gente que vale la pena escuchar. Por ejemplo, Bill Gates, lo llama mi “nuevo libro favorito de todos los tiempos” (new favourite book of all time). Un gran elogio de una fuente importante y merecidamente, razón por la qué estoy tan entusiasmado con que el profesor Pinker sea el invitado de esta semana, al podcast de CapX, Libre Intercambio (Free Exchange).

No obstante, para otros la intención En Defensa de la Ilustración de trazar el progreso que la humanidad ha tenido en los últimos siglos -y atribuir ese progreso a las ideas de la ilustración que transformaron nuestra política, economía y sociedades- refuta su visión del mundo tan profundamente, que todo acerca de él debe resistirse con furia.

¿ESTÁ PROGRESANDO EL MUNDO?

No es solo Graeber, cuya mente ideológicamente saturada significa que él no puede ver el progreso cuando lo mira fijamente a la cara. Hay está un defensor del “decrecimiento, Jason Hickel, de cuya gimnasia mental he escrito con anterioridad (mental gymnastics I have written about before). Son impresionantes las contorsiones que hace cuando trata de negar las que son probablemente las buenas noticias más importantes de la historia humana, tal como se cuentan en En Defensa de la Ilustración. (La respuesta de Pinker puede encontrase aquí (can be found here.))

En otras partes, las críticas no han sido más moderadas o decorosas. Considere, por ejemplo, a Nathan J. Robinson, editor de la revista del ala izquierda Current Affairs, quien recientemente calificó (recently dubbed) al psicólogo de Harvard como “el hombre más molesto del mundo”.

Estas quejas son la punta del iceberg. Sin duda que parte de la frustración surge del hecho de que, para mucho en la izquierda, Pinker debería ser Uno de los Nuestros. Él es uno de los intelectuales públicos más influyentes del mundo y un profesor de psicología en Harvard. Él ha sido un donante del partido demócrata. ¿Cómo se atreve a dar munición a los asquerosos librecambistas? ¿Cómo se atreve a elegir a Quillette -revista hogareña de la “red oscura intelectual”- como el lugar para responder las críticas que se le han hecho a En Defensa de la Ilustración? Y, ¿cómo se atreve a usar su plataforma para diseminar verdades inconvenientes?

La respuesta, por supuesto, es que Pinker es un liberal clásico en el mejor sentido de la palabra, de mentalidad abierta y guiado por la evidencia en su pensamiento y comprometido con los valores de la ilustración que él acredita para que el mundo se haga un lugar más rico, más seguro y más feliz.

EL OPTIMISMO, EL PESIMISMO Y EL POSIBILISMO

Señalar eso no lo convierte a usted en un optimista ingenuo ̶ o en un ciego antes los verdaderos problemas existentes. Cuando llega a desafíos futuros sustanciales, como el cambio climático, Pinker cita la distinción que hace el economista ganador del premio Nobel, Paul Romer, entre

“el optimismo complaciente, el sentimiento que tiene un niño que espera regalos en la mañana de la Navidad, y el optimismo condicional, el sentimiento que tiene un niño que desea una casita en el árbol y se da cuenta de que, si consigue madera y clavos y persuade a otros niños para que le ayuden, él puede construir una.”

También cita al desaparecido Hans Rosling, quien, al preguntársele si él era un optimista, respondió, “Yo no soy un optimista. Soy un posibilista muy serio.” [Nota del traductor: “posibilismo” es la tendencia a aprovechar las posibilidades existentes para conseguir los objetivos que se pretenden.]

Y, como dijo Pinker cuando le hablé acerca del episodio más reciente de Libre Intercambio (y en donde él fue mi último huésped),
“Yo no plantearía el argumento lunático de que deberíamos ignorar los problemas. Todo lo contrario. Es solo cuando usted reconoce los problemas que usted los resuelve. Pero, nuestro entendimiento del mundo debe ser tan preciso como sea posible. No hay beneficio en creer que las cosas han empeorado, cuando en realidad han mejorado… Del todo no existe ventaja en ser engañado acerca del curso de la historia.”

“No es un asunto de ver el vaso medio vacío o medio lleno,” dijo él, “es un asunto de darse cuenta de los hechos.”

Usted puede escuchar el episodio completo aquí (here), suscribirse vía iTunes (subscribe via iTunes) o como sea que usted escucha a los podcasts.

Este artículo se reimprime con el permiso de CapX.

Oliver Wiseman es subdirector de CapX.