Hong Kong continúa su lucha por conservar su autonomía y sus libertades.

DEMOSTRACIONES PACÍFICAS MASIVAS PROTEGEN LA AUTONOMÍA DE HONG KONG ANTE CHINA ̶ POR EL MOMENTO

Por Kelly Chernin

Fundación para la Educación Económica
Miércoles 19 de junio del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/mass-peacef...china-for-now/

Si se aprueba esa ley, tendrá un efecto amedrentador sobre demostraciones democráticas futuras en Hong Kong.

Manifestantes en Hong Kong han logrado una importante victoria en su lucha por proteger su sistema legal de la interferencia de China.

El 15 de junio, en respuesta a la resistencia popular masiva (massive popular resistance), la Directora Ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, anunció que ella suspendería la votación sobre una nueva ley propuesta, que permitiría a China extraditar a sospechosos acusados de ciertos crímenes y perseguirlos en juzgados chinas.

Durante más de una semana, aproximadamente 1.3 millones de personas se habrían reunido en las afueras de la Asamblea Legislativa de Hong Kong (1.3 million people had gathered daily outside Hong Kong’s legislature) protestando contra la legislación, la cual, de acuerdo con los manifestantes, abusaría extraditando a disidentes políticos. Ellos lograron posponer un voto el 12 de junio (June 12 vote) bloqueando la entrada al edificio legislativo. Días después, se pospuso indefinidamente la consideración de la ley.

Eso protege temporalmente al sistema judicial (judicial system) de Hong Kong, uno de los pocos territorios de la isla que conserva áreas libres de la autonomía gubernamental desde China.

Ahora los manifestantes están demandando que la ley sea retirada (withdrawn), no sólo suspendida (suspended). Si en fecha posterior la ley se presenta para su votación, es posible que pase en el concejo legislativo de Hong Kong, en donde dominan las fuerzas pro-China.

“UN PAÍS, DOS SISTEMAS”

El gobierno de China sobre Hong Kong, un territorio insular en las afueras de la costa de Shenzhen, por muchos años ha sido objeto de disputa.

Los británicos colonizaron (British colonized) a Hong Kong en los años de 1800, siguiendo a las Guerras del Opio (Opium Wars). Pero, China nunca aceptó ese reclamo territorial e insistió durante todo el siglo XX que Hong Kong le pertenecía a China.

En 1997, después de una década de negociaciones entre el Reino Unido y China, Hong Kong regresó a China ̶ con algunas ataduras (strings). A sabiendas de que Hong Kong se había desarrollado bajo un sistema de gobierno Occidental, el entonces líder chino, Deng Tsiaoping, convirtió a Hong Kong en una “Región Autónoma Especial” y estuvo de acuerdo en dale a la isla un período de transición de 50 años para ser parte plena del gobierno de China.

Bajo este sistema, Hong Kong debería retener su sistema judicial y su concejo legislativo, dándole a la isla una independencia relativa en sus operaciones cotidianas. Pero, Hong Kong pertenecería a China. El acuerdo llegó a conocerse como “un país, dos sistemas” (one country, two systems).

Controversialmente, el sufragio pleno y las elecciones libres no fueron parte del acuerdo de 1997 (were not part of the 1997 deal).

No obstante lo anterior, durante dos décadas el acuerdo de “un país, dos sistemas” pareció darle autonomía relativa a Hong Kong ante la interferencia china.

ELECCIONES LIMITADAS

Luego, en el 2014, China anunció que a la gente se le permitiría votar en la elección del director ejecutivo (chief executive election) del 2017, sólo que de una lista corta de candidatos previamente aprobados.

Miles salieron a las calles demandando el sufragio universal. Para protegerse ellos de la policía que lanzaba gas lacrimógeno a quienes marchaban al frente, usaron sombrillas, dando lugar al nombre de “Movimiento de las Sombrillas” (Umbrella Movement).

En los años posteriores al levantamiento, entrevisté a numerosos activistas pro democracia en Hong Kong, como parte de mi investigación académica (academic research) acerca de la evolución de los movimientos sociales.

Muchos participantes me contaron que creían que el Movimiento de las Sombrillas en 2014 había terminado pacíficamente, porque China no quiso otra Plaza de Tienanmén en sus manos. En 1989, los soldados chinos abrieron fuego sobre estudiantes que protestaban (Chinese soldiers opened fire on student protesters) en Beijing, matando a miles y dando lugar a un clamor global.

Envalentonados por el apoyo internacional hacia el Movimiento de las Sombrillas, los jóvenes activistas (young activists) de Hong Kong han continuado sus esfuerzos por proteger su independencia ante China. Nueve líderes del Movimiento de las Sombrillas (Nine Umbrella Movement leaders) participaron como candidatos en el gobierno local de Hong Kong, en las elecciones territoriales del 2015.

En las elecciones del 2016, incluso dos políticos pro independencia ganaron asientos en el concejo legislativo. Sin embargo, fueron rápidamente expulsados (expelled) por “fracasar” en recitar apropiadamente sus juramentos de lealtad, en una ceremonia de juramentación.

En el 2017, Carrie Lam, una candidata leal a Beijing, y a la fuerza que por detrás impulsaba a la ley de extradición, fue electa Directora Ejecutiva ̶ la funcionaria pública de más alto nivel.

LA SIGILOSA INFLUENCIA CHINA

Bajo el liderazgo de Lam, los políticos tradicionalmente pro democráticos fueron removidos (removed) de sus cargos. Incluso algunos fueron arrestados y encarcelados como disidentes (arrested and jailed as dissidents).

En la actualidad, sólo 24 políticos pro democracia permanecen entre los 70 asientos del concejo legislativo de Hong Kong.

La creciente influencia china en el territorio insular también amenaza la importancia de Hong Kong como un enorme centro económico (major economic hub).

Por décadas, la autonomía relativa de Hong Kong ha hecho que el territorio insular sea un lugar atractivo para hacer negocios en Asia (appealing place to do business in Asia). Pero, bajo un gobierno chino más poderoso, los mercados financieros y los sistemas regulatorios de Hong Kong pueden hacerse menos confiables, cuando se empiezan a reflejar los intereses nacionales (the national interests) de China ̶ no aquellos del libre mercado.

La Cámara de Comercio Estadounidense (American Chamber of Commerce) y varios prominentes líderes empresariales, han hablado públicamente en contra de la ley de extradición.

“Hacer desaparecer a la gente más allá de la frontera, minaría la confianza de los negocios,” le dijo un administrador de fondos de cobertura de inversiones a la organización sin fines de lucro por los derechos humanos, Hong Kong Watch.

LOS DERECHOS HUMANOS ESTÁN EN JUEGO

El sistema legal de Hong Kong es hoy el único pilar que sobrevive a “un país, dos sistemas,” que fuera creado para darle autonomía a Hong Kong en sus asuntos legales, económicos y financieros.

Si se aprueba la ley de extradición pospuesta, no quedarán barreras significativas en existencia entre un Hong Kong inclinado a la democracia y una China autoritaria.

Para muchos en Hong Kong, ese es un futuro intolerable.

Una evaluación del Proyecto de Justicia en el Mundo (World Justice Project), una organización sin fines de lucro, que promueve el avance de la regla de la ley en todo el mundo, califica a Hong Kong en el lugar 16 y a China en el 82 entre todo el mundo, basada en (based on) sus restricciones a los poderes gubernamentales, ausencia de corrupción, un gobierno abierto, derechos fundamentales, orden y seguridad, vigencia regulatoria, justicia civil y justicia penal.

China es un violador conocido de los derechos humanos (violator of human rights). Sistemáticamente supervisa y reprime (surveils and represses) a minorías étnicas, como los Uigures, población musulmana de la región noroeste de China, y restringe el acceso a internet (internet access). Desde el 2015, el gobierno ha encarcelado a cientos de abogados de derechos humanos (jailed hundreds of human rights lawyers).

En China la disidencia política no es tolerada. El desaparecido ganador del Premio Nobel de la Paz (Nobel Peace Prize winner), Liu Xiaobo, fue sentenciado en el 2009 a 11 años en una prisión china, por “incitar a la subversión del poder estatal” (inciting subversion of state power). Él murió en presión en el 2017 (died in prison in 2017), después de que se le denegó poder viajar al exterior para un tratamiento de cáncer.

DEMOSTRACIONES MASIVAS EN HONG KONG

Por otra parte, Hong Kong tiene una rica historia (rich history) de demostraciones masivas.

En los disturbios de Star Ferry en 1966 (1966 Star Ferry riots) en Hong Kong, la gente protestó contra la decisión del gobierno colonial británico de incrementar las tarifas del tránsito público. Y, cada 1 de julio (July 1) desde el 2003 -el aniversario de la transición de 1997 del gobierno británico al chino- la gente sale a las calles clamando por el sufragio universal.

“Un país, dos sistemas” ha permitido a los residentes de Hong Kong estar abiertamente en desacuerdo con quienes formulan las políticas, algo que los ciudadanos de China continental no pueden hacer. Como lo requiere el sistema legal de Hong Kong, a los manifestantes pro democracia arrestados por su activismo político, se les da representación legal, juicios y sirven tiempo en prisiones bien reglamentadas (well-regulated prisons) de Hong Kong.

La amenaza de la ley de extradición para el enjuiciamiento y penalización en China, tendría allí un efecto amedrentador sobre futuras demostraciones democráticas (future democracy demonstrations).

Si se cae “Un país, dos sistemas,” lo que queda de democracia en Hong Kong se acabará junto con ello.

Este artículo se reimprime desde The Conversation bajo una licencia de Creative Commons. Lea el artículo original (original article).

Kelly Chernin tiene un doctorado de la Universidad Estatal de Pennsylvania (2017). Su investigación se enfoca en la memoria de los movimientos sociales, y en cómo esa memoria influye en el cambio democrático futuro, como resultado de ocupaciones masivas.

Ella ha pasado tiempo en Hong Kong y en China, enfocada en el Movimiento de Tienanmén en 1989 y en el Movimiento de las Sombrillas del 2014 en Hong Kong.

Kelly sirvió como investigadora asociada del Center for Public Interest Communications en la Universidad de Florida. Actualmente es profesora asistente en Appalachian State University.