SE AVIZORAN PROBLEMAS CON PENSIONES DEL MAGISTERIO

Por Jorge Corrales Quesada


Desde hace rato se han venido señalando problemas con diversos sistemas de pensiones gubernamentales. Específicamente, en cierto plazo las reservas no serán suficientes para cubrir las pensiones. Tal es el caso de las pensiones del Magisterio que, según comentario de La Nación del 23 de abril, el “Fondo de las pensiones de maestros entra en apuros en 2033.” A algunos les parecerá que “faltan muchos años para entrar en problemas,” pero, en fondos de pensiones, 14 años es poco tiempo.

Según el estudio Evaluación Actuarial del Régimen de Capitalización Colectiva de marzo, a partir del 2033 se empezarán a usar partes pequeñas de los intereses que generan las reservas existentes, para pagar al mayor número de pensionados que se tendrá con el paso del tiempo. Para el 2044, ese fondo, que venía creciendo cada vez menos, del todo disminuirá.

En la actualidad, los trabajadores aportan el 8% de su salario, mientras que el patrono, que en este caso es esencialmente el estado y, por tanto, es el pago de impuestos de los contribuyentes lo que financia ese gasto, cancela un total del 6.75% del salario y el estado propiamente; esto es, como tal, en el llamado sistema “tripartito,” un 1.24%. Este aporte del estado en sí, lo hace con el aporte de todos los contribuyentes.

La entidad administradora de ese Fondo, la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (JUPEMA) propone que, me imagino, entre otras medidas, se permita una mayor diversificación de sus inversiones, lo que aumentaría los ingresos por intereses de las reservas y, otra, es que el aporte patronal (el MEP); o sea, con fondos públicos aportados por los ciudadanos contribuyentes, aumente del 6.75%% actual a un 8%. No nos hagamos tontos: simplemente se propone que, lo que los contribuyentes aportamos para dicho fondo (llamado aporte patronal), aumente en un 1.25% del salario total.

La pregunta, es ¿por qué hasta ahora proponen, como política remedial, aumentar los rendimientos de las inversiones de reservas? Es cierto que el tema se las trae desde el punto de vista fiscal. Si bien la transformación de esa política requiere una aprobación legislativa y, de hecho, ya “está en la corriente legislativa para su discusión,” el gobierno central se favorece con la actual legislación, que “obliga” a esos entes públicos a invertir una porción significativa de sus recursos en valores del gobierno. Con la aprobación de la propuesta, el gobierno competirá más con otros demandantes de fondos, lo que podría provocar aumentos en las tasas de interés que el gobierno paga por su deuda. Cabe preguntarse, entonces, si el gobierno central acepta esa vía que implica una mayor competencia para sí mismo.

También debe destacarse que la propuesta de JUPEMA no plantea un aumento en lo que pagan los beneficiarios de sus pensiones, sino que propone aumentar el costo de financiamiento de esas pensiones a cargo de los ciudadanos contribuyentes. En contraste, no se ve una propuesta para reducir significativamente las llamadas pensiones de lujo, en un proceso de uniformar las pensiones del país a las del IVM de la Caja. Los cotizantes no son sólo docentes, aunque son mayoría, sino que “también cubre a maestros de escuelas privadas y profesores de universidades públicas y privadas” y es sabido que muchos pensionados de lujo son de universidades públicas.

No es justo pretender resolver los problemas financieros de sistemas de pensiones particulares, acudiendo a los aportes que, por medio del gobierno, hacen todos los ciudadanos correspondientes. Debe tenderse a que las pensiones recibidas estén esencialmente en función de los aportes de los beneficiados.

Publicado en mis sitios de Facebook, Jorge Corrales Quesada y Jcorralesq Libertad, el 14 de junio del 2019.