En todos los lugares se cuecen habas. Y, ante la pretensión de una diputada de nuestra Asamblea Legislativa para colegiar a estilistas, manicuristas, barberos, peluqueros y similares, es bueno que tengan conocimiento de los efectos negativos que ese permiso restrictivo para poder trabajar en esos sectores, tiene sobre ellos y sobre los consumidores.

LA BONANZA DE SALONES EN REALIDAD ES BUENO TANTO PARA CONSUMIDORES COMO TRABAJADORES

Por Chris Baecker

Fundación para la Educación Económica
Jueves 9 de mayo del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/the-salon-b...s-and-workers/

La libertad de ser empleado propio, independientemente de los salarios al principio, puede superar los beneficios de un acuerdo de empleo típico.

El otoño pasado, después de que habían ganado algo de plata en tareas domésticas, mis dos hijas mayores me pidieron que las llevara a arreglarse sus uñas. En el camino hacia un salón que habían escogido, pasamos un par de ellos, y me pregunté: ¿es este esencialmente un servicio mercantilizado? Mi clase de microeconomía recientemente había cubierto las cuatro estructuras industriales frecuentes, así que el tema estaba fresco en mi mente.

SALONES PARA LAS UÑAS PERFECTAMENTE COMPETITIVOS

La mayoría de la gente sabe que un monopolio existe cuando hay un solo productor o vendedor de un producto. Considere el agua potable y la electricidad. Unos pocos competidores definen una industria monopolística, como los automóviles, los que brindan servicios de teléfonos celulares y los programas de hojas de trabajo. Muchos estudiantes piensan que saben lo que es una industria perfectamente competitiva, hasta que yo los introduzco a la competencia monopolística.

Mi trabajo cotidiano está en el primer caso. El crudo dulce y ligero que los perforadores encuentran en Texas, es el mismo que encuentran en Dakota del Norte, que es el mismo que se encuentra en Pennsylvania. Dada la homogeneidad de los productos terminales refinados, eso ha logrado que en el mercado global del petróleo, incluyendo el crudo más pesado que se encuentra en los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), haya mayor competencia (more competitive). Todos terminamos siendo tomadores de precios. [Nota del traductor: que no puede influir en el precio, sino que a este lo fijan la oferta y la demanda].

Cuando les pregunto a los alumnos que nombren algunos bienes en donde hay competencia perfecta, usualmente escucho, “restaurantes,” “electrónicos,” “ropas,” etcétera. Si bien productores y vendedores de esos bienes ciertamente compiten entre sí en cuanto a precio, hay diferencias en otras áreas. Una hamburguesa de Wendy’s es obviamente diferente de la comida de Taco Bell, y tampoco es idéntica a una hamburguesa hecha por Chesters (mi favorita de la comunidad). Como resultado, pueden ser mercadeadas diferentemente en la esperanza de encontrar un nicho.

Después de descubrir que existen diez salones a lo largo de esas cinco millas de camino en que mis hijas y yo viajamos ese día y, después de hacer una encuesta informal a los miembros femeninos de la familia, a amigos y compañeros de trabajo, me parece que los salones de arreglos de uñas se acercan tanto a un servicio perfectamente competitivos, como lo es igual que cualquier otro.

INDUSTRIA CRECIENTE, SALARIOS BAJOS

Esto vino a mi mente recientemente, cuando un breve reporte en Axios (a brief report on Axios) (Nota del traductor: Axios es un sitio de noticias en la red) relacionado con la proliferación de salones para las uñas (y spas) apareció en mi Linkedin. Citando un estudio hecho por el Centro de Estudios Laborales de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) (a study by the UCLA Labor Center), Erica Pandey destacó la naturaleza inestable, de “pagos mínimos,” de los empleos en la industria.

Eso no parece posible que cambie.

Antes que nada, el crecimiento de la industria, por definición, ejercerá una presión hacia abajo de los precios, debido a la competencia incrementada. Necesariamente eso, a la vez, impondrá un tope natural a los salarios. También, quienes por sí mismos se arreglan en sus hogares, mantendrán los precios bajo control debido a la competencia.

Un enfoque del estudio es las “barreras para poder trabajar.” Eso surge en momentos en que la resistencia en general a la medida (resistance to the practice), parece estar ganando tracción (gaining traction). Los cientos de horas, años de estudios y el costo requerido para obtener un permiso para ejercer un trabajo, restringen el número de manicuristas, lo que artificialmente mantiene un piso por debajo de los salarios, impidiendo que se reduzcan más.

Un deseo de hacer más “accesible” el permiso para trabajar, si bien es deseable, es incompatible con la sugerencia del autor colaborador Sabe Waheed, de que “nos preguntemos si ¿‘estamos pagando muy poco por el servicio?’”

UNA ECONOMÍA EN BONANZA Y UNA SOCIEDAD QUE PROGRESA

Sin embargo, una industria de atención a las personas en expansión es signo de una sociedad que progresa. Como lo señala la importante autora Preeti Sharma, “Hacer que le arreglaran las uñas solía ser un lujo para los ricos,” algo así como poseer numerosos instrumentos de cómputo. Ahora, estas indulgencias placenteras son un “servicio que puede ser pagado por clientes de ingresos medios y bajos.”

Cuando, por ejemplo, los masajistas o los terapeutas por el aroma están dispuestos a ofrecer sus servicios a un número mayor de clientes, quienes ahora pueden consentirse un poquito, ¿exactamente quién está perdiendo con esta transacción?

El estudio formula otras observaciones destacables, como el conflicto entre las barreras del lenguaje y la supervisión gubernamental.

Es suficiente desafío para quienes hablan inglés por nacimiento, navegar por las numerosas regulaciones de jurisdicciones múltiples. Imagínese, por un momento, llegar a los Estados Unidos para mejorar sus condiciones de vida, sólo para ser confrontado con innumerables regulaciones, cuando la jerga legal estadounidense no es su primer idioma, además del inglés. Otro aspecto destacado por la señorita Pandey es que muchos dueños de salones se ven obligados a cerrar sus negocios si o cuando se presenta una demanda contra ellos, por los “contratistas independientes” quienes trabajan en sus salones.

EMPRESARIEDAD EN LA INDUSTRIA DE LOS SALONES

Ella señala que un “30% de los técnicos de uñas son empleados por cuenta propia… trabajando sin beneficios o protección laboral,” un acuerdo que, sin embargo, algunas personas prefieren.

Aunque es una profesión ligeramente diferente, el novio de la estilista del cabello de mi esposa, disfruta la oportunidad de “expandir su clientela,” manteniéndose al tanto de las tendencias de moda, “nuevas herramientas” (new tools), etcétera. Los choferes de Uber y Lyft pueden incluso ser un ejemplo mejor. Un poco de “esfuerzo extra” les dio a algunos la oportunidad de participar en la Oferta Pública Inicial en los mercados de valores (IPO) de sus respectivas compañías.

Interesantemente, el reporte de la UCLA concede que “los trabajadores de los salones de uñas desconfían de los investigadores (del gobierno).” Pero, eso usted no lo habría sabido con el reporte de Axios.

Cuando en mis clases discutimos acerca del déficit comercial, enfatizo que es una imagen imperfecta. “Usted también debe considerar la inversión extranjera directa, que necesariamente daría un superávit.” Lo mismo pasa con el encabezado de los medios acerca de la tasa de desempleo y la tasa de participación de la fuerza de trabajo: un dato positivo fuerte de la primera, es hueco cuando la última es débil.

La misión de Axios (Axios’ mission) es “tener contenido inteligente… narrado con verdadera experticia” a la luz de lectores con un “espacio de atención más corto” de “manera sustantiva y significativa.” Hacer esto, al tiempo que “elimina anuncios y pop ups,” ciertamente atrae a aficionados, pero, si un resumen de noticias es demasiado corto, corre el riesgo de ser tendencioso.

La libertad de cada uno para labrarse su propio camino y posiblemente obtener grandes recompensas, independientemente de los salarios iniciales, puede probar ser lo suficientemente atractiva como para sobrepasar cualquier atracción de beneficios encontrados en los arreglas típicos de empleado-patrón. La compensación para algunos no vale la pena ante la “protección” brindada por el gobierno.

Chistopher E. Baecker administra activos fijos para Pioneer Energy Services y es conferencista adjunto de economía en la Northwest Vista College en San Antonio, Texas. Él puede ser consultado vía www.chrisbaecker.com, @chrisbaecker71 & LinkedIn.com.