Buena lectura, para que no nos engañen más con el cuento del fracaso venezolano que los socialistas ignoran o atribuyen a otros, excepto a ellos mismos, como responsables reales que son.

LAS TRES ETAPAS DEL SOCIALISMO

Por John Phelan

Fundación para la Educación Económica
Miércoles 8 de mayo del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/the-three-phases-of-socialism/

En su excelente nuevo libro “Socialismo: La Idea Fracasada que Nunca Muere,” Kristian Niemietz describe el ciclo del socialismo.

Venezuela se encuentra en estado crítico. Después de 20 años de gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), su economía está colapsando (its economy is collapsing). Al tratar los venezolanos de sacar al PSUV del gobierno mediante el voto, su líder, Nicolás Maduro, ha respondido (has responded) creando un cuerpo rival de la Asamblea Legislativa, conformado exclusivamente por partidarios del gobierno y manipulando la elección presidencial del país en mayo del 2018. Sin alternativa, los miembros de la oposición han salido a las calles, en donde han sido enfrentados con brutalidad despiadada (merciless brutality) por las fuerzas del gobierno socialista.

LAS TRES ETAPAS DEL SOCIALISMO EN VENEZUELA

Venezuela es sólo el último país en pasar por el ciclo por el que pasan todos los países socialistas. En su excelente nuevo libro, Socialism: The Failed Idea That Never Dies, Kristian Niemietz del Instituto de Estudios Económicos de Inglaterra, describe el proceso [Nota del Traductor:
Este libro de Niemietz, en inglés, puede obtenerse en https://iea.org.uk/publications/soci...at-never-dies/]

“1. El período de luna de miel… durante el cual el experimento tiene o, al menos parece tener, algún éxito inicial en algunas áreas… Durante el período de luna de miel, muy pocos disputan el carácter socialista del experimento.

2. El período de las excusas y de ¿qué con eso? A pesar de lo anterior, el período de luna de miel no dura por siempre. Ya sea que la suerte del país se termina o que sus fallas ya existentes se hacen ampliamente conocidas en Occidente… Cesa de ser ejemplo que los socialistas mantienen ante sus opositores, y llega a ser un ejemplo que sus oponentes mantienen contra ellos.

Durante este período, los intelectuales de Occidente todavía apoyan al experimento, pero su tono se hace más amargo y defensivo.

3. La etapa del socialismo no verdadero. En su momento, siempre llega un punto en que el experimento ha sido totalmente desacreditado y es visto como un fracaso por la mayoría del público en general. El experimento se convierte en un pasivo para la causa socialista y una situación embarazosa para los socialistas occidentales.

Esta es la etapa en la que los intelectuales empiezan a disputar las credenciales del experimento socialista y, crucialmente, lo hacen con efecto retroactivo… En cierto momento, el alegato de que el país cuestionado nunca fue “verdaderamente” socialista, se convierte en la sabiduría convencional.”

Cuando vemos el caos en Venezuela, vale la pena recordar que, no hace mucho tiempo, era prueba del éxito del socialismo.

ETAPA 1: UN PRESIDENTE ANTICAPITALISTA

En el 2002, Hugo Chávez se convirtió en presidente de Venezuela. Precios del petróleo históricamente altos le permitieron desatar una ola de gasto gubernamental. Él intervino extensamente en la economía. Las cosas iban bien, y la gente fue seducida. He aquí al “socialismo verdadero,” en contraste con el capitalismo. En el 2007, Naomi Klein escribió:

“Los más férreos oponentes a la economía neoliberal en América Latina han estado ganando elección tras elección. […] [L]os ciudadanos han renovado su fe en el poder de la democracia para mejorar sus vidas. […]

Los movimientos en masa de América Latina […] están aprendiendo cómo construir amortiguadores en sus modelos de organización. […]
[L]as redes progresistas en Venezuela están […] altamente descentralizadas, con el poder disperso en las bases y en los niveles comunitarios, por medio de miles de concejos y cooperativas de los vecindarios. […]

Los nuevos líderes en América Latina también se están preparando mejor para los tipos de sacudidas producidos por mercados volátiles. […] Rodeada de aguas financieras turbulentas, América Latina está creando una zona de calma relativa y de predictibilidad, una hazaña presuntamente imposible de lograr en una era de globalización.”

Dos años más tarde, Noam Chomsky, en una época un vil apologista de los comunistas genocidas de Pol Pot en Camboya, escribió:

“[L]o que es tan excitante acerca de mi última visita a Venezuela es que puedo ver cómo está siendo creado un mundo mejor […] La transformación que está haciendo Venezuela hacia la creación de otro modelo socioeconómico, podría tener un impacto global.”

ETAPA 2: LA MANO DURA DEL GOBIERNO

Pero, los buenos tiempos llegaron a su fin. Los precios del petróleo cayeron de su pico anterior, a los niveles que tenían cuando Chávez, llegó al poder. La producción colapsó. La gente protestó. El ungido sucesor de Chávez, Maduro impuso la mano dura. Ahora estábamos en la Etapa 2.

En el 2014, cuando las protestas de los venezolanos comunes y corrientes fueron enfrentadas con la violencia gubernamental, George Ciccariello-Maher, de la revista Jacobin, afirmó:

“[A]quellos que están buscando restaurar los privilegios feudales del depuesto antiguo régimen venezolano, han intentado sacar partido de, principalmente, protestas de estudiantes de clase media, para derrocar al gobierno de Maduro […] Las adineradas élites domésticas (cuyo inglés no mostraba trazas de un acento) han acudido a Twitter y a los medios internacionales […] [L]a oposición reaccionaria sale a las calles, impulsada por un odio racial y de clase.”

Ciertamente, él admitió que el gobierno estaba actuando brutalmente, pero continuó:

“Si bien estamos contra la brutalidad innecesaria, hay, sin embargo, una forma de brutalidad radicalmente democrática que no puede descartarse del todo. Es la misma brutalidad que ‘arrastró a los Borbones fuera del trono’ […] Esta no fue brutalidad por la brutalidad en sí […] En vez de ello, es una extraña paradoja: brutalidad igualitaria, la dictadura radicalmente democrática de los miserables de la tierra. Aquellos hoy calumniados […] son, de hecho, la expresión más directa y orgánica de los miserables de la tierra venezolana.”

ETAPA 3: CAMBIANDO LAS REGLAS DEL JUEGO

Pronto entramos en la tercera etapa. En el 2017, Ciccariello-Maher alegó que los problemas de Venezuela eran resultado de que el país no era lo suficientemente socialista.

“No existe un entendimiento coherente de la revolución que no involucre derrotar a nuestros enemigos al ir construyendo nosotros la nueva sociedad. […] No podemos derrotar tales peligros sin armas […]

Nadie alegaría que las masas venezolanas están hoy en el poder, pero los veinte años pasados han visto que ellas están más unidas que antes. Sus enemigos y los nuestros están en las calles, quemando y saqueando en nombre de la superioridad de su propia clase […]

La única vía hacia adelante es profundizar y radicalizar el proceso bolivariano […] La única salida para la crisis venezolana yace definitivamente en la Izquierda: […] en la construcción de una alternativa socialista verdadera.”

Como lo señala Niemietz, en Venezuela estamos actualmente en la transición de la Etapa 2 a la Etapa 3. Venezuela, retroactivamente, está llegando a ser “el no socialismo verdadero.” Ahora Chomsky escribe (writes):

“Yo nunca describí al gobierno capitalista de estado de Chávez como ‘socialista’ o incluso siquiera insinué tal absurdo. Estaba muy alejado del socialismo. El capitalismo privado continuó […] Los capitalistas eran libres de subvertir la economía en todo tipo de formas, como en la exportación masiva del capital.”

Una y otra vez, los socialistas han proclamado a algún país o a otros, desde la Rusia Soviética hasta Venezuela, como el preludio de un nuevo y brillante amanecer, tan sólo para que se resbale hacia el colapso, negando que alguna vez fuera en realidad lo que ellos le habían dicho a usted que era: “nunca fue el socialismo verdadero.” Con esto, ellos han sido muy exitosos.

Como resultado, desde un fracaso hasta un fracaso deprimente, la teoría del socialismo sigue navegando, inmaculada ante los horrendos resultados prácticos de su aplicación y encontrando siempre un nuevo país al cual destruir. Cuando se trata del caso de Venezuela, a los socialistas no se les debería permitir salirse con eso.

John Phelan es un economista de the Center of the American Experiment y compañero de The Cobden Centre.