ESTE HOMBRE CRECIÓ EN VENEZUELA. HE AQUÍ SU MENSAJE A LOS ESTADOUNIDENSES QUE QUIEREN AL SOCIALISMO

Por Jarrett Stepman

Intellectual Takeout
3 de mayo del 2019


Para muchos que han nacido y crecido en los Estados Unidos, el socialismo es sólo una teoría, una ética.

Pero, para Ricardo Pita, quien nació y creció en la Venezuela socialista y que vino a los Estados Unidos hace una década, el socialismo no es sólo una teoría. Él tiene un mensaje para aquellos que no han vivido la experiencia y que piensan que mejorará a sus países.

“Lo que tratamos de decirles a otros, habiendo vivido bajo un régimen socialista, es que ellos lo venden como si fuera una apuesta; es un engaño,” dijo Pita. “Ellos le mencionarán esa palabra nebulosa socialismo, ellos le prometerán la luna y luego, lo prometido nunca llega.”

“La apuesta no vale la pena; [el socialismo] sólo funciona para aquellos que están a cargo de ponerlo en marcha,” dijo Pita. “No hay forma más corrosiva de desintegrar la fábrica de una nación, que con políticas socialistas.”

En tanto que la popularidad del socialismo está aumentando entre las generaciones más jóvenes de los estadounidenses, en verdad, pocos lo han experimentado como una realidad de la vida cotidiana.

Todo fue demasiado real para Pita, un estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad de Miami y anteriormente un interno de la Heritage Foundation, quien creció en Venezuela y fue testigo del inicio de la declinación estrepitosa del país.

En el pasado reciente, Venezuela ha sido tanto exitoso como disfuncional. Hace tan poco como el 2012, un contribuyente del New York Times alabó a Venezuela como modelo alternativo, positivo, para el sistema económico de los Estados Unidos.

Ese era el “socialismo del siglo 21,” sonoramente moderno, de Nicolás Maduro y de su predecesor como presidente, Hugo Chávez, quien hechizó a muchos en la izquierda, hace tan sólo una década.

Ahora el país ha descendido hasta una tiranía y a una casi inimaginable miseria, aunque con un poco de esperanza de que Juan Guaidó, quien es reconocido por los Estados Unidos y una amplia coalición de países, como el líder legítimo de Venezuela, pueda restaurar alguna apariencia de estabilidad y la regla de la ley en el golpeado país.

“IMPRESIONANTE”

En el 2017, Pita escribió una pieza para The Daily Signal, acerca de cómo las políticas socialistas dañaron profundamente y exacerbaron enormemente los problemas del país en donde nació.

En una entrevista reciente con The Daily Signal, él desarrolló como fue crecer en Venezuela y como vino a vivir en los Estados Unidos.

También ofreció una advertencia para aquellos que piensan que el socialismo es la cura para algunos de los males del moderno Estados Unidos o, para el caso, de cualquier otro país.

Pita nació y creció en Caracas, Venezuela, la capital y ciudad más grande de la nación. En el 2007, a los 14 años de edad, se fue hacia Miami con su papá, José, su madre, Olga y un hermano, Alejandro.

Sus padres habían trabajado en un negocio propiedad de la familia en Venezuela, y la familia pudo establecer su residencia en los Estados Unidos debido a la visa H-1B de su padre. Hoy todos son ciudadanos naturalizados.

Venezuela rápidamente de deslizó a lo que es hoy, dijo Pita: uno de los peores (si no es que el peor) desastres humanitarios causados por el hombre en el mundo.

“Es impresionante el ritmo al que [Venezuela] se ha deteriorado desde que salí,” dijo Pita.

Lo que es notorio, dijo él, es como las instituciones se han venido “desmoronando” pieza tras pieza, en vez de serlo de un solo gran golpe.

“La cantidad de daño que Venezuela ha sufrido como [resultado] directo de las políticas socialistas” se dio con la aceptación gradual de las doctrinas socialistas, dijo Pita.

“CORRUPCIÓN Y MALA ADMINISTRACIÓN”

También, el deterioro de Venezuela puede medirse por cifras brutas.

Increíblemente, de acuerdo con Axios, “el PIB de Venezuela se contrajo en un 40% en términos per cápita entre el 2013 y el 2017 ̶ y eso es con base en estimaciones, pues Maduro detuvo el reporte de datos económicos en el 2015. Un reciente documento del gobierno de Venezuela [ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos], indicó que su economía se había contraído, tan sólo en el 2016, en un 16.5%.”

Aún cuando Venezuela tiene las reservas petroleras más grandes del mundo, su industria de petróleo -nacionalizada en la década de 1970- se encuentra colapsada.

“El petróleo es la columna vertebral de la economía venezolana, proveyendo casi el 98% de sus ingresos por exportaciones,” escribió en enero la experta sobre América Latina de la Heritage Foundation, Ana Quintana.

“Pero esos ingresos se han hundido debido a la corrupción y la mala administración dentro de la industria estatal. En el 2012, Venezuela obtuvo $106.7 miles de millones provenientes del petróleo; el año pasado, esa cifra se derrumbó a $20.9 miles de millones.”

Y, tan sólo en los últimos años, la hiperinflación ha llegado a la economía venezolana. La inflación superó al millón por ciento a fines del 2018, haciendo que la moneda nacional virtualmente no tuviera valor alguno.

Bienes de consumo básico, como fórmula de alimento para bebé, se han disparado en los precios o se han convertido en algo casi imposible de obtener para el venezolano promedio.

Pita comentó que todavía tiene familia viviendo en Venezuela, muchos con niños pequeños, y eso pone aún mayor claridad de la grave condición del país.

“Usted obtiene un retrato especialmente oscuro de la situación, escuchando lo que tienen que pasar para poder asegurarse que sus hijos estén bien,” dice Ricardo Pita.

EMPIEZAN LAS ESCASECES DE ALIMENTOS

Para sobrevivir, las comunidades venezolanas, tanto dentro como fuera del país, se unen en apoyo, dijo Pita.

“Así que, si mi primo necesita agua para beber, podemos preguntar a nuestro alrededor quién tiene agua potable, qué puede darse a cambio de ella; se ha convertido en una especie de sistema de trueque,” dijo él.

Eso no siempre había sido el caso.

Aunque ciertamente Venezuela había tenido muchos problemas en el pasado, muchos de ellos, para empezar, condujeron al socialismo, Pita enfatizó la declinación rápida de las instituciones y la prosperidad, en especial bajo el régimen actual de Maduro.

“Cuando salí, empezamos a ver las primeras escaseces de comida. Por ejemplo, la leche desapareció de los anaqueles de venta, [y] cosas como la carne,” dijo Pita.

Los alimentos básicos empezaron a desaparecer de los estantes, una advertencia de lo que se venía.

En ese momento, cuando vieron que la situación iba a empeorar, los padres de Pita decidieron salir hacia los Estados Unidos.

Pita dijo que el “nunca podría reembolsar a este país,” pero que, en ese momento, le rompía el corazón dejar a Venezuela.

Inicialmente, dijo Pita, luchó por adaptarse a su nuevo país y estaba “horrorizado” por tener que dejar su hogar para ir a los Estados Unidos. Cuando salió siendo un jovencito, dijo, no hice la conexión entre la “mala administración al nivel más alto” de su país y en cómo eso afectaría su vida.

Pero, dijo que alcanzó a ver bien las razones de por las qué su familia necesitaba escapar, al darse un enorme incremento en los secuestros en todo el país.

“Recuerdo que tuve que ser el vigía dentro de mi carro. Me quedaba sentado a la par de mi mamá, y mi trabajo sería mirar al espejo lateral del carro para asegurarme de que no éramos seguidos,” dijo Pita.

Pita dijo que en ciertos momentos tenía que viajar en carros a prueba de balas.

Es el recuerdo de cosas tan terribles como estas, por las que Pita dijo estar agradecido con los aspectos más básicos de vivir en los Estados Unidos.

NUEVA ESPERANZA

Que él ahora pueda abrir las ventanas de su carro es algo que Pita dijo que no da por descontado.

Dijo que, aunque al principio estaba amargado y temeroso de dejar su hogar, los Estados Unidos y su comunidad en Miami -en donde él creció- no han sido sino más que bienvenidos.

“Doy crédito por la forma en que este país recibió a una familia deseosa de trabajar y de ser parte de él y de hacer algo positivo por él, [la cual estaba] buscando tener la oportunidad de una nueva vida,” dijo Pita.

Ahora los Estados Unidos son su hogar, pero Pita dijo que él no podía regresar a Venezuela si quisiera ir de visita, pues las cosas están tan mal y allí es tan peligroso, en especial para visitantes estadounidenses.

Los venezolanos que se han escapado de ese sistema, dijo Pita, ahora entienden del “resentimiento” que alimenta el socialismo.

No obstante, dijo Pita, él está más esperanzado por su país de origen que como lo haya estado alguna vez desde que el socialismo “arribó a Venezuela y la envenenó.”

Dijo que los venezolanos tienen un compromiso creciente con la libertad y que mantiene la esperanza de que tendrá un efecto dominó, para que la región se deshaga por sí misma de regímenes autoritarios.

Pita también expresó su gratitud con los Estados Unidos y líderes estadounidenses, como el presidente Donald Trump y el senador republicano de Florida, Marco Rubio, por su apoyo a la libertad en Venezuela.

“Para nosotros, hay magia en el aire y tenemos esperanzas,” dijo Pita.

Este artículo se reimprimió con el permiso de The Daily Signal.

Jarrett Stepman es editor y escritor de comentarios en The Daily Signal.