Esto demuestra que la propiedad privado del capitalismo, les da la oportunidad de obtener los recursos incluso hasta para intentar derribar al sistema económico que les permitió tal acción. En el socialismo, al no haber esencialmente propiedad privada de los medios de producción, es mucho más difícil fondear la “revolución” de los ungidos socialistas. Pero, también, nos muestra que muchos de esos camaradas son unos hipócritas: las ideas en el bolsillo izquierdo; la plata en el bolsillo derecho.

BERNIE ES UN CAPITALISTA, LE GUSTE O NO

Por John Phelan

Fundación para la Educación Económica
Viernes 19 de abril del 2019


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/bernie-is-a...kes-it-or-not/

El senador Sanders tomó una laptop que cuesta unos pocos cientos de dólares y produjo Nuestra Revolución: Un futuro en el cual creer, por lo cual se le pagó $795.000.”

El senador Bernie Sanders, con retraso, reveló esta semana sus declaraciones de impuestos. Lo reportó el New York Times:
“Las declaraciones muestran que las ganancias del señor Sanders se dispararon después de su primera postulación presidencial, cuando construyó un grupo vasto de seguidores. Él y su esposa, Jane O’Meara Sanders, reportaron ingresos que superaban $1 millón en el 2016 y el 2017, logrados con ganancias por sus libros.

La pareja obtuvo un ingreso bruto ajustado de $561,293 en el 2018, según su más reciente declaración de impuestos (according to their most recent tax return). El señor Sanders el año pasado obtuvo alrededor de $300.000 en ingresos por un libro, y él y su esposa reportaron haber dado a caridades casi $19.000.

Su ingreso lo ubica ahora entre el 1 por ciento de contribuyentes más altos, con datos según datos del Servicio de Impuestos Internos.”
Aparentemente, nada tiene tanto éxito como penalizar el éxito.

SANDERS SE ENCOGIÓ DE HOMBROS

Dijo el senador Sanders, “Escribí un libro que fue un éxito de ventas. Si usted escribe un libro que es un éxito de ventas, usted también puede ser un millonario.” Pero, su encarnación de John Galt no duró mucho tiempo. En un cabildo transmitido por Fox News, Bret Baier le preguntó (Bret Baier asked him), “Cuando usted escribió el libro e hizo dinero con él, ¿no es esa la definición de capitalismo y del sueño estadounidense?

Después de una pausa incómoda, el senador respondió, “No.”

Pero, el senador se equivoca. Tener una idea, actuar con base en ella y hacer un montón de dinero es la definición en sí de un empresariado exitoso.

El senador Sanders tomó una laptop que cuesta unos pocos cientos de dólares y produjo Nuestra Revolución: Un futuro en el cual creer, por lo cual se le pagó $795,000.” Tomar un insumo valorado en unos pocos cientos dólares y convertirlo en un producto valorado en $795.000, es la esencia del capitalismo empresarial.

Y el senador Sanders está en lo correcto ̶ él se merece ese dinero. En enero del 2018, un estimado de un 73 por ciento de los adultos estadounidenses poseía una computadora de escritorio o una laptop (73 percent of US adults owned either a desktop or a laptop). Esto es, 187.4 millones de personas (187.4 million people). ¿Cuántos de esos produjeron un documento de Word valorado en $795.000? Muy pocos. No hay duda que Snooki, de la serie de televisión Jersey Shore, usó una laptop como la del senador Sanders para producir Gorilla Beach, novela con la cual debuta, pero. había más gente dispuesta a pagar -y a pagar más dinero- por el libro del senador Sanders. Después de todo, el valor es subjetivo. Al brinda una satisfacción mayor, el senador Sanders cosechó recompensas mayores.

¿SÉ EL CAMBIO? USTED PRIMERO

El senador Sanders y su esposa pagaron una tasa de impuestos efectiva del 26 por ciento, muy por debajo del, más o menos, 70 por ciento que él afirma que “el 1 por ciento” -del cual él forma parte- debería pagar. Ellos coronaron eso con hasta $19.000 en donaciones de caridad, otro 3.4 por ciento de sus ingresos.

Pero, si, en realidad, el senador Sanders piensa a él no se le ha quitado suficiente de su ingreso, puede resolver esta situación unilateralmente, y lo puede hacer hoy ̶ sin tener que esperar por una ley del Congreso. Él puede donar su dinero al gobierno federal.

El miércoles en la noche, Tucker Carlson le preguntó a un seguidor de Sanders, Nomiki Konst, que por qué él no hizo exactamente eso. “Porque esa no es la forma como funciona nuestro gobierno,” respondió ella, ¿adónde envía usted esa declaración? ¿Al Servicio de Impuestos Internos? ‘¿Hola Servicio de Impuestos Internos, he aquí un cheque por el 70 por ciento?’”

No, usted lo envía al ministerio de Hacienda, como claramente su sitio web lo instruye (as their website clearly instructs).

“¿Quién hace eso?” continuó ella, “Me gustaría ver algún invitado a su espectáculo que en realidad haya escrito un cheque por la paga total que recibe.” De hecho, en lo que va del 2019, el ministerio de Hacienda ha recibido $3.7 millones ($3.7 million) en “Donaciones Contribuidas para Reducir la Deuda Mantenida por el Público.” Carlson podría a invitar a alguno de esos donadores a su espectáculo.

Hay un viejo dicho (old line) de que “Gobierno es simplemente el nombre que le damos a las cosas que escogemos hacer juntos.” El argumento de Konst muestra qué tan vacía es esa frase en la realidad.

El senador Sanders tiene una opción, como la tienen los miembros del llamado Millonarios Patriotas (Patriotic Millionaires). Si ellos en verdad sienten que los políticos no están obteniendo suficiente dinero para gastar, ellos les pueden dar algo más. Ellos pueden escoger “Ser el Cambio.” Pero, no lo hacen. Ellos sólo actuarán en su deseo profesado si otra gente es obligada a actuar junto con ellos. A pesar de toda su parla acerca de querer darle más dinero al gobierno, ellos hacen ese pago contingente a que otra gente, que podría no querer a hacerlo, sea obligada por ley.

Esa es una forma curiosa de generosidad. Es una forma de escoger incluso más curiosa. ¿En dónde está la elección de la gente que considera que ella ya ha pagado suficientes impuestos (they already pay enough in tax)? El gobierno no es simplemente el nombre que le damos a las cosas que nosotros “escogemos hacer juntos,” es el nombre que le damos a cosas en las que el 51 por ciento de la gente escoge algo, y el otro 49 por ciento tiene que alinearse. Como lo escribió en una ocasión Milton Friedman, “Puede ser que usted logre votar una vez en un año ̶ ¿sobre qué? Sobre una lista larga larga de propuestas, con muy poca relación entre su voto y lo que sucede al final de cuentas.”

EL SOCIALISMO NO ES ACERCA DE COMPARTIR

El senador Sanders alega ser un socialista (Sen. Sanders claims to be a socialist), y socialismo, a menudo, es descrito como “compartir.” Usted con la misma facilidad puede compartir bajo el capitalismo. De hecho, el último Índice Global de Donaciones (World Giving Index), producido por la Charities Aid Foundation, puso a los Estados Unidos, Nueva Zelandia, Canadá, Australia, Irlanda, el Reino Unido y a Holanda -todos ellos siete países capitalistas- entre los diez países más caritativos durante los últimos cinco años. En contraste, Venezuela, anteriormente el ejemplo modélico de socialismo “democrático” del senador Sanders, en el 2017 fue calificado en un mísero lugar 115.

En el 2011 (In 2011), año en que el senador Sanders estaba lanzando por las nubes a Venezuela, esta calificó en el lugar 118, comparada con el primer lugar del capitalista Estados Unidos de América. Pero, en ese entonces, según el Banco Mundial (World Bank), en el 2011, el PIB per cápita de los Estados Unidos era de $49.000 en comparación con sólo $14.000 en Venezuela (en dólares constantes del 2010). Bajo el capitalismo, usted tenía algo para compartir. Como lo afirmó Margaret Thatcher en una ocasión,

“Nadie se acordaría del Buen Samaritano si él tan sólo tenía buenas intenciones; él también tenía dinero.”

Dar su dinero voluntariamente -lo que la mayor parte de la gente pensaría que es compartir- no es lo que los socialistas en realidad dan a entender por esa palabra. Esta es la razón por la cual el senador Sanders y los Millonarios Patriotas se rehúsan a entregar voluntariamente su dinero al gobierno federal, siempre sólo si hay un mecanismo para hacerlo y que otros ya lo están utilizando. Su idea de compartir es que el gobierno le quite el dinero a alguien más, para darlo como al gobierno le parece apropiado. Ya tenemos un grado de esto en las sociedades capitalistas. Los socialistas de hoy quieren aumentar la cantidad de riqueza de las personas que pasa por las manos del gobierno.

La noción socialista de “compartir” no es esa. Compartir es algo voluntario, esto es coercitivo. La esencia del socialismo no es compartir sino la coerción. Como lo formuló el autor británico Kingsley Amis -un joven socialista que llegó a apoyar a la señora Thatcher- “si el socialismo no es acerca de compulsión, es acerca de nada.”

John Phelan es un economista de the Center of the American Experiment y compañero de The Cobden Centre.