Un buen recordatorio de cosas buenas que nos ha legado el capitalismo. Después de todo, a inicios de este siglo es el sistema económico que ha sacado a más gente de la humanidad, de condiciones de pobreza.

PUEDE QUE NO LE GUSTE EL CAPITALISMO, PUEDE QUE USTED NO SEA BUENO BAJO ÉL, PERO EL CAPITALISMO ES BUENO PARA USTED

Por Thomas Gordon
Fundación para la Educación Económica
Sábado 27 de abril del 2019

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/you-may-not...-good-for-you/

Napoleón y Jorge Washington estarían muy celosos con su habilidad para enviar textos instantáneamente a personas que están a miles de millas de distancia de usted.

Últimamente, el capitalismo ha sido objeto de mucha atención. Numerosos políticos le recuerdan a la gente que a algunos individuos les ha ido muy bien con el capitalismo y que la vasta mayoría de nosotros no ha tenido tanto éxito como ellos. Un sistema que recompensa a alguna gente más que a otros, puede parecerle a usted inherentemente injusto. El capitalismo competitivo, en donde alguna gente intenta y fracasa y las empresas van a la quiebra y tienen que despedir empleados, a algunos les parece como estresante e innecesario.

Pero, le voy a pedir que, por un momento, tome un paso hacia atrás en su pensamiento acerca de quién, al momento, tiene qué cosa y piense en un plazo más amplio acerca de las cosas en su vida que hacen que esté mejor. Piense acerca de la posibilidad de que el capitalismo pone bienes y servicios increíblemente convenientes, que salvan su vida y que cambian el juego, ya sea que usted participe directamente o no en lograr esas innovaciones. Napoleón y Jorge Washington estarían muy celosos con su habilidad para enviar textos instantáneamente a personas que están a miles de millas de distancia de usted.

En el pasado, gente muy rica y poderosa tuvo que ver morir a sus parientes si les daban ciertos tipos de infección bacteriana. Ahora, usted puede fácilmente salir y obtener antibióticos. La persona más rica en Roma no podía tener su plato perecedero favorito, hasta que sus sirvientes se los prepararan y, ahora, usted simplemente saca su plato favorito del refrigerador y lo coloca en el microondas. El progreso ha sido tan profundo y extendido, que algunos arguyen que la persona promedio de la actualidad en los países adelantados, no cambiaría de lugar con un multimillonario de hace 100 años (wouldn’t trade places with a billionaire 100 years ago.)

UN ELEVADO RENDIMIENTO SOCIAL

Es importante mencionar que la innovación exitosa da lugar a muy elevados rendimientos sociales. Una innovación exitosa mejora las vidas de cada ser humano que usa esa innovación, así como el resto de la humanidad. Alguien inventó la rueda, y ahora miles de millones de personas tienen vehículos que usan esa rueda.

La persona que inventó la pastilla para la malaria, que habría impedido que al presidente Teddy Roosevelt se le pegara esa enfermedad, benefició a todos esos cientos de millones de personas que viven o vivirán o viajarán a zonas tropicales, en donde la malaria es un problema. Diría que, si un innovador vive un estilo de vida algo mejor que el resto de nosotros durante nuestras vidas, ese es un precio muy pequeño por pagar ante todas las ventajas futuras que esa innovación le brinda a la humanidad. Y, a propósito, no todos los innovadores son gente fabulosamente rica.

El capitalismo es muy bueno recompensando el progreso y, con el pasar del tiempo, gran parte del progreso ha sido logrado por el capitalismo. Algunos logros del capitalismo ocasionan cambios en el juego, como las vacunas y la comercialización de la internet (el proyecto ARPA ( ARPA project) ayudó a desarrollar el internet, pero fueron Comcast, Cisco y Sun Microsystems los que lo comercializaron). Algunas innovaciones son más humildes, como el inicio exitoso de un restaurante, con una buena ubicación o con la cocina correcta, en un pueblo de tamaño mediano.

En todo su alrededor, las personas están poniendo atención y tratando de mejorar su mundo en maneras grandes y pequeñas. Hace cientos de años, alguien inventó un tornillo de cabeza plana, para juntar al metal o la madera. Durante su vida, se inventó un destornillador de impacto, que ahora facilita insertar el tornillo con una herramienta manual, y ese proceso ha reemplazado a la mayoría de los clavos. Los conductores de disco solían ser del tamaño de una bola de rugby, y usted colocaba esos conductores en un aparato del tamaño de una lavadora. Ahora, usted puede almacenar miles de esos conductores en un teléfono inteligente, en la palma de su mano.

La dentistería empezó como un proceso doloroso con el taladro, que usó metales suaves, como el oro, para llenar las calzas. Más recientemente, algunos de esos rellenos del todo no necesitan del taladro. Todo este progreso hace a los productos y servicios más baratos para todos los grupos de ingreso en la sociedad ̶ no sólo para los que económicamente están bien.

EL CAPITALISMO ES LA CLAVE

El capitalismo es el responsable de casi todo progreso; no lo es el socialismo o el comunismo. Las economías socialistas y comunistas tienen la reputación de ser muy pobres en cuanto a innovación, en cualquier cosa excepto la militar. Puedo pensar sólo en un par de innovaciones que surgieron en las sociedades socialistas o comunistas, que fueron superiores a los productos capitalistas: Lasik y el cubo de Rubik. El procedimiento Lasik de cirugía de ojos, fue desarrollado porque alguien se cortó su ojo en una pelea en un bar en la Unión Soviética, y un médico estaba prestando atención. El cubo de Rubik fue una invención en la Europa Oriental, pero que se comercializó en Occidente.

El capitalismo tiene trabajando para lograr mejoras a muchos individuos, negocios pequeños y corporaciones; las buenas ideas se elevan hasta las alturas, mientras que las malas ideas fracasan. Esos recursos rápidamente se dirigen a cualquier otro lado. Es muy baja la probabilidad de que una enorme burocracia gubernamental escoja las ideas exitosas entre miles de candidatas y que las ponga en práctica para los clientes que las desean.

Todo esto sucede naturalmente y con facilidad en un sistema capitalista. Pregúntese usted mismo cuánto habría tenido el mundo que esperar para tener el teléfono inteligente, si se hubiera descansado en Cuba o en Corea del Norte para que lo inventaran. Podría resultar que nunca obtendríamos un teléfono inteligente, pues el jefe de seguridad interna no querría que la gente se comunicara por esa vía y cancelaría el proyecto. El teléfono inteligente fue desarrollado en el Valle del Silicón en alrededor de 20 años.

Así que, la elección es suya. Hay abundancia de políticos allí afuera, para votar a favor de quien está dispuesto a tomar casi todo el ingreso que genera un sistema capitalista y reasignarlo en la forma en que ellos (¿usted?) piensan cómo debería ser. La experiencia muestra que esta toma apropiación mata o restringe severamente la innovación. O, usted puede tener algún sentido del humor y quedarse con el sistema que, aunque desordenado, ha hecho que su vida sea mucho mejor durante los últimos diez, cien y mil años, y que hará que las generaciones futuras estén mejor, en formas que ahora ni siquiera podemos imaginar.

Thomas Gordon es un Ingeniero de Software en el Valle del Silicón, con amplios entrenamiento en Economía en la Universidad de Californa en Los Ángeles (UCLA), quien ha blogueado sobre asuntos financieros en The Market Flash o en Seeking Alfa. Twitter tag: @flash7gordon