EL FEES Y LOS GASTOS EN SALARIOS DE LAS UNIVERSIDADES ESTATALES

Por Jorge Corrales Quesada

Hace poco salió una información muy interesante sobre el uso que se hace del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), transferencia que el gobierno central hace de recursos pagados por todos los contribuyentes, para que las universidades estatales (UCR, TEC, Nacional, UNED) reciban como ingreso corriente para sus gastos anuales. Para el 2019, el FEES era inicialmente de ¢511.154.72 millones, al que luego se le redujeron ¢10.000 millones. (Por separado, a la Universidad Técnica Nacional se le presupuestó una transferencia de ¢34.868 millones).

Resulta que, según el artículo de La Nación del 26 de febrero, titulado “‘U’ públicas se comerán sus ingresos en sueldos en 2030,” ya en el 2018 un 75% del FEES se habría gastado en salarios y que, de continuar esa tendencia de gasto, para el 2030 “las instituciones gastarán la totalidad de sus ingresos corrientes en ese rubro.”

Para el 2019, se estima que esas universidades gastarán más de ¢133.000 millones (casi un 33% del FEES) para pagar anualidades, dedicación exclusiva y “otros 43 incentivos salariales (mejor conocidos como pluses) que ofrecen a sus cerca de 17.700 trabajadores.”

El gobierno señaló que ya se había llevado a cabo una parte importante de reforma en el empleo público al aprobarse el paquete de impuestos a fines del año pasado, pero que aún era necesario proceder a una reforma mayor del empleo público. Pero, lo que uno ha visto en los últimos tiempos, es una clara oposición de las universidades estatales, acogiéndose a una supuesta autonomía, a cualquier reducción de sus privilegios. Yo me pregunto ¿por qué, si son autónomas como dicen, acuden a que los ciudadanos las mantengamos tan profusamente con los impuestos que pagamos? Si son autónomas en cuanto a sus ingresos, lo que implica esa obligación ciudadana a mantenerlos, ¿Por qué no los generan ellas y así se mantienen en realidad independientes y autónomos sin depender de los impuestos de los ciudadanos?

El ordenamiento laboral en el sector público es indispensable y, lo poco de freno al gasto que se logró con el paquete tributario recién aprobado, se puede ir por la borda, cuando los privilegiados insisten en que seamos los ciudadanos los que continuemos manteniéndolos.

Publicado en mis sitios de Facebook, Jorge Corrales Quesada y Jcorralesq Libertad, el 17 de abril del 2019.