Una clase elemental de teoría monetaria que le explica la locura del financiamiento requerido para poner en marcha el llamado Nuevo Trato Verde, de los socialistas democráticos de los Estados Unidos… lección que también debe tenerse presente en nuestro país ante propuestas utópicas del gobierno en tal sentido.

LA TEORÍA MONETARIA MODERNA: DESACREDITANDO LA ÚLTIMA ENCARNACIÓN DEL ÁRBOL GUBERNAMENTAL QUE MÁGICAMENTE PRODUCE DINERO

Por John Phelan
Fundación para la Educación Económica
Viernes 29 de marzo del 2019

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/modern-mone...ic-money-tree/

Los economistas siempre han sabido que un gobierno dispone de tres fuentes para obtener dinero: puede ponerle impuestos, puede pedirlo prestado o puede imprimirlo.

En enero, la Oficina del Presupuesto del Congreso de los Estados Unidos (CBO) publicó sus Perspectivas Presupuestarias y Económicas de 2019 a 2029 (Budget and Economic Outlook for 2019 to 2029). Es una lectura terrible. Se proyecta que los déficits del presupuesto federal se eleven de $779 mil millones a $1.37 millones de millones. La deuda gubernamental federal llegará a un 90 por ciento del PIB para el 2029, “el nivel más elevado desde justo después de la Segunda Guerra Mundial.” Se proyecta que sea de “alrededor de un 150 por ciento del PIB en el 2049 ̶ más alto que antes nunca visto.”

Encima de todo ello, los políticos han estado anunciando grandes esquemas de gasto mayor: $47 miles de millones ($47 billion) para colegiatura gratuita en las universidades; $1 millón de millones ($1 trillion) para nueva infraestructura; $1.4 millones de millones ($1.4 trillion) para borrar la deuda por préstamos a estudiantes; al menos $7 millones de millones ($7 trillion) en un “Nuevo Trato Verde;” $32 millones de millones ($32 trillion) en “Medicare for All” (Cuidado Médico para Todos). Según una estimación, estas propuestas se considera totalicen unos $42.5 millones de millones ($42.5 trillion) en la próxima década.

En adición a estas nuevas propuestas de gasto sobre la avalancha de déficits presupuestarios que proyecta la CBO, de sólo seguir con la tendencia actual, el gobierno enfrentará definitivamente una seria crisis fiscal en un futuro no muy lejano.

NO TEMA, AQUÍ ESTÁ LA MÁQUINA DE IMPRIMIR BILLETES

O, tal vez no. Según la “Teoría Monetaria Moderna” (TMM), una nueva idea prominente apoyada por gente como la representante ante el Congreso Rep. Ocasio-Cortez, no tenemos de qué preocuparnos. La TMM empieza con la observación de que un gobierno que imprime dinero para pedir prestado, no puede convertirse en insolvente. Siempre puede imprimir tanto como necesita para cubrir cualesquiera obligaciones.
Eso es cierto, pero difícilmente innovador. Los economistas siempre han sabido (Economists have always known) que un gobierno dispone de tres fuentes para obtener dinero: puede ponerle impuestos, puede pedirlo prestado o puede imprimirlo.

No obstante lo anterior, si un gobierno empieza a imprimir dinero para pagar sus gastos, no hay garantía de que el dinero valdrá algo. Por el momento, a todo lo que equivale la TMM es que usted no tiene por qué preocuparse acerca de convertirse en Grecia, si, en vez de ella, puede convertirse en Zimbabue. Esta es la razón por la cual la mayoría de los economistas ha estado preocupada por el financiamiento monetario de la política fiscal, excepto en tiempos de guerra.

En efecto, cuando la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago (University of Chicago’s Booth School of Business) recientemente encuestó a un grupo de economistas acerca de las preguntas, “Países que piden prestado en su propia moneda no deberían preocuparse acerca de los déficits fiscales, pues siempre pueden crear dinero para financiar su deuda” y “Países que piden prestado en su propia moneda, pueden, creando dinero, financiar tanto gasto gubernamental real como quieran, ” ninguno estuvo de acuerdo con ninguna de las afirmaciones.

UNA DE LAS POCAS ECUACIONES ÚTILES EN ECONOMÍA

Los creyentes en la TMM dicen que esta preocupación está fuera de lugar. Para ver por qué, mire la ecuación del intercambio de abajo, una de las genuinamente pocas ecuaciones útiles en economía:

MV = Py

Ella dice que la oferta de dinero en una economía (M) multiplicada por el número de veces que se gasta en un período dado (la velocidad de circulación, V) es igual al nivel de precios (P) multiplicado por la producción (y). De nuevo, esta es una tautología. Simplemente dice que el gasto nominal (o la demanda agregada, MV) es igual al ingreso nominal (Py). Como todo lo que se gasta es ingreso para alguien más, por definición ello es cierto.

Pero, la ecuación se hace más interesante cuando hacemos supuestos acerca de las variables que forman parte de ella. Si asumimos que “y” está fijado por factores reales y que “V” es constante (los viejos supuestos monetaristas), se deduce que cualquier aumento o disminución de “M” debe compensarse por un aumento o un descenso en “P”. “La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario,” como dijo Milton Friedman. En tal caso, el alza en la oferta de dinero (M) que proponen los seguidores de la TMM, simplemente elevará los precios (P); en otras palabras, habrá inflación.

Podemos escapar de esa trampa, alegan los proponentes de la TMM, si jugamos con las otras variables. Tal vez la velocidad de circulación es conceptualmente la más delicada. Una manera para pensar acerca de ella, es como la inversa de la demanda para mantener dinero. Si aumenta su deseo por conservar dinero -puede ahorrar para momentos difíciles- usted no lo gasta y su velocidad de circulación disminuirá. Esto, en cierto grado, compensará cualquier incremento de la oferta de dinero.

Los seguidores de la TMM proponen usar eso para controlar la inflación. Al acelerarse la inflación, la gente disminuye la demanda de mantener dinero (As inflation accelerates, people’s demand to hold money decreases); trata de gastarlo antes que pierda su poder adquisitivo. Eso eleva a “V” y acelera la inflación aún más. Pero, el gobierno puede imponer una carga impositiva mayor la cual debe ser pagada con la moneda que se deprecia y la gente necesitará billetes para cubrirla. Aumentando los impuestos, el gobierno puede aumentar la demanda de dinero o, al menos, disminuir la velocidad de circulación. Esta es la esencia de la TMM como política: un gasto gubernamental más elevado que es fondeado imprimiendo dinero y el uso de impuestos mayores para lidiar con cualquier inflación que pueda resultar.

Para los proponentes de la TMM, Friedman está totalmente equivocado. La inflación nunca es y en ningún lado un fenómeno monetario. Como lo afirma el cuadro siguiente, la inflación resulta, ya sea de un fracaso en manipular a “V” (como en la Confederación de los Estados Unidos a mediados de la década de 1860) o en un colapso en “y” (Zimbabue y Venezuela). No es necesario decirlo, pero estas explicaciones no gozan de credibilidad.

CUADRO: Las causas comunes de la hiperinflación son:

1) El gobierno pierde la habilidad de imponer impuestos (la Confederación de los Estados Unidos)
2) Una gran deuda denominada en moneda extranjera (la República del Weimar de Alemania)
3) Escaseces severas de productos (Zimbabue, Venezuela)

NO la deuda en moneda doméstica o los servicios normales de los gobiernos

FUENTE: DeficitOwls

No hay razón para creer que los seguidores de la TMM puedan controlar la inflación con los métodos que sugieren. Imagine a un gobierno operando bajo los lineamientos de la TMM. Imprime dinero y lo gasta. Los precios empiezan a subir. Eso toma tiempo ̶ la aprobación de una ley en contraste con el expediente relativamente rápido de vender valores, que es lo que los bancos centrales hacen cuando buscan lograr el mismo objetivo. Aún si es aprobada, el aumento en los impuestos reduce la producción (y), exacerbando el problema.

Aún más, para que el dinero “se retire de la economía,” el gobierno tendría que mantener el tipo de superávits presupuestarios, como los que la TMM nos predicó que estábamos libres de ellos. El dinero que se recoge mediante esos impuestos más altos -suponiendo que son recaudados- no podría gastarse o redistribuirse. Tiene que ser destruido, si es que se va a reducir la oferta de dinero (M). Cuando la inflación británica llegó a un 26 por ciento en la década de 1970, el gobierno intentó todo tipo de impuestos para “absorber” el “poder de compra excesivo,” todo ello sin que hubiera éxito alguno destacable.

EL ÁRBOL MÁGICO QUE PRODUCE DINERO

El PIB actual de los Estados Unidos es de alrededor de $20 millones de millones. Tal vez lanzar un par de millones por aquí o por allá, puede tener poco impacto sobre la inflación general.

Pero, eso no es lo que se está proponiendo. Promotores de la TMM, como Stephanie Kelton, afirman que la TMM ofrece una forma de fondear programas (programs) de millones de millones de dólares, tales como empleo garantizado y un cuido universal de la salud. El costo estimado para el programa “Medicare para Todos” de $32 millones de millones equivale a un 160 por ciento del actual PIB. Es más que increíble que la Reserva Federal puede bombear tal cantidad de dinero en la economía, sino que provoque una inflación seria.

Hay un viejo chiste: ¿Qué es lo que un loro viejo tiene en común con el Santo Imperio Romano? Que el loro no es Santo, ni Romano, ni un Imperio. Pasa lo mismo con la TMM. No es muy moderna; charlatanes a través de la historia nos han estado diciendo que el mundo sería más rico si tan sólo tuviéramos más del medio de cambio. La teoría monetaria no es tanto como una forma de escaparse de las inevitabilidades de la política fiscal. Y su base teórica es un truismo trivial. Es simplemente la última de una larga fila de aseveraciones de que se ha encontrado un Árbol Mágico que produce Dinero para el gobierno.

John Phelan es un economista de the Center of the American Experiment y compañero de The Cobden Centre.