LA PRESIÓN POR UN SALARIO MÍNIMO DE $33 REVELA UNA SERIA DESCONEXIÓN CON LA REALIDAD ECONÓMICA

Por Donald J. Boudreaux
Fundación para la Educación Económica
Lunes 28 de enero del 2019


Los salarios no dependen de cuánta paga “necesitan” los trabajadores.

Estimado Editor del Times,

Al formular el caso en favor de un salario mínimo de $33 la hora en la Ciudad de Nueva York, Ginia Bellafante piensa que es suficiente con calcular el pago mínimo que requiere un padre con dos hijos en edad escolar, para mantener cierto estilo de vida en la Ciudad de Nueva York (“The $15 Minimum Wage Is Here. Why We Need $33 an Hour.” 4 de enero).

A pesar de lo anterior, los salarios no dependen de cuánta paga “necesitan” los trabajadores; los salarios dependen de cuánto valor producen los trabajadores. Los requerimientos gubernamentales de que a los trabajadores se les pague una cantidad mayor que el valor que ellos producen, deja sin empleo a los trabajadores que no pueden producir esa cantidad de valor. Asombrosamente, la señorita Bellafante escasamente reconoce esta objeción a los salarios mínimos.

Para ver la validez de esta objeción a los salarios mínimos, suponga que trabajadores con pocas habilidades venden no indirectamente su producto al público en general, mediante su venta de tiempo y esfuerzo a los patronos, sino que, en vez de ello, venden sus productos -tales como paquetes de alimentos, artículos de ropa y servicios de cuido del cabello- directamente a los consumidores. ¿Cree alguien que todos estos ingresos de los trabajadores aumentarían, si el gobierno ordena que los trabajadores deben aumentar -para generar ingresos por hora de, al menos, $33- los precios que los trabajadores les cargan a los consumidores de aquellos productos? ¿Quién no se da cuenta de que el resultado de estos precios mínimos ordenados por el gobierno, significaría, no un aumento en el ingreso que la señorita Bellafante visualiza, sino un descenso en el ingreso, resultado inevitable que surge de consumidores que responden a estos precios más altos, al adquirir menos unidades de esos productos?

El hecho de que la mayoría de quienes obtienen ingresos vende indirectamente sus productos al público, no hace nada para cambiar la realidad de que, obligar a los trabajadores a cobrar más por sus servicios que lo que ellos valen, deja sin empleo a los trabajadores.

Sinceramente,

Donald J. Boudreaux
Profesor de Economía y poseedor de la Silla Martha y Nelson Getchell para el Estudio del Capitalismo de Libre Mercado en el Mercatus Center
George Mason University
Fairfax, VA 22030

(Le agradezco a Methinks por alertarme acerca del ensayo de Bellafante).

Este artículo se reimprime de Cafe Hayek.

Donald Boudreaux es compañero sénior del Programa F. A. Hayek de Estudios Avanzados en Filosofía, Política y Economía del Mercatus Center de la Universidad George Mason; es miembro de la Junta Directiva del Mercatus Center, profesor de Economía y ex director del departamento de economía de la Universidad George Mason.