FALTA DE CONTROL DEL MEP EN SUBSIDIOS QUE DA A ESCOLARES

Por Jorge Corrales Quesada

Si usted fuera una persona o una empresa privada, ¿daría “a ciegas” ¢150.000 millones al año, aunque tenga un montonal más de dinero? ¿No tendría usted o la empresa un control estricto de adónde, para quiénes, si son o no debidamente requeridos, si tiene resultados positivos que ameriten esos desembolsos? Me imaginaría que el No rotundo a la primera pregunta, sería seguido de un SÍ igualmente enfático en respuesta a la segunda.

Veamos algunos de los hallazgos que hizo la Contraloría General de la República en una auditoría que hizo a la Dirección de Programas de Equidad del Ministerio de Educación Pública (MEP), reseñados en un artículo de La Nación del 24 de enero, que lleva por título “MEP da a ciegas ¢150.000 millones para subsidios.”

Esa es la partida que anualmente gasta el MEP en comedores y transporte de escolares, pero no conoce “el alcance de esos beneficios.” Por ejemplo, el MEP no sabe cuántos niños llegan a comer en qué escuelas, si esa comida se da durante los 200 días lectivos y si utilizan la beca de transporte. Asimismo, el MEP no conoce si los niños beneficiados con esos programas los necesitan, según su condición socio-económica. Tampoco el MEP “ha logrado determinar el estado nutricional de la totalidad de la población beneficiada.” Similarmente, no hay conocimiento en el MEP de si se logra el impacto esperado de esos programas de alimentación y transporte estudiantil, como tampoco sabe qué porcentaje de los estudiantes beneficiados con esos programas completan el curso lectivo y si cumplen con las metas esperadas de rendimiento académico.

Según la Contraloría, si se mantiene en la práctica el sistema de control actual de esos programas basados en visitas a los centros educativo, por el cual, al menos durante los últimos cuatro años visitó 95 de los 4.685 centros educativos, se “tardaría 49 años… para supervisar, al menos en una ocasión, los programas” citados.

Finalmente, la Contraloría dice que en el MEP no hay conocimiento de la cantidad de centros educativos que están poniendo en práctica un nuevo menú “más equilibrado,” pero mucho costoso que el anterior.

Bueno, como la plata gubernamental no tiene un dueño responsable directo de su manejo, de forma tal que si no cuida la plata suya se arruina, no se puede esperar más que el tipo de cosas expuesto. Por supuesto, esos recursos no están saliendo de los bolsillos de los burócratas, sino de los ciudadanos que pagan impuestos.

Publicado en mis sitios de Facebook, Jorge Corrales Quesada y Jcorralesq Libertad, el 17 de febrero del 2019.