Ahora el gobierno, clamando un gran avance cuando adquieren vehículos eléctricos subsidiados, nos quiere imponer la voluntad de decidir, por medio de impuestos a lo que no les parece y subsidios a lo que sí, presumiendo sabiduría y conocimiento, no son más que sus preferencias.

SUBSIDIOS A VEHÍCULOS ELÉCTRICOS: FRENEN LOS CRÉDITOS IMPOSITIVOS Y DEJEN QUE LOS CONSUMIDORES DECIDAN

Por Nicolas Loris
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 5 de diciembre del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en azul y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/electric-ve...sumers-decide/

A las familias se les debería permitir comprar el carro que quieren sin un empujón de Washington y sin la ayuda financiera de sus compañeros contribuyentes.

Frustrado con el reciente anuncio de la General Motors de cerrar plantas y hacer despidos, el presidente Donald Trump dijo que la administración estaba ahora buscando recortar subsidios al productor de carros, incluyendo a vehículos eléctricos.
Correcto. A las familias se les debería permitir comprar el carro que quieren sin un empujón de Washington y sin la ayuda financiera de sus compañeros contribuyentes.

UNA VICTORIA DEL AMIGUISMO

Las dádivas a vehículos eléctricos subsidian a los estadounidenses más ricos y, a pesar de ser anunciados como una opción “climáticamente amistosa,” casi que no producen un beneficio climático para el planeta.

Trump exactamente no tiene el poder para recortar y hasta eliminar los actuales subsidios a los vehículos eléctricos de la General Motors. Pero, él puede jugar un papel importante en el futuro del subsidio tributario mencionado.

Tanto el gobierno federal como los estatales otorgan dádivas generosas por los vehículos eléctricos. El crédito federal sobre el impuesto a la renta llega hasta $7.500 y es aplicable a los primeros 200.000 vehículos eléctricos por cada productor y, posteriormente, empieza una declinación (phaseout) del crédito.

Actualmente Tesla está en la etapa de declinación (phaseout period) y la General Motors está cerca de llegar a la marca de 200.000.
El Congreso de los Estados Unidos está considerando un paquete mayor (a larger package) para revivir y expandir las exoneraciones impositivas especiales, que utilizan a la ley tributaria para escoger ganadores y perdedores.

Algunos miembros del Congreso quieren incluir una extensión permanente (a permanent extension) del crédito tributario de $7.500 y aumentar aquel límite de 200.000 vehículos. Un subsidio ilimitado sería una carga masivamente elevada para los contribuyentes y una victoria para el amiguismo, pues otorga dinero con base en un tratamiento preferencial, en vez del proceso competitivo.

Aún más, una extensión del subsidio continuaría quitándole los derechos para elegir que tienen los compradores de carros y los dejaría en manos del gobierno federal.

El gobierno federal utiliza diversas palancas de política para impulsar (u obligar) a que los consumidores usen la tecnología o las fuentes de combustible de su elección. Ya se trate de una ley para mezclar maíz en nuestra oferta de combustibles o un préstamo respaldado por el gobierno a una compañía que produce vehículos eléctricos, cada vez que el gobierno pone el dedo en la balanza para dirigir la inversión, les quita la autonomía a los consumidores e impide la innovación.

En vez de extender el crédito tributario para los vehículos eléctricos, el Congreso debería eliminar el tratamiento preferencial de todas las fuentes de energía y tecnologías. De esta manera, las compañías innovadoras estarían buscando satisfacer las preferencias de los consumidores, en vez del próximo donativo de Washington.

LA VERDAD ACERCA DE LOS VEHÍCULOS ELÉCTRICOS

Los compradores de carros tienen diversas razones para comprar un carro o un camión específico y pueden tener razones distintas para comprar vehículos alternativos a los que usan combustibles fósiles.

Las familias serían mejor servidas cuando Washington no les esté diciendo a los consumidores qué tipo de vehículo comprar y por qué, en especial cuando políticos, burócratas y otros llamados “expertos,” se equivocan totalmente en esas justificaciones para cambiar hacia vehículos alternativos.

Por ejemplo, una consideración propuesta para cambiar de vehículos impulsados por gasolina hacia los eléctricos, es el beneficio climático. A principios de este año, el periódico Guardian escribió (wrote), “Cambiar hacia carros eléctricos es la clave para arreglar las políticas ambientales ‘críticamente insuficientes’ de los Estados Unidos.” La administración Obama incluyó la adopción de vehículos eléctricos como una forma responsable (as a way it was responsibly) de combatir el cambio climático.

No obstante, los números cuentan una historia diferente. El Dr. Jonathan Lesser, un economista y presidente de Continental Resources, calculó, en un estudio (study) de mayo del 2018 hecho para el Manhattan Institute, la reducción en las emisiones de gas de efecto invernadero por la adopción incrementada de vehículos eléctricos.

Lesser encontró (found) que “los vehículos eléctricos las reducirán, en comparación con los vehículos nuevos de combustión interna. Pero, con base en una proyección [de la Administración de Información sobre Energía] acerca del número de nuevos vehículos eléctricos, la reducción neta en emisiones de dióxido de carbono entre el 2018 y el 2050 sería de tan sólo alrededor de la mitad de un uno por ciento, de la proyección total de emisiones de energía relacionadas con el carbono para los Estados Unidos. Un cambio tan pequeño no tendrá impacto alguno sobre el clima […].”

Similarmente, de acuerdo con datos (data) recientes compilados por Bloomberg New Energy Finance, “a un vehículo eléctrico en Alemania le tomaría más de 10 años para equilibrar las emisiones de motores de combustión eficientes.” La extracción de materiales y la manufactura de baterías de ión-litio son muy intensivas en dióxido de carbono. Tampoco ayuda si se carga en una red eléctrica que es producida por carbón.

El hecho de que la producción de emisiones sea cercana a lanzar una moneda, sirve para mostrar qué tan insignificante es la disminución del clima que se logra, al cambiar hacia vehículos eléctricos.

Enero del 2019 tendrá un Congreso dividido y abundante tiempo para desacuerdos. Pero, un tema que une a la extrema izquierda y a la extrema derecha es la oposición al amiguismo corporativo. Los subsidios a los vehículos eléctricos son tan sólo eso.

Los subsidios van a dar a los fabricantes de carros y a las familias más ricas de los Estados Unidos (accrue to carmakers and America’s wealthiest households), quienes también pueden pagar por un vehículo eléctrico sin la ayuda de otros contribuyentes.

Un buen propósito de Año Nuevo para el Congreso que termina y para los nuevos miembros, debería ser un compromiso para terminar con la beneficencia corporativa. Un buen lugar para empezar es no ampliar las malas políticas que escogen ganadores y perdedores.

Este artículo fue Reimpreso del Daily Signal.

Nicolas Loris, un economista, se enfoca en temas de energía, medioambiente y regulatorios, como compañero Herbert y Joyce Morgan de la Fundación Heritage.