LOS QUE MÁS SUFREN CON UNA HUELGA

Por Jorge Corrales Quesada

No me importa que me quieran endilgar que soy “enemigo” de los maestros, como hacen algunos. Trato de ser enemigo de lo injusto, eso sí. Veamos lo sucedido con las notas de los alumnos de su segundo trimestre, que los maestros deberían haber remitido al ministerio de Educación (MEP), a más tardar el 22 de agosto pasado.

La fuente de la información es el artículo de La Nación del 20 de octubre, titulado “Maestros se fueron son dar notas del II Trimestre.”

De entrada, debo señalar que, tal como lo indica el medio, el MEP, al menos a la fecha de esa publicación, no tenía claro si los maestros, hoy en huelga, les dieron las notas a los estudiantes pero no la ingresaron al sistema de registro del ministerio, llamado Programa de Informatización para el Alto Desempeño (PIAD), o bien, no se las dieron a los estudiantes y tampoco las pasaron al PIAD o, tal vez, sí pasaron la información al PIAD, pero no la enviaron al ministerio. Sea lo que sea lo sucedido, a la fecha de esa publicación, en las oficinas MEP se tenían apenas los datos de 1.586 alumnos de los 856.777 registrados “(sin contar undécimo y duodécimo año).” Esto es, ni siquiera se tienen los datos del uno por ciento de aquellos alumnos.

El problema para el ministerio es qué hacer ante esto, pues se requiere de aquella información para “saber cuál es la promoción nacional, ni cuantos alumnos quedarían aplazados al promediar notas del I y II trimestres y pueden hacer el examen de reposición.”

Pero, la huelga impide resolver el problema, que podría solucionarse si detiene (aquella en donde se les paga por no trabajar y en que incluso el funcionario de cada escuela encargado de transmitir la información del PIAD al MEP, por hacer eso se gana un recargo del 50% del salario base). O bien, la solución podría serla haciendo el examen de reposición para aquellos que estén aplazados con la información que, al momento, dispone el MEP.

Todo esto es ejemplo de costos para la sociedad por una huelga indebida, en donde entre los mayores afectados están los alumnos. ¡Qué época aquella en la cual el estudiante era el objetivo principal del maestro! Bueno, por lo menos a algunos hoy se les paga con las platas de todos los ciudadanos contribuyentes por no hacer nada y sin importar el daño que ocasiona su conducta: importante el estímulo que eso da para el avance de la educación en nuestro país…

Publicado en mis sitios de Facebook, Jorge Corrales Quesada y Jcorralesq Libertad, el 12 de noviembre del 2018.