Estemos muy atentos, para que nunca algo como estos casos de socialismo en la realidad se den en nuestro país.

ESCUCHEN MIEMBROS DE LA GENERACIÓN DEL MILENIO, HE AQUÍ LA VERDAD ACERCA DEL SOCIALISMO, KIM JONG-UN Y NICOLÁS MADURO
Por Lawrence J. McQuillan
Fundación para la Educación Económica
Domingo 17 de junio del 2018




NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/hey-millenn...C3%A1s-maduro/

Lejos de ser una Utopía pacífica, la realidad vivida bajo el socialismo es la muerte, la destrucción, la privación y la represión.

Una historia reciente en el New York Times (New York Times) discutió la voluntad creciente de candidatos políticos en los Estados Unidos de participar electoralmente como socialistas. El reportero del Times, Farah Stockman, escribió que los Socialistas Democráticos de los Estados Unidos (SDA) están emergiendo, incluso en estados que se inclinan hacia los conservadores. “Desde setiembre del 2016, la membresía en el SDA se ha incrementado de 5.000 a 35.000 en todo el país,” escribió Stockman. “El número de agrupaciones locales ha crecido de 40 a 181, incluyendo a 10 en Texas. El grupo de Houston, en un época inactivo, ahora tiene casi 300 miembros.”

Franklin Bynum, un abogado de 34 años, socialista declarado y miembros de la DSA, obtuvo la nominación electoral por el partido demócrata como juez de una corte en Houston, Al menos 16 otros socialistas aparecieron en las boleta de las elecciones primarias en todo Texas.

MIEMBROS DE LA GENERACIÓN DEL MILENIO ESTÁN GUIANDO ESTE RESURGIMIENTO

Muchos de los candidatos y gran parte del apoyo proviene de los milenarios, la generación más grande de estadounidenses de la historia. En parte, la atracción de los milenarios hacia el socialismo puede ser hallada en el movimiento Ocupar Wall Street y a la campaña presidencial del 2016 del senador Bernie Sanders, descrito a sí mismo como socialista (a self-described socialist). Esto movimiento sumamente publicitados, enfatizaron las desigualdades en los ingresos, el acceso al capital, la justicia criminal, el cuidado de la salud, las guarderías infantiles, el acceso a la educación y la accesibilidad a la vivienda.

Amy Zachmeyer, un organizador sindical de 34 años, quien ayudó a restaurar la organización del DSA en Houston, dijo que el socialismo “resuena con los milenarios que están obteniendo menos dinero que sus padres y tienen menor capacidad para adquirir una vivienda y se están hundiendo en deuda por estudios financiados.” La atracción de los milenarios al socialismo se refleja en las encuestas.

Una encuesta del 2016 (2016 survey) hecha a los de edades entre 18 y 29 años por el Instituto sobre la Política de Harvard, encontró que un 16 por ciento se identificaba a sí mismo con el socialismo, mientras que un 33 por ciento apoyaba al socialismo. Sólo un 42 por ciento apoyaba al capitalismo, mientras que un 55 por ciento no lo apoyaba. Otra encuesta (survey) del 2017 encontró que un 51 por ciento de los milenarios se identificaba con el socialismo o el comunismo como su sistema socio-económico favorito. Sólo un 42 por ciento favorecía al capitalismo. Jorge Román-Romero, de 24 años, quien dirige el capítulo del DSA en Tulsa, Oklahoma, dijo, “ya no es más una lastre decirlo,” refiriéndose a llamarse uno mismo un candidato socialista.
PERO ELLOS ESTÁN IGNORANDO LA REALIDAD DEL SOCIALISMO

Frances Reade, 37, es vicepresidenta del capítulo del DSA de East Bay en el área de la Bahía de San Francisco, el cual tiene alrededor de 1.000 miembros. Ella disfruta de las clases nocturnas gratuitas, conocidas como la “escuela socialista,” en la cual ella lee y discute textos políticos, incluyendo a Karl Marx. Pero es dudoso que una esta escuela nocturna marxista esté leyendo acerca de la verdadera historia en la práctica del socialismo y del comunismo, los cuales han ocasionado más sufrimiento humano y muerte que cualquier otro sistema socioeconómico.

Por ejemplo, las agrupaciones del DSA deberían leer “Can There Be an ‘After Socialism’?” (“¿Puede Existir un Después del Socialismo?”), obra escrita por el profesor de historia de la Universidad de Pennsylvania, Alan Charles Kors, el cual cuenta la historia del socialismo, la cual Bernie Sanders y ls Socialistas Democráticos de los Estados Unidos no les contarán y que los milenarios no escucharán. He aquí una transcripción extendida:

“El objetivo del socialismo fue cosechar las recompensas culturales, científicas, creativas y comunales de abolir la propiedad privada y los mercados libres, y terminar con la tiranía humana. Usando el mando del estado, el comunismo buscó crear esta sociedad socialista. Lo que sucedió fue el logro del poder por un grupo de déspotas inhumanos: Lenin, Stalin, Mao Tse-tung, Kim Il Sung, Ho Chi Ming, Pol Pot, Fidel Castro, Mengistu, Ceausescu, Hoxha, etcétera, etcétera...

Ninguna causa, jamás en la historia de la humanidad, ha producido tiranos más sangrientos y más huérfanos que el socialismo con el poder. Sobrepasó, exponencialmente, a todos los otros sistema de producción en generar muertes. Los cadáveres están todos alrededor nuestro. Y he aquí el problema: Nadie habla de ello. Nadie los honra. Nadie hace penitencia por ellos. Nadie ha cometido suicidio por haber sido un apologista de aquellos que les hicieron eso a ellos. Nadie paga por ellos. Nadie es perseguido para que dé cuenta de ellos. Es exactamente lo que Solzhenitsyn previó en el Archipiélago Gulag: “No, nadie tendrá que responder. Nadie será mirado por ello.” Hasta que eso suceda, no hay un “después del socialismo.”

Occidente acepta una doble moral de la época, monstruosa, imperdonable. Casi diariamente repasamos los crímenes del nazismo, les enseñamos eso a nuestros hijos como las lecciones morales e históricas supremas y damos fe de cada víctima. Nos mantenemos, con unas pocas excepciones, casi silenciosos acerca de los crímenes del comunismo. Insistimos en la “desnazificación” y fustigamos aquellos que la atemperaron en nombre de unas realidades políticas nuevas o emergentes. Nunca ha habido y nunca habrá una similar “descomunización,” aun cuando la matanza de inocentes fue exponencialmente mayor, y aunque aquellos que firmaron las órdenes y manejaron los campos de concentración aún existen. En el caso del nazismo, cazamos a ancianos de noventa y ocho años de edad porque “los huesos reclama” justicia. En el caso del comunismo, insistimos en que no hubiera “cacería de brujas” –dejemos que los muertos entierren a los vivos. Pero los muertos no pueden enterrar a nadie.

Por tanto, los muertos yacen entre nosotros, ignorados, y cualquiera con ojos morales los observan, por su ausencia en nuestra consciencia moral, derramándose desnudos desde nuestros televisores y pantallas de cine, congelados en dolor en nuestras aulas y extendidos, sin enterrar, a lo largo de nuestra política y de nuestra cultura. Se sientan a nuestro lado en conferencias. No podría haber existido un “después del nazismo” sin el reconocimiento, la consideración, la justicia y la memoria. Hasta que no resolvamos la muerte por el comunismo, no hay un “después de socialismo.”

Para ser seres morales, debemos reconocer apropiadamente esas cosas horrendas y ser testigos de las responsabilidades de aquellos tiempos más sanguinarios. Hasta que el socialismo -como el nazismo o el fascismo confrontados por los campamentos de muerte y la carnicería de inocentes- sea confrontado con su realidad vivida, las grandes atrocidades de toda la vida humana registrada, no viviremos un “después del socialismo.”

Eso no sucederá. La patología de los intelectuales occidentales los ha comprometido con una relación contradictoria con la cultura -mercados libres y derechos individuales- que ha producido el alivio más grande del sufrimiento; la liberación más grande de la necesidad, la ignorancia y la superstición; y el aumento mayor de la abundancia y de la oportunidad en la historia de toda la vida humana.

Esta patología permite que los intelectuales de occidente sorteen el Everest de cuerpos de las víctimas del comunismo, sin una lágrima, un escrúpulo, un arrepentimiento, un acto de contrición o una reevaluación del ser, del alma y de la mente...

Los cuerpos demandan una explicación, una apología y un arrepentimiento. Sin tales cosas, no hay un “después del socialismo.”

En una entrevista de 1989, Sanders dijo (said): “El socialismo tiene muchos mensajes diferentes a personas diferentes. Pienso que el asunto de la ideología socialista y lo que eso significaba o significa no es terriblemente importante.” Tal no sea importante para Sanders, pero lo fue para las decenas de millones de personas que murieron a manos de los socialistas o que actualmente se afanan duro bajo regímenes como los del Kim Jong-un en Corea del Norte y de Nicolás Maduro en Venezuela.

Un reporte del 2014 de las Naciones Unidos sobre Corea del Norte (United Nations report on North Korea) dio un listado de las condiciones que encaran los ciudadanos comunes y corrientes en Corea del Norte:

“... exterminación, asesinato, esclavitud, tortura, aprisionamiento, rapto, abortos forzados y otra violencia sexual, persecución por razones políticas, religiosas, raciales y de género, el traslado obligado de poblaciones, la desaparición forzada de personas y el acto inhumano de provocar deliberadamente una hambruna prologada (p. 14)
LA REALIDAD VIVIDA DEL SOCIALISMO ES LA MUERTE Y LA REPRESIÓN

De dos a tres millones se estima el número de personas que han sufrido hambre hasta llevarlas a la muerte (starved to death) en Corea del Norte en la década de 1990, incluyendo la “inanición deliberada” de los prisioneros políticos.

El gobierno de Venezuela ha practicado el socialism desde 1998. El resultado (result) es una tasa de inflación anual en la actualidad del 9.000 por ciento, una economía que se encoge en un 15 por ciento anual, estantes vacíos, pobreza devastadora, una población que huye (ha emigrado un 10 por ciento de la población), que un 12 por ciento de los niños de menos de cinco años de edad sufran de desnutrición y un presidente socialista que prohíbe la ayuda del exterior, incluso la proveniente del Vaticano (Vatican). En una conferencia del 2018 organizada por la Fundación para la Educación Económica, en la ciudad de Atlanta, un joven violinista de Venezuela, Wuilly Arteaga, habló (talked) acerca de cómo fue golpeado por los agentes del gobierno cuando se opuso públicamente al gobierno despótico de su nación.

Así que, mileniales, así es como luce el socialismo en la práctica y adonde inevitablemente conduce el poder concentrado del gobierno. Tal como advierte el viejo dicho: Un gobierno lo suficientemente poderoso como para darte todo lo que tú quieres, es lo suficientemente poderoso como para quitarte todo lo que tú tienes. Eso incluye a uno mismo.

Bernie Sanders y los miembros de los Socialistas Democráticos de los Estados Unidos, escogieron “sortear el Everest de cuerpos de las víctimas del comunismo... sin una lágrima, un escrúpulo, un arrepentimiento, un acto de contrición o una reevaluación del ser, del alma y de la mente.” Al darle abrigo y aceptabilidad intelectual al socialismo y al comunismo, Sanders y la DSA ayudan a ocultar los cuerpos y a tapar la verdad de los mileniales, quienes tienen pocos recuerdos de las atrocidades y que posiblemente no se dan cuenta del historial pleno del socialismo. En vez de ser una utopía, el socialismo y el comunismo en práctica crean un infierno sobre la tierra.

Reimpreso del Independent Institute

Lawrence J. McQuillan es compañero sénior y director del Centro de Innovación Empresarial del Independent Institute.