Que esta pesadilla no la suframos nunca los costarricenses. Hoy hay que estar más atentos que nunca.

LA PESADILLA SOCIALISTA DE VENEZUELA: UNA PREDICCIÓN DE CUÁNDO ES QUE SE ACABA

Por Daniel J. Mitchell

Fundación para la Educación Económica
Viernes 14 de setiembre del 2018

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/venezuela-s...where-it-ends/

En resumen, Venezuela está en caída libre, pero no sé dónde está el fondo.

Desde el 2010 (2010), he estado señalando (pointing out) que Venezuela es un ejemplo aterrador (horrifying) y trágico (tragic example) de lo que sucede (what happens) cuando el sector privado de un país es sofocado casi completamente (almost completely suffocated) por un gobierno excesivo (excessive government).

Y con el país ahora cayendo en una espiral mortal (in a death spiral), usted pensaría que es el momento perfecto para hacer un comentario adicional (further commentary). No obstante, algunas veces pienso si lo que puedo escribir no es ridículamente repetitivo.

Pero, un par de conversaciones reciente me han convencido de la necesidad de referirme a dos aspectos.

Primero, es importante enfatizar que no todo el estatismo es creado igual (not all statism is created equal). Cuando recientemente escribía acerca de Dinamarca (about Denmark), elaboré un cuadro para mostrar cómo ese país era mucho más pro-mercado que Francia. Y, en ese mismo cuadro, mostré que Francia era mucho más capitalista que Grecia.


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Y, ¿adivinen cuál país era el más estatista? Si dijo que era Venezuela, está en lo correcto.

Y la lección de estos datos es que el grado de estatismo es importante. Venezuela es un desastre total debido a su estatismo total. Grecia está en problemas porque hay mucho estatismo (lots of statism), Francia está anémica porque es un estatismo común y corriente (run-of-the-mill statism) y Dinamarca está bien porque tan sólo es estatista en un área (statist in one area) (la política fiscal).

Imagínese que usted es un maestro y que esos países fueran estudiantes. He aquí las notas que usted les pondría por su política económica

F (en nuestro país más o menos un tres) ̶ Venezuela
D (en nuestro país más o menos un cinco) ̶ Grecia
C (en nuestro país más o menos un siete) ̶ Francia
B (en nuestro país más o menos un nueve) ̶ Dinamarca

Segundo, quiero responsar una pregunta que frecuentemente se formula, cual es, ¿Durante cuánto tiempo podrá sobrevivir el actual gobierno?

Desafortunadamente, no tengo una buena respuesta. Eso en parte se debe a que la mala política no ocasiona el colapso de la noche al día. (Adam Smith señaló (noted) hace más de 200 años que “hay mucho por arruinar en una nación”).

Históricamente Venezuela ha mantenido su régimen estatista con los ingresos petroleros, pero como opción se está encogiendo (shrinking as an option), debido a la incompetencia gubernamental.

“Miles de trabajadores está abandonando a la compañía petrolera propiedad del estado, dejando empleos anteriormente apetecidos, que han sido destruido por la peor inflación del mundo. …También trabajadores petroleros desesperados y criminales están dejando a la compañía petrolera sin equipos vitales, vehículos, bombas y cables de cobre, llevándose todo lo que puedan para obtener dinero. La doble pérdida -de gente y de equipos- está paralizando aún más a la empresa, que ha estado tambaleándose por años, aunque permanece siendo la fuente de ingresos más importante del país. …Económicamente Venezuela está de rodillas, doblegada por la hiperinflación y por una historia de mala administración. Una hambruna extendida, un conflicto político, escaseces devastadoras de medicinas y un éxodo de más de un millón de personas en años recientes, han convertido a este país, que años atrás fuera la envida de muchos vecinos, en una ruina.”

Al fin y al cabo, el régimen puede sustentarse en la fuerza. Y los políticos venezolanos astutamente han puesto al ejército a cargo de la corrupción y las purgas (in charge of graft and shakedowns), ganándose su lealtad, al menos temporalmente.

“Los militares han llegado a supervisar el comercio apremiante y lucrativo del agua, cuando las reservas se agotan, las tuberías rotas inundan los vecindarios y un personal sobrecargado se va del trabajo. Siete importantes puntos de acceso hacia la capital ahora son manejados por soldados o por la policía, quienes también tomaron el control total de todos los camiones públicos y privados que distribuyen el agua. Oficiosamente les ordenan a los choferes adónde es que tienen que llevar el agua ̶ y los obligan a entregar los bienes a direcciones favorecidas. El régimen autocrático les ha otorgado industrias lucrativas a los 160.000 miembros del ejército, al irse acelerando el colapso económico, desde la rica región minera del Arco Minero del Orinoco, pasando por puestos altos en la empresa estatal productora de petróleo, hasta el valioso control creciente sobre la comida y el agua.”

Aún más, es difícil que la gente se subleve, pues el régimen ha proseguido el manual totalitario (totalitarian playbook) y ha prohibido las armas privadas (banned private guns).

Así que, no resulta ser una sorpresa que mucha gente descontenta (aquellos quienes de otra manera se podrían sublevar) simplemente huye (escaping) del país.

“Cientos llegan todos los días, muchos llegando sin un centavo y macilentos… Una vez que cruzan, muchos se agolpan en parques públicos y plazas, llenándolos de refugios improvisados, elevando la preocupación con las drogas y el crimen. Los afortunados duermen en tiendas de campaña y hacen fila para recibir comidas de parte de los soldados ̶ a menudo se les da prioridad a mujeres embarazadas, a los discapacitados y a familias con niños pequeños. …esto está sucediendo en Brasil, en donde llega una marea interminable de gente, huyendo de la crisis económica venezolana que se profundiza… Los cientos de miles de venezolanos que han encontrado refugio en Brasil en épocas recientes son prueba viviente de una crisis humanitaria que empeora, la cual su gobierno alega que no existe. …cada mes, más venezolanos dejan su país que los 125.000 exiliados cubanos que huyeron de sus hogares por mar, durante la crisis del Mariel en 1980.”

Y los que aún no han salido, todavía tienen algunas opciones (some options), además de pasar hambre o sublevarse.

“Hace pocos años, había tantos burros en el estado venezolano de Falcón, que constituían un problema ̶ manadas por todo lado, ocasionando choques en las carreteras y bloqueando las pistas de los aeropuertos. Pero, en los últimos tres años, las hordas se han reducido dramáticamente, pues miles de burros han sido sacrificados por su carne por los venezolanos que pasan cerca de una hambruna. …El colapso de la economía de Venezuela está cambiando radicalmente los hábitos alimentarios de la población del país productor de petróleo, en donde grandes sectores de la población están siendo obligados a recoger comida en los basureros y a sacrificar animales domésticos para saciar el hambre. …La matanza clandestina de animales también se ha convertido en un problema sanitario y medioambiental, agregó Stefaneli. No hay controles sanitarios y el burro ha estado desapareciendo de sus hábitats nativos. …Años atrás, los residentes de Paraguana solían comer cabras, pescados y carne de res. Y, cuando estos escaseaban, comían conejos, granos e incluso iguanas. La carne de burro no era apetecida pues es dura y huele, incluso desde lejos, aseguran residentes que la han comido. Pero, se ha convertido en una necesidad para muchas personas.”

En resumen, Venezuela está en caída libre, pero no sé dónde está el fondo. Y no sé qué sucederá cuando el país toque ese fondo.

Pero, si usted pone una pistola en mi sien, predigo que, de alguna manera, el régimen colapsa en el 2020.

Post Scriptum. El consuelo ante esta nube negra sobre Venezuela, es que aquí tenemos humor tanto desde el interior (inside) como del exterior (outside) del país.

Post Post Scriptum. Venezuela es un desastre tal, que incluso el Banco Mundial reconoció (acknowledged) que el sistema de Chile orientado hacia el mercado es muy superior.

Este artículo se reimprime con autorización de International Liberty.

Daniel J. Mitchell es compañero sénior del Instituto Cato, quien se especializa en política fiscal, particularmente en reforma tributaria, competencia internacional en impuestos y en el peso económico del gasto del gobierno. También sirve en el directorio editorial de Cayman Financial Review.