ACERCA DE LAS PENSIONES EN EL ICE

Por Jorge Corrales Quesada

Para empezar, se debe tener claro que los trabajadores del ICE se supone que pagan debidamente las cuotas para su pensión a la Caja, igual que el resto de trabajadores. Sólo que ellos también tienen un sistema propio en donde los trabajadores y el patrón (el ICE) aportar para tener una pensión complementaria.

Es ese fondo complementario de pensiones el cual, según informa La Nación del 29 de agosto, en su comentario titulado “Crecimiento salarial en ICE socava su fondo de pensiones: estudio actuarial detecta déficit de ¢24.000 millones,” presenta problemas financieros a futuro.

Según el medio, citando un informe de la empresa Ernst & Young que analizó el caso, “La incorporación de la escala salarial y las anualidades dentro de las proyecciones tiene un alto impacto en los resultados obtenidos” y, para resolver la situación se propone “elevar el aporte al fondo entre 0.49 puntos porcentuales y 1.08 puntos.” Además, sugiere que la pensión ahora, en vez de ser el salario promedio de los últimos dos años, lo sea de los últimos cinco años (con lo cual el monto de pensión se reduciría pues los salarios son siempre crecientes), así como que el tope de pensión, que hoy es de un 25% del salario, pase a ser sólo del 20%, al igual que la revaloración de esas pensiones no sea mayor al 50% de la inflación anual, por la cual se ajustan hoy esas pensiones.

Según La Nación, me imagino que basada en el informe de Ernst & Young, la reserva actual del fondo de ¢304.330 millones empezaría a “decrecer a partir del 2041 y se agotará en el 2057,” lo cual “pondría en riesgo las pensiones de 3.501 jubilados y los beneficios futuros de 13.331 trabajadores.”

En síntesis, un menor número de cotizantes al fondo, así como aumentos en los sueldos, en donde “el salario base aumenta anualmente por inflación y por efecto de los ascensos y promociones del empleado a través de la vida laboral,” son la causa de la crisis del fondo de pensiones el ICE.

La buena noticia es que, ante esto, la Junta Directiva del ICE redujo el monto de jubilación del promedio del salario de los últimos 24 sueldos al promedio de los últimos 48 salarios, si bien Ernst & Young había propuesto el promedio de los últimos 60 salarios, que es menor en un marco de salarios en aumento, que el promedio de los últimos 24 meses de sueldo, tal como estaba establecido. Algo es algo…

Asimismo, la Junta decidió mantener el aporte conjunto patronal-laboral en el 5.5% de la planilla (no siguió la recomendación de Ernst & Young) y tampoco redujo el tope del 25% del salario como máximo a un 20%, como también lo sugirió esa firma.

Francamente, de lo informado por el medio y ante el único medio-ajuste, no se puede saber cuál será el efecto neto total de estas decisiones sobre el faltante, pero sí hay algo que llama la atención. Al decidir la Junta Directiva del ICE no aumentar el aporte patronal-laboral del 5.5% actual, en donde los trabajadores aportan el 1% y la empresa el 4.5% de los salarios, el medio indica, en su artículo del 30 de agosto titulado “ICE redujo beneficios de la jubilación a 13.000 empleados,” que el ICE “sostuvo” que, con la decisión de no aumentar aquel aporte conjunto del 5.5% “no se afecta, ni se afectarán las tarifas de los servicios de electricidad y telecomunicaciones.”

¿Debemos, ante esto último, saltar de alegría y agradecer la bondad de las autoridades del ICE por no aumentar ese 4 y medio por ciento de aporte conjunto patronal-laboral? La verdad es que, si acaso, ya no nos aumentarán lo que, de hecho, ya se nos está trasladando a los consumidores de servicios eléctricos y telefonía del ICE, cual es la transferencia en la tarifa del 4.5% de los salarios del aporte patronal. Esto es vergonzoso pues equivale a lo que pasa con las pensiones de lujo, en donde quienes se retiran reciben una pensión para lo cual no han aportado lo suficiente. En este caso, al igual que los llamados pensionados de lujo, que reciben lo no aportado mediante impuestos pagados por los ciudadanos-contribuyentes, ahora los ciudadanos-usuarios pagamos un 4.5% del salario incorporado en el costo de las tarifas. Una injusticia similar a lo que pasa con los pensionados de lujo: un privilegio para unos cuantos, pagados por todos los contribuyentes o bien, en este caso, por todos los usuarios del ICE.

Publicado en mis sitios de Facebook jorge corrales q y Jcorralesq Libertad, el 13 de setiembre del 2018.