La tontería recorre al mundo: ciertos políticos de los Estados Unidos no son la excepción.

EL “NUEVO TRATO” DE ELIZABETH WARREN ESTÁ MÁS CERCA DEL NACIONALISMO QUE DEL SOCIALISMO DEMOCRÁTICO

Por Barry Brownstein
Fundación para la Educación Económica
Miércoles 22 de agosto del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/elizabeth-w...tic-socialism/

La senadora Warren está proponiendo la “expropiación al por mayor de la empresa privada en los Estados Unidos, y nada menos de eso.”

En un episodio de la serie de comedia Crashing del canal de televisión por cable HBO, el libertario Penn Jillette ofreció esta provocativa opinión:

“La revolución más importante de la historia humana, más importante que la agricultura, más importante que la escritura, es la revolución científica. La revolución científica se redujo a estas tres palabras: Yo no lo sé.”

Agregó Jillette, “Ninguna institución, ninguna iglesia, ningún rey, ninguna estructura de poder, jamás ha dicho en la historia: yo no lo sé.”
El historiador griego Tucídides lo puso de esta manera: “La ignorancia es atrevida y el conocimiento, reservado.”

Es difícil encontrar un político dispuesto a decir, “Yo no lo sé.” Elizabeth Warren no es una excepción. Su ignorancia es atrevida.

Recientemente ella propuso una Ley llamada de Capitalismo Responsable. Bajo la ley que propone, Warren y otros en el gobierno pretenden saber mucho acerca de lo cual ellos no saben nada ̶ manejar todas las grandes empresas de los Estados Unidos.

LA LEY DE CAPITALISMO RESPONSABLE

Escribiendo en el Wall Street Journal, la senadora Warren urge a los estadounidenses a que insistan en “un nuevo trato.” [Refiriéndose al New Deal de Franklin Roosevelt]. Bajo su Ley de Capitalismo Responsable,

“A las empresas con ingresos anuales de más de más de $1 mil millones de ingresos se les requeriría obtener una escritura federal de la constitución de la empresa. La nueva escritura obliga a que los directores de las empresas consideren los intereses de todas las principales partes interesadas -no sólo el de sus accionistas- en las decisiones de la empresa. Los accionistas podrían demandar si creen que los directores no están cumpliendo con esas obligaciones.”

El lenguaje de Warren es vago. Kevin Williamson, escribiendo en el National Review (writing in the National Review), explica lo que en la práctica significaría la Ley de Capitalismo Responsable:

“Entonces, el gobierno federal dictaría a estos empresarios la composición de sus juntas directivas, los detalles de la gobernabilidad corporativa interna, las prácticas de remuneraciones, las políticas de personal, y mucho más.”

En resumen, Williamson concluye que, lo que la senadora Warren está proponiendo, es la “expropiación al por mayor de la empresa privada en los Estados Unidos, y nada menos de eso.”

En la actualidad, la propuesta de Warren no tiene chance de ser aprobada. En unos pocos años, bajo un presidente socialista democrático -casi que escribo presidente nacional socialista- la distopía de Warren podría llegar a convertirse en una realidad.

EL CAPITALISMO CONSCIENTE

Warren cree que las empresas tienen una “obsesión por maximizar los rendimientos de sus accionistas.” Warren, equivocadamente, cree que las firmas fallan al no tomar en cuenta a otras partes interesadas. ¿Cuál le brinda una mejor experiencia a usted como usuario, la Oficina de Correos de los Estados Unidos o FedEx? Las únicas empresas que no consideran a otras partes interesadas son los monopolios, aislados de las fuerzas de la competencia. Para competir eficientemente, las empresas rutinariamente consideran los intereses de sus clientes, empleados, proveedores, inversionistas, y otros, incluyendo las comunidades en donde se ubican.

El libertario fundador de Whole Foods, John Mackey, tiene un nombre para tomar en consideración a todas las partes interesadas, Capitalismo Consciente. Mackey escribe en su libro Capitalismo Consciente: Libera el espíritu heroico de los negocios (Conscious Capitalism), que

“Los negocios son buenos porque crean valor, son éticos porque se basan en intercambios voluntarios, son nobles porque pueden elevar nuestra existencia y son heroicos porque rescatan a la gente de la pobreza y crean prosperidad. El sistema de la libre empresa del capitalismo es la herramienta más poderosa jamás concebida para la cooperación social y el progreso de la humanidad. Es una de las ideas más irresistibles que los humanos hubiéramos tenido. Pero podemos aspirar a hacer algo mejor.”

Ese algo mejor son los “objetivos elevados que sirven, alinean e integran los intereses de todas las principales partes interesadas.”

En el universo de Mackey, todo esto es voluntario. Por ejemplo, Whole Foods ha estado descontinuando las ventas de productos que contienen organismos modificados genéticamente (OMGs). Ello es en respuesta a una demanda de los clientes de Whole Foods. Como parte de su estrategia de maximizar las utilidades y de atraerse clientes, Whole Foods hace comunicados de prensa explicando cómo ellos escuchan a sus clientes y agricultores y toman acciones que son buenas para el medio ambiente. Los clientes están en libertad de comprar productos OMGs en otros supermercados, si así lo prefieren.

Warren no tiene en mente las acciones voluntarias de las empresas que deben satisfacer las pruebas de servir a sus consumidores. Warner quiere que las decisiones empresariales sean hechas por mariscales de campo sentados en un sillón, quienes carecen del conocimiento tácito y del conocimiento de “las circunstancias particulares de tiempo y de lugar” esencial (“particular circumstances of time and place”), como lo llama Hayek. Sin ese conocimiento, es imposible tomar decisiones que asignan eficientemente los recursos para servir mejor a los consumidores.

Ser responsable ante todas las partes interesadas es un mandato ambiguo. Williamson advierte que la intención de la Ley de Capitalismo Responsable es obligar a las empresas a que “rindan cuentas a los políticos, quienes desean poner los activos y la productividad de las empresas bajo la disciplina política, para así lograr los propios objetivos egoístas de estos.” Agrega él:

“Es destacable que la gente que está más apasionadamente atenta al interés propio de los directores generales de las empresas [CEOs] y de los accionistas y de las formas en que el interés propio influye en sus decisiones, aparentemente cree que los miembros de la Casa de Representantes, los senadores, los presidentes, los reguladores, los ministros y los jefes de agencias gubernamentales, de alguna manera están liberados del interés propio, al lograr ellos llegar al cargo por medio de algún tipo de milagro de trascendencia.”

Que quienes toman decisiones deban dar cuentas de sus actos ante políticos es una receta para el desastre. Venezuela se asienta sobre las reservas de petróleo comprobadas mayores del mundo; aun así, sus socialistas tomadores de decisiones son tan incompetentes manejando una empresa (so incompetent in running a business), que Venezuela tiene que importar petróleo.

EN CAMINO HACIA UNA DISTOPÍA AL ESTILO DE COREA DEL NORTE

Hace ya mucho tiempo que en Corea las instrucciones son ofrecidas por aquellos que no saben nada acerca de la empresa. Cuando Kim Jong-un visita una empresa que escasamente funciona y ofrece tonterías recetando mejoras, sus instrucciones son llamadas “orientación en el sitio.”

Como su abuelo, Kim Il-sung, y su padre, Kim Jong-Il, Kim viaja por todo el país dispensando su “sabiduría” infinita, brindando instrucciones para todo, desde producir más autobuses hasta incrementar los rendimientos agrícolas.

Con su “benevolencia” y “sabiduría,” supuestamente Kim asume que toma en cuenta los intereses de todas las partes interesadas. En Corea del Norte no existe una engorrosa dinámica del mercado que se interponga en su camino.

El periódico del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte ( North Korean Worker’s Party) tiene una versión en idioma inglés. La portada se dedica a reportes de todos los lugares en donde Kim Jong-un recientemente ha dispensado su “orientación en el sitio.” Recientemente, estaba en una granja de peces y Kim “sabía” exactamente lo que la granja necesitaba (“knew” just what the farm needed):

“Afirmando la necesidad de que la granja se convierta en una máquina que dirija el área de explotación piscícola en el país y que sea una granja pionera, educadora y de linaje en la diseminación de la tecnología ultramoderna de piscicultura, él estableció las tareas y las formas para lograrlo.

Él brindó valiosas enseñanzas en relación con la administración y operación de la granja y acerca del campo del cultivo de peces, incluyendo el asunto de que los investigadores satisfagan el objetivo de reducir el ciclo de producción de bagres y reducir la unidad de alimentación al nivel mundial.”

Tal vez usted ha visto fotos de los acólitos del gobierno, agrupados tomando nota cuando Kim dispensa su “guía” (Kim dispenses his “guidance). ¿Tiene Warren en mente a los acólitos del gobierno, que a ella le gustaría ver manejando las empresas de los Estados Unidos?

Los norcoreanos, teniendo poca experiencia o entendimiento acerca de una economía de mercado, creen que existe un Dios viviente, cuya sabiduría brinda la guía que la economía necesita para funcionar. Aun cuando los ciudadanos apenas sobreviven a ese nivel de subsistencia miserable, los norcoreanos creen que su país está progresando, debido a la grandeza de sus líderes.

En su libro La Chica de los Siete Nombres (The Girl with Seven Names), la desertora norcoreana Hyeonseo Lee describe su adoctrinamiento como una niña que llegó a creer en la divinidad del déspota del Corea del Norte:

“La historia del nacimiento de… el Querido Líder Kim Jong-Il hizo que mi piel se pusiera como de gallina. Su nacimiento fue previsto por signos misteriosos en los cielos ̶ un arcoíris doble sobre el Monte Paektu, golondrinas cantando con voces humanas canciones de alabanza y la aparición de una nueva estrella vibrante en el cielo. Escuchamos eso y un estremecimiento de admiración recorrió nuestros pequeños cuerpos. Mi cabello hormigueaba. Eso era magia pura.”

Otro desertor, Yeonmi Park, en su libro Escapar para Vivir (In Order to Live) describe cómo ella llegó a creer que Kim Jong Il se sacrificaba por ella, cuando ofrecía su orientación en el sitio:

“En la escuela cantábamos una canción acerca de Kim Jong Il y de cómo él trabajaba tan duro para darle a nuestros trabajadores instrucciones en el sitio, cuando viajaba por todo el país, durmiendo en su carro y comiendo sólo pequeñas raciones de bolas de arroz. ‘Por favor, por favor, Querido Líder, ¡tome un buen descanso por nosotros!,’ cantamos en medio de nuestras lágrimas. “Todos estamos llorando por vos.’”

Si usted me dice que los Estados Unidos están muy lejos de esa mentalidad destructiva, inculcada por generaciones de propaganda y brutalidad, estaría de acuerdo. A pesar de ello, el analfabetismo económico está muy extendido. Aquellos analfabetos de la economía “se enseñan” entre sí por medio de los sistemas escolares y los medios sociales. Entre periodistas, muchos son hostiles a la libertad económica. Los puntos de vistas de disentimiento ya no más son tolerados. Por ejemplo, el sitio conservador convencional de la Universidad Prager fue censurado recientemente (recently censored) por Facebook y YouTube.

La vasta mayoría de la población cree que el gobierno debería “fortalecer la economía” (government should “strengthen the economy”) y muchos temen al futuro (fear the future). La combinación es una mezcla incendiaria. Imagínese una caída importante del mercado y el resultante aumento de temor. Así que, no es tan difícil imaginar que un presidente futuro, con una mentalidad como esa de la senadora Warren, recorra el país ofreciendo orientación en el sitio. ¿No está el presidente Trump administrando el comercio por la vía de la “ignorancia atrevida,” abriendo camino para más políticos como la senadora Warren?

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es autor de The Inner-Work of Leadership [The Inner-Work of Leadership]. Para recibir los ensayos de Barry, suscríbase en Mindset Shifts.