Este es un análisis económico de un fenómeno muy interesante en nuestra sociedad.

EL DESARROLLO ECONÓMICO ES LO QUE CERRARÁ LA BRECHA DE GÉNERO

Por Tim Worstall

Fundación para la Educación Económica
Viernes 8 de junio del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/economic-de...he-gender-gap/

Es el desarrollo económico lo que nos eleva a todos fuera de la brecha de género.

De acuerdo con el Banco Mundial (According to the World Bank), la verdadera y apropiada emancipación económica de las mujeres enriquecería más al mundo en $160 millones de millones. No obstante, esta cifra que resalta ante los ojos, enfoca el problema al revés, al confundir la causa con el efecto. De hecho, la formulación correcta es que, si el mundo fuera $160 millones de millones más rico, entonces, lograríamos esa emancipación económica de las mujeres.

El cálculo en sí es lo suficientemente razonable. Nuestro ingreso está conformado por nuestro propio trabajo y el valor que a él se agrega por nuestro capital humano. Cuando disponemos de más capital, somos más productivos. A las mujeres, generalmente hablando en todo el mundo, se les deniega tanto las oportunidades como la educación. Por ello, su capital humano es menor y, ante eso, lo son sus ingresos. Si queremos tener igualdad en ese ingreso, entonces, podemos asumir que tenemos igualdad de capital humano, algo que sería cierto en un mercado libre. De forma que la igualdad conduciría a que hubiera más capital allá afuera y es de allí de donde vienen los $160 millones de millones extras.

También hay un pequeño problema que el Banco Mundial ignora. En la realidad no sabemos si esta alabada igualdad de género nos haría más ricos del todo. Ellos han calculado la riqueza adicional debido a una mayor participación económica femenina en igualdad en términos de género. Pero, ellos están de acuerdo con que hay ciertas cosas de la vida que deben ser llevadas a cabo y que del todo no se monetizan en la economía. Y, si las mujeres dejan de hacer eso, o algo de eso, entonces, presumiblemente los hombres tendrán que llenar el vacío. Esa pérdida, al hacer los hombres más de ese trabajo no pagado, no se incluye en la cifra del Banco Mundial.
Por supuesto, que es muy poco posible que la pérdida sea mayor que la ganancia, pero eso limitaría las ganancias económicas de la igualdad de género.
LLENAR EL VACÍO DE GÉNERO NO ES IGUAL A QUE LA ECONOMÍA CREZCA

A pesar de lo anterior, el problema mayor es el supuesto subyacente en el análisis del Banco Mundial, de que este empoderamiento económico de las mujeres, esta mayor igualdad de género, será algo que hace crecer a la economía. Todo lo que él alega fluye de este supuesto, y no es enteramente obvio que sea el correcto. Más bien, tenemos bastante evidencia de que son el desarrollo y el avance económico los que conducen a una mayor igualdad de género.

Considere el tipo de pobreza, que felizmente es cosa del pasado para aquellos afortunados, pero que es una realidad para el 10 por ciento de la población mundial. Una cuarta parte de los niños muere antes de cumplir los cinco años, las plagas, las sequías, las hambrunas arrasan poblaciones en precario. La esperanza de vida, aún si se sobrevive a la infancia, es de alrededor de 50 años. Toda la economía es movida ya sea por el músculo humano o el del animal. Tal sociedad es una que no tiene máquinas, automatización o la productividad a que dan lugar.
Esa realidad ocasiona una división del trabajo entre hombres y mujeres, con las mujeres teniendo un número elevado de niños y los hombres trabajando, todo inevitable.

EL DESARROLLO ECONÓMICO ES LA CLAVE PARA LA IGUALDAD DE GÉNERO

Es el desarrollo económico lo que nos eleva a todos fuera de la brecha de género. Una sociedad en donde el poder de la mente es el atributo económicamente valorado, por el cual la gente es empleada, en vez de su habilidad para cargar o alzar, es una en donde los hombres pierden su ventaja natural. Y, cuando casi todos los niños sobreviven hasta llegar a ser adultos y cae la tasa de fertilidad, súbitamente las mujeres tienen el tiempo para asumir actividades en las cuales se les paga.

Son las sociedades que han logrado realizar este par de trucos, la automación y la salud infantil, las que han empezado a educar a las mujeres y ofrecer esas libertades económicas. Tiene sentido hacerlo así y una de las cosas que sabemos acerca de los seres humanos, es que hacemos aquellas cosas que tienen sentido económico.

No es una línea recta –siempre habrá conservadores que se plantan frente al camino del progreso, gritando ¡”Alto”! Pero, el hecho es que es el desarrollo económico el que viene de primero y lo que permite el empoderamiento y la igualdad.

Es precisamente porque nos gustaría tener igualdad, que es importante que tengamos clara nuestra causalidad. Decirles a todos que educar a las mujeres en una sociedad en la cual no hay excedente económico ni razón para hacerlo, no funcionará. En todas y cada una de las sociedades en que haya tal excedente, llevarán a cabo dicha educación.

Esto es, el crecimiento económico primero y siempre –todas las cosas que sabemos que son buenas, vendrán. Esto es cierto para los países actualmente todavía pobres, como lo fue el nuestro, cuando nuestros antepasados eran así de pobres. La única diferencia es que, en la actualidad, lo podemos hacer más rápidamente, dado que sabemos qué es lo que hay que hacer.

Reimpreso de CapX.

Tim es miembro del Instituto Adam Smith de Londres.