Vale la pena leerlo, ahora que aquí algunos pretenden conservar sus privilegios llamándolos “derechos” adquiridos, cuando en realidad no son más que prebendas obtenidas para unos pocos, pagadas por la ciudadanía contribuyente, la cual no goza de esos derechos.

QUERIDOS SOCIALISTAS DEMOCRÁTICOS: LOS BENEFICIOS SOCIALES NO SON DERECHOS

Por Mark J. Perry

Fundación para la Educación Económica
Viernes 10 de agosto del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/dear-democr...re-not-rights/

La única forma en que alguien puede tener un derecho sobre algo que deba ser producido, es obligando a alguna otra persona a que lo produzca para aquel.

En su plataforma oficial (official platform), la socialista Alexandria Ocasio-Cortez apoya que todos tengan una matrícula gratuita en una universidad pública y escuelas vocacionales, que la vivienda sea un derecho humano para todos, que haya un Medicare mejorado y expandido para todos (incluyendo el pleno cuidado de la salud de la visión, dental y mental), y una garantía federal de empleo para todos, que incluya para todos un salario mínimo de $15 la hora, un cuido total de la salud y un permiso pagado por enfermedad y cuido infantil. Pero, ¿cómo haremos que sea posible pagar todas estas cosas gratuitas y quién las pagará?

En un capítulo titulado “Accesibilidad” en The Thomas Sowell Reader, el economista Thomas Sowell aborda los temas claves de accesibilidad, necesidades básicas, derechos, privilegios y compensaciones, para contrarrestar los puntos de vista errados de la Sra. Ocasio-Cortez acerca de la economía:

“La gente que se queja acerca del costo ‘prohibitivo’ de la vivienda, o de ir a la universidad, por ejemplo, fallan en comprender que el punto esencial de los costos es ser prohibitivos. Por qué pasamos por todo ese lío de estar trasladando billetes y estar escribiéndonos cheques, excepto si no es para obligar a todos a economizar los recursos del país inherentemente limitados.

¿Y qué hay acerca de las ‘necesidades básicas’? ¿No deberían ser un ‘derecho’?

En verdad que la idea suena bien. Pero, el mismo hecho de que podamos seriamente pensar en tal noción, como si fuéramos Dios en el primer día de la creación, en vez de ser mortales restringidos por el universo que encontramos establecido, muestra la profunda irrealidad del fracaso en comprender que sólo podemos escoger entre alternativas que están disponibles en la realidad.

Para la sociedad como un todo, nada surge como un ‘derecho’ al cual nosotros tenemos “legitimidad.” Incluso la subsistencia mínima tiene que ser producida ̶ y producida al costo de un esfuerzo duro durante mucha de la historia humana.

La única forma en que alguien puede tener un derecho sobre algo que deba ser producido, es obligando a alguna otra persona a que lo produzca para aquel. Entre más cosas sean producidas como derechos, menos tendrán que trabajar quienes los reciben y más tendrán otros que llevar la carga de aquellos.

Eso no significa que haya más bienes disponibles que bajo la producción usual del mercado, sino menos. Para que el gobierno haga que algunas cosas sean más asequibles, es haciendo que otras cosas sean menos accesibles ̶ y destruyendo la libertad de las personas y de hacer sus propios intercambios tal como ellas lo consideren, a la luz de las realidades económicas, en vez de las visiones políticas. Los intercambios permanecen siendo inevitables, ya sea que se hagan por medio de un mercado o por medio de la política.”

Reimpreso de The American Enterprise Institute

Mark J. Perry es un académico del American Enterprise Institute y es profesor de economía y finanzas de la Universidad de Michigan, en el campus de Flint.