Un comentario sumamente valioso, que nos permite entender la importancia de la cooperación y la especialización de la vida real, y cómo conduce a una interdependencia que hace que podamos vivir mejor.

MEJOR QUE LA AUTO-ESTIMA ES ESTIMAR LA REALIDAD

Por Barry Brownstein
Fundación para la Educación Económica
Lunes 30 de julio del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/better-than...eality-esteem/

Una perspectiva hayekiana ofrece un correctivo.

Muchos quieren construir su auto-estima y confianza. Una búsqueda en Google revela cerca de 500 millones de entradas en el tema construcción de la confianza. Abundan los libros de auto-ayuda y artículos académicos. Un influyente libro sumamente vendido, del profesor de Harvard Amy Cuddy, Presence: Bringing Your Boldest Self to Your Biggest Challenges [El Poder de la Presencia], estuvo en la lista de los mejores libros de negocios en el 2015 y el 2016.

Si usted cree en la investigación de Cuddy, ponerse de pie “en una posición de poder” conduce a la confianza y a un desempeño mejor. No obstante, su investigación falló en reproducirse (failed to replicate) y uno de sus coautores admite que los datos del estudio fueron manipulados (data was manipulated.)

Aun así, el libro de Cuddy se vende bien. La idea de que elevar la auto-estima y la confianza mejorará el desempeño y ayudará a que un individuo logre sus objeticos profesionales y personales, es algo que la gente quiere creer.

Desde 1966, la Encuesta de Novatos en los Estados Unidos ha seguido las actitudes (American Freshman Survey has tracked the attitudes) de los estudiantes universitarios de primer año. Con el paso del tiempo, ha habido un aumento dramático en el porcentaje de estudiantes novatos, quienes se miran a sí mismos como por encima del promedio e incluso como talentosos, aun cuando se han reducido las habilidades medidas. El auto-reportado “impulso para tener éxito” de los estudiantes ha crecido, aún cuando el tiempo que dedican al estudio ha disminuido.

Entre los estudiantes, el narcisismo ha aumentado, mientras que el desempeño ha declinado.

Investigadores, dirigidos por el afamado psicólogo Roy Baumeister, condujeron una revisión exhaustiva (Roy Baumeister, conducted an extensive review) de la literatura académica para examinar los ligámenes entre auto-estima y desempeño académico y en el empleo. Se encontró poca evidencia que apoyara la idea de que aumentar la auto-estima es el camino para el éxito.

¿Se ven fortalecidas las relaciones inter-personales con niveles más altos de auto-estima? De nuevo, los investigadores dicen que no:
“Gente con una elevada auto-estima afirman que son más populares y socialmente habilidosos que otros, pero las mediciones objetivas generalmente fallan en confirmar esto y, en algunos casos, señalan en la dirección opuesta… Gente que tiene opiniones elevadas o infladas de ellos mismos, tienden a alienar a otros.”

¿Hemos puesto la carreta por delante de los caballos? Para lograr casi todos los objetivos que valen la pena, necesitamos algo más que nuestro “yo más audaz.” Necesitamos la cooperación de otros. Sin una sociedad vibrante, por nosotros mismos es poco lo que podemos lograr. De lo que parece que carecemos en estos días no es de auto-estima, sino de estima por la libertad que promueve la cooperación humana.

Un enfoque en la auto-estima no conduce a un individualismo sano. En su ensayo “Individualism: True and False” [Individualismo: El Verdadero y el Falso], F.A. Hayek advirtió contra el “pseudo-individualismo racionalista,” que sostiene que todo puede ser controlado por una mente humana perfectible. Por otra parte, el verdadero individualismo, escribe Hayek, “es un producto de una consciencia aguda acerca de las limitaciones de la mente individual, que induce una actitud de humildad hacia los procesos sociales impersonales y anónimos, por los cuales los individuos ayudan a crear cosas más grandes que las que ellos conocen.”

Los narcisistas no son humildes. Ellos no se maravillan ante lo que es más grande que sus propios poderes de la razón.

BUSCA EL AMOR PROPIO EN VEZ DE LA AUTO-ESTIMA

En su libro Constructive Living for Mental Health, el psicólogo David Reynolds quiere que sepamos que hemos sido mal orientados por el movimiento de la auto-estima (badly misguided by the self-esteem movement). Reynolds afirma que, “lograr una auto-estima elevada puede no ser ni necesario ni realista.”

“¿Por qué,” pregunta él, “debería esperar sentirme bien acerca de mi mismo todo el tiempo, cuando yo soy tan cambiante?” Él hace la observación de que, “algunas veces soy bondadoso, otras veces no lo soy; algunas veces soy listo, otras veces estúpido; algunas veces feliz, algunas veces no.”

La auto-estima, Reynolds tiene la esperanza de que lo entendamos, “se gana por medio del esfuerzo y del éxito;” no llega antes de empezar:

“Usted no necesita de auto-estima o confianza en sí mismo para lograr hacer lo que usted necesita hacer en la vida. Cuando usted empieza una nueva tarea, es poco posible que usted la empiece sin que tenga la seguridad de que tendrá éxito… Cuando la gente le dice que usted ha hecho un buen trabajo, cuando usted ve los resultados deseados de su trabajo, es, entonces, cuando usted empieza a sentir confianza en su habilidad para hacer bien el trabajo, no antes de empezarlo. Así que usted puede empezar un proyecto sin auto-confianza; simplemente empiece.”

Hay una alternativa a la búsqueda de la auto-estima. Busque, en vez de eso, el amor propio mismo. Cultive valores eternos que han conducido al éxito y a la realización. Sepa que cada día usted encarará una resistencia interna, distrayéndolo de vivir esos valores. El amor propio se logra, momento tras momento, por las elecciones que usted hace para sobreponer esa resistencia.

Los sentimientos vienen y van, pero, como lo expone Reynolds, “Usted no necesita nada de preparaciones mentales antes de cambiar lo que usted hace.” Reynolds nos invita a escoger acciones en busca de nuestros objetivos, en vez de gastar su esfuerzo en tratar de controlar nuestros sentimientos. “Usted no puede tener los sentimientos que usted quiere, cuando usted los quiere siempre y cuando los quiere,” nos instruye. “La vida simplemente no funciona de esa manera.”

Usted no necesita tener una mayor auto-estima para hacer ejercicio, cuando usted no siente que ha de ejercitarse. Usted no necesita más auto-estima para mejorar sus capacidades profesionales, aún cuando sus compañeros de trabajo se estancan. Usted no necesita una mayor auto-estima para amar a su compañera y sus hijos, incluso cuando ellos son difíciles.

Ninguna técnica ni pose de poder le dará a usted el amor propio. Fije su intención de ser el individuo que usted quiere ser y lleve a cabo acciones concretas todos los días en ese sentido. Actuando a partir de sus valores superiores e ir más allá de sus límites anteriores, conduce al amor propio.

ESTIME AL COSMOS

¿El movimiento por la auto-estima ha alimentado el narcisismo, al grado que fallamos en darnos cuenta de lo que otros hacen por nosotros? Reynolds lo señala:

“Mejor que la auto-estima es estimar la realidad. Sea yo bueno o malo en un momento dado, este computador todavía funciona para mí, los camioneros continúan entregando alimentos al supermercado para mí, mi corazón continúa latiendo para mí, etcétera. La gente y las cosas siguen cuidando de mí, incluso cuando yo sigo cambiando. Realísticamente, puedo estimar y respetar ese apoyo continuo.”

La gratitud,” escribe él en su libro A Handbook for Constructive Living, “es una respuesta natural de tener una visión realista del mundo, incluyendo nuestro lugar en él.” El mundo moderno está construido sobre la especialización y la interdependencia; cada persona hace lo que mejor sabe hacer y descansa en los esfuerzos de otros. La mayoría de nosotros perecería sin los esfuerzos de otros.

Indica Reynolds, “requiere de energía y lucha ignorar qué tanto nosotros recibimos y qué tan poco le devolvemos al mundo. Pero, crecemos acostumbrados a la inversión en el engaño al ir creciendo. Ignorar y mentir nos ayuda a sentirnos mejor acerca de nosotros mismos.” Buscamos una falsa auto-estima por medio del auto-engaño.

También, en nuestras organizaciones no existe nada que hayamos logrado sin la ayuda de otros. Podemos comunicarnos internamente y externamente debido a los esfuerzos de nuestro departamento de Tecnología de la Información. Nuestra oficina permanece limpia debido a los esfuerzos del equipo de mantenimiento del edificio. Podemos vender nuestros productos debido a los esfuerzos de nuestra fuerza de ventas. Tenemos productos para vender por los esfuerzos de la gente de desarrollo y de aquellas en la zona de producción. Aun así, nos lanzamos a quejas crónicas acerca de los fracasos de los individuos y de los departamentos.

Qué fácil y rápidamente se entierra a la gratitud. Qué tan rápidamente inflamos nuestro valor propio a expensas de otros. ¿Es hora de mirar en una dirección diferente?

El laureado con el Nobel, F.A. Hayek, en su clásico capítulo “Cosmos y Taxis” en el Volumen I de Derecho, Legislación y Libertad (volume 1 of Law, Legislation and Liberty), indica una dirección diferente. Mucho de lo que hoy tomamos por dado en la vida es un fenómeno espontáneo, que no es controlado por alguien o por algún grupo de personas. El orden del que dependemos para lograr nuestros objetivos es “el producto de las acciones de muchos hombres, pero no el resultado del diseño humano.”

Hayek le dio el nombre de “Cosmos” al fenómeno del orden espontáneo no planificado.

Hayek lanza un balde de agua helada al entendimiento de la realidad por nuestro ego. Nosotros no estamos a cargo. No podemos comprender plenamente el milagro del orden no planificado que produce la vida moderna. Hayek nos instruye en cuanto a que el orden espontáneo tiene “un grado de complejidad” que “no está limitado a lo que la mente humana puede dominar.” Muchos no pueden concebir un orden que emerge de miles de millones de acciones diarias de los individuos, sin que exista la coordinación por una mente maestra.

“Nadie,” nos instruye Hayek, “alguna vez ha tenido éxito en organizar deliberadamente todas las actividades que suceden en una sociedad compleja.” Continúa Hayek, “Si alguien alguna vez tuvo éxito organizando tal sociedad, ya no más haría uso de muchas mentes, sino que del todo sería dependiente de una mente: ciertamente no sería muy compleja, sino extremamente primitiva.”

¿Qué tan posible es que un narcisista, lleno de arrogancia, que busca la auto-estima, renunciará y aceptará que necesita quitarse del camino y parar de tratar de guiar al Cosmos? Dígales que su guía no es necesaria y, hay de mí, usted puede dañar su auto-estima.

No necesitamos auto-estima para lograr nuestros objetivos, sino que necesitamos el florecimiento del Cosmos.

Si nos despertamos mañana no teniendo confianza, nada se vería alterado. Si despertamos mañana y se han puesto nuevas restricciones a la libertad humana, el propio fundamento de nuestra vida se vería destrozado.

Un poquito más de realismo acerca de nuestro lugar en el mundo promoverá una mayor libertad. Tener consciencia del orden espontáneo nos debería llenar de asombro. Cuando nos vemos involucrados en nuestro propio auto-engrandecimiento, ¿qué tan efectivamente podemos abogar por la libertad? Si no estamos asombrados, ¿cómo podemos promover efectivamente a la libertad?

Al erosionarse la libertad, igual le pasa al Cosmos; la red de interdependencia y de cooperación humana se ve alterada. Con eso, la búsqueda del logro de nuestro propio objetivo se ve menoscabada.

Estime al Cosmos, no a usted mismo. Usted no necesita de la auto-estima para lograr sus metas, sino que usted necesita del Cosmos de Hayek. Este es el mensaje que todos debemos tomar en serio.

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es autor de The Inner-Work of Leadership [The Inner-Work of Leadership]. Para recibir los ensayos de Barry, suscríbase en Mindset Shifts.