Una excelente explicación ante el argumento de que la teoría de la ventaja comparativa es errada pues supone que ella no varía.

UNA NOTA ACERCA DE LA VENTAJA COMPARATIVA: CAMBIA FRECUENTEMENTE

Por Donald J. Boudreaux
Fundación para la Educación Económica
Martes 10 de julio del 2018


La ventaja comparativa explica los patrones del comercio internacional.

Supóngase que Jane empezó su edad adulta siendo una persona sencilla. Ella no poseía habilidades inusuales ni un aprendizaje impresionante. El día en que llegó a los 18 años, su ventaja comparativa era trabajar como criada en un motel, lo cual ella empezó a hacer.

En el decimonoveno cumpleaños de Juana, ella decidió que ya no deseaba trabajar más como criada en un motel, de forma que ingresó a una universidad. Después de dieciséis años de una decidida aplicación de su mente y energías -y finanzas- Jane se convirtió en una cirujana cardiovascular certificada y acreditada, jactándose con su grado de la escuela de medicina de Harvard.

Jane luchó convincentemente para cambiar su ventaja comparativa. Y ella tuvo éxito. Hoy su ventaja comparativa no se encuentra en limpiar baños y cambiar la ropa de cama; está empezando a tratar a gente con problemas cardiovasculares. Obviamente, su paga hoy es superior en mucho a la de hace dieciséis años atrás. Pero, al llegar a ser una cirujana cardiovascular hizo que otros cirujanos cardiovasculares ganaran menos, que lo que habrían logrado si Juana hubiera permanecido como criada de un motel.

¿Piensa alguien que lo que Jane ha hecho es inusual? ¿Hay alguien que suponga que el esfuerzo exitoso de Jane para mejorar sus habilidades, viola algunos supuestos fundamentales o leyes de la economía? ¿Alegaría alguien que la teoría que explica por qué la Jane de 18 años de edad, encontró que era ventajoso especializarse en ser una criada en un motel, y por qué los dueños del motel encontraron que era ventajoso pagarle a ella, para que realizara esos servicios de criada, ahora no puede explicar por qué la Jane de 35 años de edad encuentra que es ventajoso especializarse en ser una cirujana cardiovascular, y por qué los hospitales encontraron que era ventajoso pagarle a ella por realizar esos servicios de cuidado de la salud?

Por supuesto que no. (O, yo ¡tengo la esperanza de que no!)
LA INTERVENCIÓN GUBERNAMENTAL

Aun así, es común encontrar alegatos falsamente sofisticados, de que el principio de la ventaja comparativa no se aplica a patrones de especialización y comercio del mundo real, porque los gobiernos intentan -algunas veces exitosamente- transformar algunas industrias bajo sus jurisdicciones, sin ventajas comparativas, en otras con ventajas comparativas en la economía global.

Cualesquiera que sean los méritos o los deméritos de tales intentos gubernamentales, y cualquiera que sea su frecuencia de éxito, esos intentos y sus éxitos absolutamente no hacen nada que reduzca el poder del principio de la ventaja comparativa, para explicar los patrones observados del comercio internacional. Estos intentos gubernamentales absolutamente no logran nada que disminuyan las ganancias del comercio internacional que son posibles, en algún momento, a partir del conjunto de ventajas comparativas prevaleciente en la actualidad.

Aquellos que entienden el principio de la ventaja comparativa, entienden que lo mencionado arriba es cierto. Aquellos que niegan la verdad de lo antes citado, no entienden el principio de la ventaja comparativa.

Reimpreso de Cafe Hayek.

Donald Boudreaux es compañero sénior del Programa F. A. Hayek de Estudios Avanzados en Filosofía, Política y Economía del Mercatus Center de la Universidad George Mason; es miembro de la Junta Directiva del Mercatus Center, profesor de Economía y ex director del departamento de economía de la Universidad George Mason y ex presidente de la Foundation for Economic Education.