QUÉ PODEMOS APRENDER DE EUROPA ACERCA DE LA REFORMA AL ESTADO DE BIENESTAR

Por Daniel J. Mitchell
Fundación para la Educación Económica
Viernes 8 de junio del 2008


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/what-we-can...m-from-europe/

Algunos países europeos han hecho grandes cambios a sus sistemas de bienestar que están logrando que más gente regrese a trabajar.

Los Estados Unidos tienen un gran problema de dependencia (major dependency problem). En décadas recientes ha habido un aumento significativo (significant increase) del número de adultos en edad de trabajar que descansan en dádivas.

Estas son malas noticias para la gente pobre y malas noticias para los contribuyentes (bad news for poor people and bad news for taxpayers).

Pero, también, son malas noticias para el país, pues reflejan una erosión del capital social (erosion of societal capital).

Para todos los fines y propósitos, la gente está siendo pagada para que no sea productiva.

Guiados por el espíritu de Calvin Coolidge, quien dijo “Yo favorezco la política de la economía, no porque quiera ahorrar dinero, sino porque deseo salvar gente,” necesitamos reformar al estado de bienestar.

El profesor Dorfman de la Universidad de Georgia, en una columna (a column) para la revista Forbes, detalla el problema esencial.

“El primer fallo de los programas asistenciales del gobierno es favorecer la ayuda mediante el consumo actual, a la vez que no pone énfasis en el entrenamiento para un empleo o en cualquier otra cosa que pueda permitir a la gente pobre de hoy hacerse autosuficiente en el futuro. ...Es la historia clásica de darle un pescado a un hombre o de enseñarle a pescar. Los programas gubernamentales de bienestar entregan montones de pescados, pero nunca parecen enseñarle a la gente cómo pescar por sí mismos. El problema no es una carencia de programas de entrenamiento para empleos, sino más bien el hecho de que los programas de entrenamiento para el trabajo fracasan en ayudar a la gente. En un estudio para ProPublica, Amy Goldstein documenta que, gente que han perdido sus empleos y participado en un programa federal de entrenamiento, tenían menor posibilidad de que luego fueran empleadas, en comparación con aquellos que perdieron sus empleos y no recibieron entrenamiento alguno para trabajos. Esto es, el entrenamiento para empleos empeoró a la gente en vez de mejorarla. ...En la actualidad, el gobierno no puede enseñarle a nadie como encontrar un pescado y menos a que capture uno.”

Y Peter Cove opina (opines) en una edición del Wall Street Journal:

“...la tasa de participación en la fuerza de trabajo de hombres entre 25 y 54 años es ahora menor de lo que era al final de la Gran Depresión. En gran parte el responsable es el estado de bienestar. Más de una quinta parte de los hombres estadounidenses en la edad principal para laborar, están en Medicaid [Nota del traductor: programa de salud del gobierno estadounidense para gente necesitada]. Según la Oficina del Censo, casi tres quintas partes de los hombres que no trabajan reciben beneficios federales por discapacidad. Las buenas noticias son que la reforma al asistencialismo de 1966 nos enseñó cómo reducir la dependencia en el gobierno y hacer que los estadounidenses ociosos regresaran a trabajar. ...En 10 años de la reforma de 1966, el número de estadounidenses en el programa de Asistencia Temporal para Familias en Necesidad, cayó en un 60%.”

Interesantemente, las naciones europeas parecen estar más interesadas en arreglar el problema, tal vez porque ellas han llegado al punto (reached the point) en el cual la reforma es una necesidad fiscal.

Veamos lo que sucedió cuando los holandeses endurecieron las reglas para otorgar beneficios.

Un nuevo y fascinante estudio (fascinating new study) de economistas en California y Holanda, brindó luz acerca de cómo la dependencia en el bienestar se pasa de una generación a la otra –y de cómo salvar a los hijos de vidas de ocio.

“Un efecto de bola de nieve a través de generaciones puede presentarse si la dependencia en el asistencialismo es transmitida de padres a hijos, con consecuencias potencialmente serias acerca de la situación económica futura de los hijos. ...hay poca evidencia acerca de si esta relación es una casualidad. Es difícil probar la existencia de una respuesta conductual, de que los niños llegaron a ser receptores de beneficios porque sus padres lo fueron... Nuestro trabajo se sobrepone a esos desafíos de identificación, al aprovechar una reforma de 1993 al programa de Seguro de Discapacidad de Holanda (SD)... La reforma de 1993 endureció la elegibilidad para quienes la demandaban en ese momento y en el futuro, pero eximió de las nuevas reglamentaciones a cohortes más viejos del SD (edad de más de 45). Esta reforma genera una variación cuasi-experimental en el uso del SD... Intuitivamente, la idea es comparar los hijos de padres que son mayores de 45 años de edad, con hijos cuyos padres son menores de 45.”

He aquí la metodología de su investigación.

“El primer paso es entender el impacto de la reforma de 1993 sobre los padres. La figura 1 muestra que los padres que tenían una edad de menos del punto de quiebre de 45 años, y que, por tanto, estaban sujetos a las reglas más duras de SD, tenían una posibilidad mayor de 5.5 puntos porcentuales de abandonar el SD para el año 1999, comparados con los padres de edades mayores al punto de quiebre de 45 años de edad. Estos padres así tratados vieron una reducción de 1.300 euros en los pagos recibidos en promedio. ...la reforma también cambió otros resultados. Hay un fuerte rebote en los ingresos producto del trabajo.”

Este cuadro proveniente de la investigación captura la discontinuidad.

El cuadro mencionado puede verse aquí: https://fee.org/articles/what-we-can...m-from-europe/

Aquí están los resultados principales:

“El segundo paso es ver cómo el uso del SD por los hijos cambió, basado en si la reforma afectó a sus padres. Medimos el uso acumulativo del SD de los hijos para el 2014, momento en que ellos tienen, en promedio, 37 años de edad. La figura 2 revela un salto notable en la participación de los hijos en el SD en la edad de punto de quiebre de los padres de 45. Hay un porcentaje económicamente significativo de una caída de 1.1 puntos porcentuales para los hijos, si sus padres estuvieron expuestos a la reforma, lo que se traduce en un efecto del 11% en comparación con la tasa del 10% de participación del hijo en promedio. ...las culturas del bienestar, definidas como un ligamen causal intergeneracional, existen.”

Este segundo gráfico ilustra el impacto positivo.El cuadro mencionado puede verse aquí: https://fee.org/articles/what-we-can...m-from-europe/



Pero, he aquí la parte más importante de la investigación.

Reducir el acceso a la redistribución para los padres es una buena forma de incrementar el ingreso y la educación para los hijos.

“... nosotros examinamos si cambian los ingresos gravables de un hijo y la participación en otros programas de apoyo social. Los ingresos acumulados hasta el 2014 se elevan en aproximadamente €7.200, o poco menos del 2%, para los hijos de padres sujetos a reglas menos generosas del SD. Por contraste, no encontramos un cambio detectable en el ingreso acumulativo por el seguro de desempleo, por asistencia general (esto es, la ayuda tradicional en efectivo) o por otros programas misceláneos de la red de seguridad. Observando el logro educacional de los hijos, se presenta una evidencia intrigante acerca de inversiones preventivas. Cuando un padre queda sujeto a la reforma que endureció los beneficios del SD, su hijo invierte 0.12 años extra de educación, en comparación con una media general de 11.5 años. ...estos hallazgos brindan evidencia que sugiere que un hijo de padres así tratados, planea para un futuro que descansa menos en el SD, en parte invirtiendo en sus habilidades para el mercado laboral.”

Y también vale la pena notar que los contribuyentes se benefician, cuando se restringe la elegibilidad para el programa de bienestar.

“Estos fuertes ligámenes intergeneracionales entre padres e hijos tienen consecuencias fiscales cuantiosas para el presupuesto gubernamental de largo plazo. Los pagos acumulativos por el SD a los niños de los padres focalizados son un menores en un 16%. Este es un ahorro adicional sustancial para el presupuesto del gobierno, en especial porque no hay evidencia de que los niños sustituyan estas reducciones en el ingreso por el SD por un ingreso adicional que proviene de otros programas de asistencia social. Más aún, hay un beneficio fiscal resultante de los impuestos acrecentados que esos niños pagan, debido al incremento de sus ganancias en el mercado laboral. En general, calculamos que, a lo largo del año 2013, los niños explican un 21% en los ahorros fiscales netos resultantes de la reforma holandesa de 1993, en términos de valor presente descontado. Esta porción se espera que se incremente hasta un 40% con el paso del tiempo.”

Ryan Streeter del American Enterprise Institute explica (explains) que otras naciones europeas también están haciendo reformas.

“Las reformas al sistema de bienestar pueden derivar algunas lecciones provenientes de lugares poco esperados, tal como Escandinavia. Mientras que a los progresistas les gusta proponer el socialismo democrático nórdico como el modelo para los Estados Unidos, los sistemas de bienestar de Escandinavia son probablemente más pro-trabajo que los nuestros... Por ejemplo, para lidiar con una participación en declinación de su fuerza laboral, Dinamarca ha eliminado los beneficios debido a una discapacidad permanente a personas de menos de 40 años de edad y trasformado su sistema para hacer del empleo el tema central. Suecia reformó su sistema de bienestar para enfocarse en transiciones rápidas del desempleo al trabajo. Su programa reduce la asistencia a los desempleados entre más tiempo esté uno en programas de beneficios de bienestar. El modelo nórdico se enfoca más hacia eliminar las razones para no trabajar, tales como prestación de cuidos o la carencia de un entrenamiento apropiado, en vez de proveer un reemplazo de los ingresos. Similarmente, el gobierno británico combinó seis programas de bienestar con requisitos diversos, en un único sistema de “crédito universal.” El beneficio se basa en una escala móvil y que desciende al irse incrementando el ingreso de quien lo recibe, reemplazando las diversas fórmulas para la eliminación gradual de los programas de bienestar por una sola. Una evaluación del nuevo programa, el cual estimula trabajar, encontró que el 86 por ciento de los demandantes estaba tratando de incrementar sus horas laborales y un 77 por ciento estaba tratando de ganar más, comparado con un 38 por ciento y un 55 por ciento, respectivamente, bajo el sistema previo. ...Escandinavia y Gran Bretaña aprendieron hace mucho tiempo, que reformas exitosas al sistema de bienestar no son sólo acerca de qué tanto dinero gasta un país en gente que gana muy poco. Que en realidad es acerca de cómo ayudarles a encontrar y mantener un buen empleo. Es hora de que los Estados Unidos se pongan al día.”

Amén.

Por lo que valga, pienso que nosotros muy posiblemente logremos buenos resultados, si hacemos que Washington se aleje del negocio de la redistribución (get Washington out of the redistribution business).

En efecto, que se subvencione en bloque a todos los estados por todos los programas sujetos a comprobación de recursos (block grant all means-tested programs) y que luego, gradualmente, se elimine el fondeo federal. Eso le daría a los estados la habilidad para experimentar y podrían aprender el uno del otro, acerca de la mejor forma de ayudar a los verdaderamente necesitados, a la vez que se minimizan los incentivos para la ociosidad.

Post Scriptum. Esta parodia del Mago de Id (Wizard-of-Id parody) es una buena explicación de por qué las dádivas desalientan el trabajo productivo.

Reimpreso de International Liberty.

Daniel J. Mitchell es compañero sénior del Instituto Cato, quien se especializa en política fiscal, particularmente en reforma tributaria, competencia internacional en impuestos y en el peso económico del gasto del gobierno. También sirve en el directorio editorial de Cayman Financial Review.