Efectos del socialismo: aunque ahora los socialistas que antes hablaban bien del socialismo del siglo XXI en Venezuela, ante la catástrofe dicen que ese no es el verdadero socialismo (los fieles devotos deberán seguir rezando por la verdadera llegada del mesías socialista).

EL SOCIALISMO, NO LA CORRUPCIÓN, DEBE SER RESPONSABILIZADO POR LA CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN DE PETRÓLEO EN VENEZUELA
Por Daniel Di Martino
Fundación para la Educación Económica
Viernes 15 de junio del 2018


NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/socialism-n...oduction-drop/

Si se privatizara a PDVSA, el mundo tal vez sería testigo de la mayor recuperación de la producción de petróleo que jamás haya visto país alguno.

La trágica hambruna y la crisis de los refugiados están sucediendo en Venezuela, a pesar de las reservas probadas de petróleo más grandes del mundo. Ver eso en la televisión es una cosa. Vivirlas en medio de las formas en que el socialismo empuja a la clase media hacia la pobreza y a los pobres hacia la inanición, es totalmente otra experiencia.

Aunque he sido lo suficientemente afortunado de poder salir de Venezuela hace un par de años, para venirme a vivir a los Estados Unidos, no todo el mundo ha tenido esa oportunidad de salir. Venezuela se ha convertido en el último experimento con el socialismo y, como todos aquellos con anterioridad, ha resultado en hambruna y en un éxodo masivo.

A pesar de lo mencionado, algunos canales de noticias afirman equivocadamente que la crisis de Venezuela se debe a los menores precios del petróleo y que su producción de petróleo ha colapsado debido a la mala administración y la corrupción (mismanagement and corruption), alegando que no se puede culpar de la crisis a las políticas socialistas. No obstante, lo que esos analistas fallan en comprender es que la mala administración y la corrupción extendidas son sólo posibles dentro del socialismo. Sólo una economía que carece de precios libres y de competencia, con altos niveles de involucramiento de parte del gobierno y de duras regulaciones, puede albergar la mala administración y la corrupción gubernamental que condujo a las escaseces y a la hiperinflación.

EL PROBLEMA CON PETRÓLEOS DE VENEZUELA

Venezuela nacionalizó su petróleo en 1974 y fundó a Petróleos de Venezuela (PDVSA) como la única empresa estatal petrolera. En 1994, Rafael Caldera, presidente de Venezuela, abrió en esa época la industria petrolera venezolana a la inversión privada, como parte de un paquete de reformas de libre mercado. La producción de petróleo se disparó y llegó a un máximo de más de 3 millones de barriles diarios en 1998, a la vez que la inflación se redujo (slowed) de un 100 por ciento a un 12 por ciento para el 2001.

A pesar de ello, desde que Chávez se convirtió en presidente en 1999, cambiaron las actitudes hacia la inversión privada. En el 2003, después de una huelga de los trabajadores de PDVSA, Chávez despidió a todos los trabajadores que se le oponían políticamente, incluyendo a la mayoría de los ingenieros, técnicos y ejecutivos. Esto extrajo una parte importante del capital humano de la compañía petrolera.

No obstante, los programas sociales del gobierno, diseñados para hacer que la población fuera dependiente, en vez de ser ayudada a escapar de la pobreza, no pudieron ser mantenidos con los ingresos de PDVSA. Y la intervención extranjera del gobierno para apoyar al régimen de Cuba y a los movimientos socialistas alrededor del mundo, significó que se tuviera que disponer de una parte de los ingresos petroleros. En consecuencia, Chávez decidió confiscar las empresas petroleras privadas que estaban operando en el país. Esto probaría luego ser un error trágico.

Pero, PDVSA no estaba generando lo suficiente para Chávez y, si bien elevar los impuestos siempre es impopular, emitir deuda imprimir dinero y reducir los gastos de mantenimiento no lo es. Por tanto, PDVSA obtuvo miles de millones de dólares mediante el endeudamiento y suspendió el mantenimiento adecuado de su equipo y estructuras, mientras que el gobierno tomó el control absoluto del banco central e imprimió dinero para fondear los programas sociales.

Desde el 2003, PDVSA se había convertido en la compañía petrolera de mayores problemas (most troubled) en el mundo. Explosiones (Explosions) en las refinerías mataron a docenas de personas, las instalaciones de procesamiento se detuvieron y los ríos (rivers) se contaminaron. La carencia de mantenimiento, la fuga de cerebros, el endeudamiento y la prohibición para la inversión privada, habían conducido a que Venezuela pasara de una producción máxima de más de 3 millones de barriles diarios a finales de la década de 1990, a menos de 1.5 millones de barriles diarios, en la actualidad. La mayor parte de este descenso se dio en los últimos tres años, debido a que los temas de mantenimiento tomaron tiempo en resolverse y la fuga de cerebros se aceleró, debido a la hiperinflación.
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Fuente: Administración de Información sobre Energía (Energy Information Administration). El dato de 2018 es para mayo del 2018 (May 2018).

DEJEN DE CULPAR A LA MALA ADMINISTRACIÓN POR LA CRISIS ECONÓMICA

Ahora bien, la amenaza más importante para los ingresos por petróleo para el gobierno no son la fuga de cerebros ni el mantenimiento, sino que haya ocasionado un incumplimiento en el pago de la deuda en el 2017 y que fallara en compensar a las compañías privadas extranjeras expropiadas por sus activos. Esto ha conducido a disgustos judiciales claves (judicial upsets) para PDVSA, obligándola a compensar a aquellos afectados. Dado que PDVSA no puede pagar a sus acreedores, las compañías están buscando confiscar los envíos de petróleo (oil shipments) de PVDSA en los mares y sus refinerías (refineries) en el Caribe están en peligro.

Si bien la crisis económica de Venezuela se exacerbó con la caída de los precios del petróleo en el 2014, la verdadera razón detrás de la hiperinflación, las escaseces y la baja producción de petróleo en bruto, son las políticas socialistas que la dictadura ha instaurado. Los controles de precios y de la divisa, los déficits presupuestarios excesivos y la nacionalización del petróleo y de otras compañías, inevitablemente resultaron en una mala administración y corrupción, puesto que los oficiales gubernamentales son los encargados de fiscalizar las importaciones, la distribución de alimentos, los envíos de petróleo y de todos los aspectos principales de la economía. Es más, incluso en otros países que poseen industrias petroleras propiedad del estado, las que son altamente corruptas y en donde hay mala administración, como México, su gente no sufre de hambruna ni su producción petrolera está colapsando, exactamente porque existe inversión privada.

Desafortunadamente para Venezuela, la producción de PDVSA está configurada para que continúe decreciendo y las exportaciones podrían detenerse del todo para el año entrante (next year). El próximo gobierno de Venezuela tendrá una tarea gigantesca para recuperar la producción. En vez de mirar a modelos fuera de época y fracasados de explotación gubernamental de los recursos naturales, Venezuela debería mirar hacia modelos exitosos para la producción de petróleo, como en los Estados Unidos, en donde la propiedad privada y la fracturación están logrando que la producción aumente. Si Venezuela quitara sus controles de divisas y abriera su industria petrolera, ya sea permitiendo la inversión privada o, mejor aún, si se privatizara a PDVSA, el mundo tal vez sería testigo de la mayor recuperación de la producción de petróleo que jamás haya visto país alguno.

Reimpreso de Economics21.

Daniel Di Martino estudia economía y contribuye como autor en Economics 21.