Porque es crucial tener muy claro lo que es una vida dependiente y lo que es una independiente, el autor nos permite conocer las implicaciones de la diferencia en todo el quehacer humano y por qué debemos seguir luchando por la independencia y la libertad en diversos órdenes.

¿PUEDEN LOS ESTADOUNIDENSES RECORDAR LA VIRTUD DE LA INDEPENDENCIA (Y LA CORROSIVIDAD DE LA DEPENDENCIA)?

Por Barry Brownstein
Fundación para la Educación EconómicaMiércoles 4 de julio del 2018

NOTA DEL TRADUCTOR: Para utilizar los ligámenes de las fuentes del artículo, entre paréntesis, con letra en roja y subrayada, si es de su interés puede verlo en https://fee.org/articles/can-america...of-dependence/

Muchos dicen que aman a la libertad, pero el amor profesado no es suficiente.

Si este 4 de julio usted reflexiona acerca del futuro de la libertad, usted no estará sólo. Muchos estadounidenses creen que la libertad está en declinación (freedom is in decline). El Índice de Libertad Económica de la Fundación Heritage confirma ese descenso. Sus últimos datos del 2018 (latest 2018 data) colocan a los Estados Unidos tan sólo como el décimo octavo país más libre del mundo.

¿Debe culparse a los políticos por eso? O, ¿los políticos que elegimos reflejan el cambio de las actitudes de la sociedad hacia la libertad? Colectivamente, ¿carecemos de una mentalidad de libertad?

En 1787, Benjamín Franklin era el delegado más anciano de la Convención Constitucional. Al final del último día de la convención, al salir Franklin del salón, se le aproximó la Sra. Powell de Filadelfia, quien le preguntó (who asked), “Bueno, doctor, ¿que hemos logrado, una república o una monarquía?”

Famosamente Franklin le respondió, “una república, señora, si usted puede conservarla.”

El “usted” al que Franklin se refería era “nosotros el pueblo.”

En una carta que Franklin escribió ese mismo año en que él expuso esa visión (In a letter Franklin wrote that same year he gave insight) en cuanto a qué necesitaríamos “nosotros” para mantener la libertad: “Sólo un pueblo virtuoso es capaz de ser libre. Cuando las naciones se corrompen y se llenan de vicios, tienen una mayor necesidad de amos.”

La mayoría de la gente piensa de ellos mismos como virtuosos; es otra la persona que carece de virtudes. La libertad, podemos pensar, está declinando debido a ellos, no a nosotros. Claramente, no todos podemos estar en lo correcto.

Muchas virtudes ayudan a conservar la libertad, empezando por mantener nuestra palabra y honrar nuestros contratos. La mentira corroe a la libertad. Esencial para la libertad es el respeto de los derechos y la propiedad de otros –nuestros derechos son sólo tan fuertes, como lo sea nuestro respeto por los derechos de otros.

En su libro, (Wow, I’m An American), el psiquiatra Peter Breggin alega que, una de las virtudes más importantes, es asumir la responsabilidad de uno mismo y de las acciones propias. Muchos dicen que ellos aman la libertad, pero una declaración de amor no es suficiente. Escribe Breggin:

“La naturaleza humana contiene más que amor por la libertad y una devoción por la responsabilidad. La naturaleza humana tiene rincones más oscuros. El temor merodea en una esquina aterradora y de impotencia en la otra. Debido a que la naturaleza humana es imperfecta, algunas personas siempre pueden ser impulsadas al odio y la envidia de la libertad y sus maravillosos beneficios.”

Breggin se imagina “un mundo hecho de dos personas diferentes, con ideas muy distintas y conflictivas acerca de ellos mismos y de sus derechos básicos.”

A un tipo de persona, Breggin le da el nombre de Dependencia y, a la otra, el de Independencia. Al describir a Dependencia, él escribe, “Dependencia no piensa que él puede ganar el dinero suficiente para pagar lo que necesita y quiere, como comida, abrigo, cuidado médico, educación y pensión. Él quiere que el gobierno le provea esas cosas.”

Dependencia piensa que la vida es injusta y quiere que el gobierno le “compense por esa injusticia.” Dependencia piensa que él tiene un “derecho” a la “buena vida.”

Por otra parte, explica Breggin, Independencia quiere que el gobierno “proteja su libertad para cuidar de sí mismo.”

Independencia está “lista para el desafío” de proveer para sí mismo y sus seres amados. Escribe Breggin, “Él cree que tiene el derecho de asumir una responsabilidad de sí mismo y conservar la mayor parte de sus ingresos para sí y su familia.”

Breggin no está abogando por un mundo despiadado. Él entiende que los individuos pueden atravesar tiempos duros y aboga por la caridad voluntaria y el trabajo voluntario. Breggin alega que, cuando les ayudamos a aquellos en necesidad por medio del gobierno, la mayor parte del dinero de nuestros impuestos “es desperdiciado o engullido por el gobierno y sus grupos de interés.” Los costos administrativos de la caridad gubernamental son sumamente elevados.

Otro efecto corrosivo del gobierno lo observa Breggin:

“A gente como Dependencia, a quienes no les gusta asumir la responsabilidad propia, casi nunca dan las gracias por lo que reciben. Gente que riñe para obtener favores de otras personas, que obtienen dádivas y quienes viven de otros, casi siempre se sienten como si fuera un derecho, en vez de estar agradecidos. Sin alzar una mano para obtener lo que ellos quieren, no obstante, se sienten como si merecieran todo lo que obtienen –y más. De hecho, típicamente sienten resentimiento hacia la gente que abiertamente se los brinda.”

¿Es comportarse como Dependencia consistente con lo mejor que hay en los seres humanos? Breggin dice que no. Escribe él, “Pienso que hay un corazón en cada uno de nosotros, que sabe que deberíamos asumir la responsabilidad y hacer lo correcto. Cuando actuamos de acuerdo con nuestra verdadera o mejor naturaleza, nos sentimos mejor acerca de nosotros mismos.” En otras palabras, la configuración predeterminada en los seres humanos, nuestra naturaleza verdadera, es ser responsable.

Cuando se recibe ayuda, ¿por qué Dependencia siente resentimiento, en vez de gratitud? Lo explica Breggin,

“La gente irresponsable sabe que están ofendiendo a su verdadera o mejor naturaleza propia. Sienten que están sacando partido de otros. Están hundidos en una condición poco ética, en la cual no se sienten confortables con ellos mismos. Se sienten avergonzados de ellos mismos y se resienten con gente responsable, cuyas vidas les recuerdan acerca de su propia condición espiritualmente lamentable.”

La acusación de Breggin es poderosa y alejada de lo políticamente correcto. La caridad gubernamental estimula una mentalidad ingrata, de que se tiene un derecho y una “condición espiritualmente lamentable.” En esta condición, nos ocultamos de nuestra verdadera naturaleza.

Para estar claros, no son sólo individuos quienes asumen la persona de Dependencia. Es muy frecuente que empresas hagan cabildeo ante el gobierno, solicitando subsidios y protección especial ante la competencia.

Al igual que los individuos dependientes eluden la responsabilidad y huyen de su propia naturaleza, las empresas que buscan protección del gobierno destruyen la verdadera naturaleza del capitalismo.

Diría Franklin, ¿se los dije? ¿Es un decrecimiento de la virtud la causa de la declinación de la libertad? ¿Hemos encontrado al enemigo y el enemigo somos nosotros?

Reimpreso de Intellectual Takeout.

Barry Brownstein es profesor emérito de economía y liderazgo en la Universidad de Baltimore. Es autor de The Inner-Work of Leadership [The Inner-Work of Leadership]. Para recibir los ensayos de Barry, suscríbase en Mindset Shifts.