Esencial para entender lo crucial que es la propiedad privada para que los seres humanos podamos ser libres. Hume es un pensador esencial del liberalismo clásico, en el cual la propiedad privada, junto con los contratos, es el fundamento del progreso y crecimiento de las sociedades, al permitir la especialización y el intercambio entre las personas.

10 CITAS DEL GRAN DAVID HUME ACERCA DE LA LIBERTAD Y LA PROPIEDAD

Por Gary M Galles
Fundación para la Educación Económica
Jueves 26 de abril del 2018



“La propiedad... se deriva de las reglas de la justicia.”

El 26 de abril marca el nacimiento de David Hume en el año 1711, buen amigo de Adam Smith y “el filósofo más destacado que alguna vez haya escrito en inglés,” de acuerdo con The Stanford Encyclopedia of Philosophy. Tres siglos después, su reconocimiento de la necesidad de proteger los derechos de propiedad para que una sociedad funcione bien, es crucial, debido a que las violaciones crecientemente están desplazando a la protección.

El capitalismo de los amigotes, con su extenso sacrificio de los derechos de propiedad de otros para beneficio de los favoritos del gobierno, se ha extendido por todas partes. Las violaciones a la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos y el decomiso civil [Nota del traductor: extinción de dominio en Costa Rica] demuestran la misma erosión. Lejos de ser poco comunes están los abusos con el dominio eminente [Nota del traductor: expropiación] y con las exacciones para desarrollos [Nota del traductor: pagos que se imponen para que el desarrollo de la propiedad sea permitido, al mitigar efectos negativos previstos por ese desarrollo]. Y la lista continúa.

Hume vio por qué unos derechos seguros y estables de la propiedad son cruciales para la cooperación, pues, de lo contrario, la gente queda “expuesta a la violencia de otros.” La defensa gubernamental de los derechos de propiedad permite una más efectiva cooperación social, al expandir la esfera de acuerdos voluntarios. Esta es la razón por la cual Hume reconoció que “[bajo] un gobierno de leyes, no de hombres... la propiedad está allí segura.” No obstante, toda expansión del gobierno reduce los derechos de los individuos sobre su propiedad, subvirtiendo la herramienta más esencial para la prosperidad y la paz.

“La propiedad debe ser estable... fijada por reglas generales... por la paz y orden que establece en sociedad... cada persona individual debe considerarse a sí misma como un ganador. Deje a todo mundo que disfrute pacíficamente aquello que pueda adquirir con su fortuna e industria... absteniéndose de las posesiones de los otros... así mantenemos a la sociedad. Del mismo modo que el cultivo de... bienes es la ventaja capital de la sociedad, de la misma manera la inestabilidad de su posesión... es el principal impedimento.”

“La felicidad de los hombres consiste no tanto en una abundancia de [bienes] como en la paz y la seguridad con las que ellos son poseídos.”
“Los hombres aptos en sociedad... se abstienen de las posesiones de los otros.”

“Yo observo que convendrá para mi interés dejar a otro en la posesión de sus bienes, suponiendo que él se conduzca de la misma manera con respecto a mí.”

“La propiedad... se deriva de las reglas de la justicia.”

“Nadie puede dudar de que la convención para la distinción de la propiedad y para la estabilidad de su posesión es, de todas las circunstancias, la más necesaria para el establecimiento de la sociedad humana, y que, después del acuerdo para fijar y observar esta norma, queda poco o nada por hacer para fundamentar una perfecta armonía y concordia.”

“Es para dominar el egoísmo [de otros] que los hombres... distinguen entre sus bienes propios y los ajenos.”

“[Las ideas de igualdad perfecta] son... extremamente perniciosas para la sociedad humana. Haga que las posesiones sean siempre tan iguales, que hombres con los diferentes grados de arte, cuidado e industria inmediatamente resquebrajarán esa igualdad. O, si usted limita estas virtudes, usted reduce a la sociedad a la más extrema indigencia; y, en vez de prevenir la necesidad y la mendicidad de unos pocos, las hará inevitables para toda la comunidad.”

“La estabilidad de las posesiones... [es] absolutamente necesaria para la sociedad humana... para evitar todas las ocasiones de discordia y disputa, y este fin no se logrará nunca si permitiésemos aplicar esta regla de modo diferente en cada caso particular.”

“El gobierno [libre]... debe actuar bajo leyes generales e iguales que sean previamente conocidas por todos... En este sentido... la libertad es la perfección de la sociedad civil.”

Hume observó que “En todos los gobiernos hay una lucha intestina... entre la autoridad y la libertad.” El encontró la clave para la libertad en la propiedad privada, la que protege a cada ciudadano del abuso de otros. Cuando aseveró, “mantengan con el máximo celo... esas formas e instituciones mediante las cuales se asegura la libertad,’ la propiedad privada era primordial entre ellas. Y puesto que cualquier expansión del gobierno, más allá de lo que en una época se conoció como justicia (“dar a cada uno lo suyo,” de acuerdo con Cicerón), reemplaza a los derechos individuales con los dictados gubernamentales, un gobierno estrictamente limitado es esencial tanto para la propiedad como para la libertad.

Hume escribió que el único objetivo del gobierno es “la distribución de la justicia,” lo que requiere de una protección inquebrantable de los derechos de los ciudadanos. Los estadounidenses necesitan releer la sabiduría ampliamente violada de Hume, para reducir la expansiva “violencia de otros” sobre la propiedad de cada estadounidense.

Gary M. Galles es profesor de economía en la Universidad Pepperdine. Sus libros recientes incluyen Faulty Premises, Faulty Policies (2014) y Apostle of Peace (2013). Es miembro de la facultad de la Fundación para la Educación Económica (FEE).