ENORME INCREMENTO EN LAS TRANSFERENCIAS GUBERNAMENTALES

Por Jorge Corrales Quesada

Un estudio reciente de la Contraloría General de la República (Informe de presupuestos públicos 2018), que se comenta en un artículo de La Nación del 8 de marzo, bajo el título “Leyes triplicaron transferencias que debe hacer el gobierno central: Monto se disparó en 12 años y significa 9.6% del PIB,” expone que “el gasto del Gobierno Central (incluye los tres poderes de la República) en transferencias pasó de ₡783.739 millones en el 2007, a ₡3.345.955 millones, en el 2018.” Esto es, tuvieron un incremento del 327%; o sea, un aumento promedio anual del 27.8%. Lo más interesante es que esas transferencias pasan a ser un porcentaje mayor del valor de la producción de los costarricenses (PIB), pues de un 5.7% del PIB en el 2007 llega a ser de un 9.6% en el 2018. Ciertamente, se constituye en un elemento enorme de las gastadera pública.

En sencillo, las transferencias son montos que el gobierno hace a otras entidades, ya sean públicas o privadas. Por ejemplo entre las más importantes están las que el gobierno transfiere al Régimen Transitorio de Reparto del Magisterio, que esencialmente complementa las pensiones del magisterio, algunas de ellas claramente abusivas. También están las transferencias del llamado FEES o Fondo Especial para la Educación Superior, que no es sino un aporte que el estado hace del 1.5% del PIB para las universidades estatales y que, sin duda, está ligado con la decisión política de destinar el 8% del PIB para todo el sector de educación pública del país. También hay una transferencia importante al Patronato Nacional de la Infancia (PANI), del 7% de lo que el gobierno recauda de impuesto sobre la renta. El PANI tiene una mala calificación de la Contraloría por su ejecución presupuestaria de sólo un 76%. Eso significa que ni siquiera es capaz de gastar toda la plata que le entra: parece que lo que abunda es la plata y no las necesidades por llenar.

Ciertamente los anteriores ejemplos motivan a pensar si ese mecanismo automático de transferencia del gobierno (de todos los contribuyentes) hacia esas actividades es lo deseable, ante otros posibles usos de esos recursos escasos y si no estamos ya viviendo una cultura de gasto gubernamental totalmente inconveniente, en especial en estos momentos tan difíciles, fiscalmente hablando, en donde ya se pretende gravarnos con más impuestos para llenar el hueco provocado por un excesivo gasto gubernamental.

También hay transferencias para hacer obras físicas, “como las que traslada al Consejo Nacional de Vialidad (CONAVI) (para) las Juntas de Educación,” para que estas las hagan, aun cuando recientemente han salido a la luz los enormes atrasos en dichas construcciones.

El problema es que esas transferencias “tienen un crecimiento acelerado frente a una recaudación de tributos que no aumentan al mismo ritmo,” impulsando déficits que ya son un problema. Además, de que “en muchos casos existe obligación legal de entregarlas aun cuando no se utilicen en su totalidad” y, al estar ligadas algunas de estas transferencias a la recaudación de ciertos impuestos, “las reformas para aumentar los tributos terminan por generar nuevos gastos.”

Se ha mencionado que la regla fiscal que actualmente se considera en la Asamblea Legislativa introduciría cierto orden en estos rubros. Así, una funcionaria de la Contraloría señala que “una regla fiscal a nivel constitucional es conveniente y podría contribuir a mantener una posición fiscal sostenible,” además de que “sería deseable... que su aplicación sea extensiva a todas las instituciones más allá del Gobierno Central.”

Ojala resulte ser así, pero me temo que el impacto será insuficiente, si bien la orientación es deseable, y tal vez su aprobación constitucional y puesta en marcha tomaría mucho tiempo ante la magnitud del inminente descalabro fiscal. La cirugía al gasto va más, pero mucho más, allá que la regla fiscal y se requerirá de un enorme esfuerzo de contención y restricción y especialmente reducción del gasto gubernamental, ante una situación ya apremiante de ordenamiento de la economía con un costo menor que el que inevitablemente sobrevendrá de no hacer nada pronto.

Publicado en mis sitios de Facebook jorge corrales q y Jcorralesq Libertad, el 29 de abril del 2018.