Unas buenas recomendaciones de Frank Hollenbeck y de Bastiat.

BASTIAT CONOCÍA LOS LÍMITES APROPIADOS A LA FUERZA GUBERNAMENTAL

Por Frank Hollenbeck
Fundación para la Educación Económica
Domingo 18 de febrero del 2018


Si usted no viola la vida, la libertad o la propiedad de alguna otra persona, usted no debería ver el brazo de la ley.

A los colegiales de los Estados Unidos usualmente se les requiere llevar un curso de gobierno. Aprenden acerca de la estructura del gobierno, pero, rara vez descubren cuál es el papel apropiado del gobierno o los límites justificables en cuanto al uso de la fuerza en sociedad. Si lo hicieron, una de las lecturas requeridas habría sido el tratado de Frédéric Bastiat, The Law [La Ley], un trabajo esencial de mediados del siglo XIX, que describe verdades eternas acerca de la vida y de cómo buscamos la justicia. Estas verdades son igualmente válidas hoy en día, tal como lo fueron en aquel entonces.

LOS DERECHOS NATURALES Y EL PAPEL DEL GOBIERNO

Bastiat afirma que los individuos nacen con los derechos naturales a la vida, la libertad y la propiedad. A partir de esa noción, la única función apropiada para el uso de la fuerza o ley es la organización colectiva del derecho natural a la defensa propia de estos derechos.

“Todo individuo tiene el derecho de usar la fuerza para defenderse legalmente. Por esta razón es que la fuerza colectiva -que es sólo la combinación de las fuerzas individuales organizadas- puede usarse legalmente para el mismo propósito; y no puede usarse legítimamente para ningún otro propósito.”

Luego, él define cualquier uso ilegítimo de la fuerza o de la ley, como saqueo legal. Este es un término omnicomprensivo que incluye cualquier violación injustificada de la vida, la libertad o de la propiedad de otros. Hoy en día abundan muchos ejemplos con regulaciones en el mercado de trabajo (por ejemplo, leyes de salarios mínimos), de productos (por ejemplo, subsidios y aranceles), de cuido de la salud, de educación e incluso del uso de la marihuana y de cualquier otra droga.

El saqueo legal tiene dos motivaciones principales:

1. El primero es la codicia estúpida. Por ejemplo, a usted nunca se le ocurriría robarle a su vecino, pero es complaciente cuando el gobierno usa el saqueo legal para robarle a él a nombre suyo.

2. La segunda es una filantropía mal entendida. Muchos conceptos socialistas caen en esta categoría. Por ejemplo, ellos hablan constantemente acerca de la fraternidad, no de una voluntaria sino más bien de la forzada por ley sobre todo mundo. Este es sólo otro ejemplo de saqueo legal.

Debido a que el saqueo legal está tan extendido en la sociedad actual, a menudo fracasamos en distinguir la diferencia entre justicia e injusticia. Tan sólo porque algo es legal, asumimos que debe ser justo, lo cual simplemente no es cierto.

EL SAQUEO LEGAL Y LA AGITACIÓN SOCIAL

Pronto los demócratas gastarán miles de millones de dólares para tratar de lograr el control del Congreso en las selecciones de medio período en el 2018 y gastarán miles de millones más en la siguiente campaña electoral del 2020. A usted sólo le toma mirar unos pocos minutos a CNN e incluso una parte de un episodio de Saturday Night Live, para ver el odio vitriólico hacia el presidente de parte de los medios del ala izquierda.

Un odio similar fue mostrado por el ala derecha hacia Obama. ¿Por qué esa animosidad entre posiciones políticas opuestas? La respuesta es sencilla: están tratando de protegerse a sí mismos del saqueo legal o están participando activamente en el saqueo.

El problema con el saqueo legal es que crea odio y desacuerdo y corroe el mismo tejido de la sociedad. La Guerra Civil de los Estados Unidos se peleó fundamentalmente por dos razones: la esclavitud y los aranceles. La primera fue una violación de la libertad y la segunda fue una violación de la propiedad.

De acuerdo con Bastiat:

“No es cierto que la función de la ley es regular nuestras conciencias, nuestras ideas, nuestra voluntad, nuestra educación, nuestras opiniones, nuestro trabajo, nuestro oficio, nuestros talentos, ni nuestros placeres. La función de la ley es proteger el libre ejercicio de estos derechos, y prevenir que cualquier persona interfiera con el libre ejercicio de estos mismos derechos por cualquier otra persona.”

EL GOBIERNO DEBERÍA SER MENOS IMPORTANTE

La ley debería verse como una negación; si usted no viola la vida, la libertad o la propiedad de alguna otra persona, usted no debería ver el brazo de la ley o importarle mucho el papel del gobierno. Usted debería ser indiferente, en algún grado, en cuanto a quien es electo como presidente, tal como usted sería indiferente en cuanto a quién es electo como perrero, si eso no le afecta a usted.

Si la ley fuera apropiadamente definida, usted no culparía al gobierno por sus infortunios ni tampoco le acreditaría sus éxitos. Habría una mayor armonía y menor razón para rebelarse, pues la jurisprudencia del gobierno estaría bien definida. Usted no vería, tal como hoy en Francia, a diferentes sectores de la economía yendo constantemente a huelgas, paralizando al país y, a menudo, demandando concesiones del gobierno que son difíciles o imposibles de complacer.

Bastiat escribió:

“[S]i usted trata de convertir la ley en religiosa, fraternal, igualable, filantrópica, industrial o artística ─entonces estará perdido en un territorio sin mapa, en la vaguedad y la incertidumbre, en una utopía forzada o, aún peor, en una multitud de utopías, cada una tratando de apoderarse de la ley e imponerla sobre usted. Esto es cierto porque la fraternidad y la filantropía, a diferencia de la justicia, no tienen límites precisos. Cuando se empieza, ¿dónde va a parar? ¿Y dónde la ley va a contenerse a sí misma?”

Más importante que si se es de izquierda o de derecha, es el concepto de libertad. La solución al problema de las relaciones humanas es la libertad y ella florece más cuando el papel del gobierno es limitado, el uso de la fuerza está restringido y las leyes están confinadas a la administración de la justicia universal o, más precisamente, la ley se usa exclusivamente como una barricada contra la injusticia.

En la actualidad, una persona en los Estados Unidos verá ya sea a CNN o a Fox News, pero probablemente nunca verá a ambas. En Facebook, si un amigo está en desacuerdo con usted, usted deja de ser amigo, de forma que usted se queda con un grupo de gente que tiene opiniones similares. Ya no tenemos más el diálogo político en la mesa del comedor, debido a puntos de vista a menudo opuestos. Todo mundo trata de evitar la desarmonía.

Esta polarización puede, en última instancia, conducir a una forma de guerra civil, si bien una muy diferente de aquella peleada hace más de 160 años. Debemos reconocer que tenemos en nuestro medio una bomba de tiempo social que hace tictac y que debemos empezar una discusión seria acerca del papel apropiado del gobierno o acerca de los límites justos para el uso de la fuerza por el gobierno. Un buen lugar para empezar sería estudiar las verdades eternas encontradas en La Ley de Bastiat.

Frank Hollenbeck es un consultor financiero que trabajó para el Departamento de Estado como economista sénior, en Caterpillar intencional como economista principal y como director de investigación del Banco Eduard Constant en Ginebra, Suiza.