EJEMPLARMENTE CARA E INEFICIENTE

Por Jorge Corrales Quesada

Da tristeza ver cómo la ansiada carretera nueva a San Carlos podría convertirse en una de las “más caras e ineficiente de la historia de este país,” según lo expresó recientemente la Unión Costarricenses de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (UCCAEP) y que aparece consignado en un artículo de La Nación del 8 de marzo que se titula “UCCAEP objeta planes para vía a San Carlos por caros: Obra lleva más de 12 años de construcción.”

El hecho es que dicho proyecto vial ha demostrado ser uno de los más onerosos de nuestra historia, pues, sin siquiera estar concluido, a junio del 2016, “el costo llegaba a $235 millones, entre el monto del contrato original y reajustes por los atrasos.” Lástima que la información periodística no indica cuánto fue el presupuesto inicialmente considerado, para así darnos cuenta de lo que muy posiblemente es cierto: que se trata de un caso más de una enorme subestimación de costos, como ya suele ser frecuente con tantas obras públicas en el país.

Pero, esos $235 millones no son suficientes para terminarla, pues esa obra, que ya lleva 12 años de construcción y que, si bien recuerdan, fue una víctima indirecta de la apertura diplomática de nuestro país con la antigua China comunista. Venía siendo construida con el apoyo de China Nacionalista (Taiwán), que cerró esas operaciones cuando la administración Arias rompió relaciones con Taiwán. No sin ironía se ha dicho que el estadio nacional que regaló el nuevo gobierno chino fue mal negocio para el país, pues a cambio se quedó con el bejuco de la carretera a San Carlos. Pero, burlas aparte, el hecho es que, ni siquiera con el faltante de $124 millones aducido por la actual administración para concluir esa carretera, podrá tenerse la seguridad de que será suficiente. Dice UCCAEP que ese monto es sólo una estimación y que “no existe seguridad de que este sea el final a destinar para las obras restantes,” ante lo cual, dice el medio, UCCAEP considera “conveniente... replantear el plan y finalizar el contrato para evitar riesgos ligados a costo y tiempo.”

La burocracia del MOPT, en voz de su ministro, indica que “de no tomar acciones, el proyecto se podría paralizar hasta tres años” y dice que la propuesta está “técnica, financiera y jurídicamente” justificada y que los escenarios de las tres propuestas cuyo financiamiento falta “fueron de conocimiento de la UCCAEP” y que “no pueden venir a señalar ahora supuestas irregularidades.” Francamente, no entiendo a cuáles irregularidades se refiere el ministro del MOPT, pues es increíble que el estado costarricense, que en todo momento ha estado detrás de la responsabilidad de disponer de dicha carretera, haya hechos tales presupuestos que han dado a numerosas ampliaciones, en el marco de controversiales diseños, que han disparado los costos a tales magnitudes. El proyecto ha requerido de siete adendas, que no son sino ampliaciones a los presupuestos inicialmente contemplados y que ahora tenemos una octava que ha sido rechazada por la Contraloría General de la República, la cual, me imagino, ya habrá de sentar las responsabilidades de las autoridades por esta mala administración.

No parece justificable la apariencia de víctima que quiere fingir el MOPT, pues debe recordarse que estos sobrecostos serán pagados por los ciudadanos, como contribuyentes, incluyendo muchas empresas que integran la UCCAEP, que es de asumir está muy interesado en que dicha obra se concluya sin que se convierta en “una de las más caras e ineficientes de la historia de este país.” No es hora de lágrimas de cocodrilo, sino de que el MOPT asuma la responsabilidad que le corresponde por todos atrasos tan costosos.

Publicado en mis sitios de Facebook jorge corrales q y Jcorralesq Libertad, el 24 de marzo del 2018.