EL ESTADO INEFICIENTE-ARREGLOS A CARRETERA A CALDERA

Por Jorge Corrales Quesada

Aun no tenemos la información exacta en torno a un problema que parece presentarse en la importante vía a Caldera. A principios de diciembre, el LANAMME (Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales) oportunamente envió un informa a la Comisión Nacional de Concesiones (CNN) y al MOPT en el que señala daños ya encontrados en esa vía.

Ello se presenta en el artículo de La Nación del 24 de diciembre “Deslizamiento amenaza tramo de la carretera hacia Caldera: Grieta agrandada causa desniveles sobre calzada y deformación de barreras protectoras en km 44.” El medio indica que “El daño es tan visible que hay desniveles sobre la calzada, grietas de varios centímetros de grueso a ambos lados del camino y las barreras de protección están deformadas.”

Globalvía, la empresa concesionaria de la ruta 27, habría tratado de resolver el problema colocando asfalto, pero, no parece haber dado buenos resultados y, por ello, la restauración apropiada de la carretera es imperativa, antes de que terminemos con problemas mayores y muy graves y onerosos.

Al momento en que esto se escribe -fines de enero- no se sabe cuándo estarán las propuestas de reparación. Dice el medio que “en la actualidad, LANNAME realiza estudios profundos para precisar la causa del deslizamiento, pese a que esa tarea es responsabilidad de Globalvía.”

Estoy convencido de que, a corto y mediano plazo, en las circunstancias actuales de endeudamiento del estado y la precariedad de las finanzas públicos por un excesivo gasto estatal, el país no avanzará mucho en el desarrollo y mantenimiento de vías cruciales en nuestra economía, razones por las que la única aparente opción para tener tales obras públicas es mediante su concesión, para que el sector privado, nacional e internacional, las construya y administre hasta recuperar debidamente lo invertido.

Esa es la esencia del sistema de concesión de obra pública, pero, con pena lo digo, me parece que el actual Consejo Nacional de Concesiones (CNC), que representa al estado y a los costarricenses en los contratos de concesión, no ha sido suficientemente proactivo no sólo en continuar desarrollando posibilidades de concesiones de obras públicas, sino que parece no tener el cuidado suficiente con contratos ya existentes, para que se cumplan todos los compromisos contratados por las partes. Esa acción positiva debe servir para mejorar el sistema, a fin de asegurar a los ciudadanos el mejor servicio posible, tanto en lo económico como en lo físico.

De aquí, de esta falta de atención inmediata y firme en ciertos casos por parte de un ente estatal que se supone representa a los ciudadanos, es que creo surgen razones para que las personas desconfíen del buen sistema, conceptualmente hablando, de concesiones para lograr tener la obra pública necesitada con urgencia. Es indispensable que la CNC brinde las debidas cuentas a la ciudadanía, por todo este tipo de actuaciones que debilitan la confianza ciudadana en el mecanismo de concesiones.

Lo expuesto no es sólo un caso único en la concesión de la ruta 27, pues quedan otros asuntos pendientes de resolver en torno a esa carretera, que desde hace tiempo se han cuestionado debida y correctamente en varias ocasiones. La mejor prueba del malestar ciudadano se puede palpar cuando, en ciertas horas del día, una de las presas más horrendas del país -gasto de combustible, pérdida de tiempo y, ante todo, tensión y disgusto de los conductores- se presenta en los peajes cercanos a San José de la ruta 27. Y ese obstáculo ilógico sigue sin resolverse; simplemente la burocracia estatal no cumple con las funciones que tiene establecidas y, particularmente en, lo que así entendemos, ya está contractualmente determinado. Urge arreglar esta situación. Nada de mayores dilaciones, pues el daño puede resultar ser muy oneroso, tanto para la ciudadanía como para el concepto en sí de la concesión de obra pública.

Publicado en mis sitios jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad el 26 de enero del 2018.