EL ESTADO INEFICIENTE-A PAGAR LA TORTA

Por Jorge Corrales Quesada

Alguien podría pensar que simplemente se trata de una guerra entre monopolios estatales: por una parte, el monopolio de la importación de hidrocarburos que ostenta RECOPE y, por la otra, el cuasi monopolio en la producción y distribución eléctrica, que usufructúa el ICE. Pero, no. La triste realidad es que a los ciudadanos consumidores pronto se nos dirá que paguemos por esa torta.

La información básica se encuentra en un artículo de La Nación del 10 de noviembre, que lleva por título “RECOPE debe pagar ₡7.000 millones por bunker ‘gourmet’: Tribunal Contencioso condena a entidad a indemnizar sobrecostos del ICE.”

La historia parece ser sacada de una novela de Kafka. Vamos a seguirle el paso.

En primer lugar, a fines del 2013 RECOPE incurrió en una pérdida de alrededor de ₡10.000 millones pues importó 390 millones de litros de un combustible “gourmet” caracterizado por tener bajo azufre, según lo requería el ICE para generar electricidad, principalmente en su planta de Garabito, en Montes de Oro de Puntarenas. El costo de importación para RECOPE fue de ₡134.000 millones y se lo vendió al ICE en ₡124.000 millones, porque el ICE únicamente tenía una autorización de ARESEP para importar combustible de menor calidad y no ese tipo “gourmet.”

En segundo lugar, RECOPE le pidió al ICE que efectuara un asuste a su tarifa para que le pudiera pagar esos ₡10.000 millones dejados de cancelar. Pero también en su momento, informa La Nación, el ICE dijo que “RECOPE no podría pretender (en ese momento, me imagino que a principios del 2014)... el pago de sobrecostos que no incluyó o no logró justificar en la solicitud de aumento presentada a la ARESEP.” O sea, si bien entiendo, la tarifa del ICE autorizada por ARESEP, sólo incorporaba el costo de aquellos ₡124.000 millones y no el costo verdadero que para RECOPE fue de ₡134.000 millones. Es decir, no se le había pasado ese diferencial de costos de ₡10.000 millones a los consumidores.

En tercer lugar, como RECOPE se atrasó en traer el búnker “gourmet” requerido por el ICE, este se vio obligado a utilizar un combustible más costoso que aquel búnker “gourmet” para producir electricidad, teniendo que usar diésel que era más caro que el bunker. El ICE sólo tenía autorización de la ARESEP, para efectos de fijación de precio, por el uso de un combustible de menor calidad que el búnker “gourmet.” O sea, deduzco, el ICE no le ha trasladado a los consumidores el verdadero costo que tuvo cuando usó el diésel más caro, pues sólo tenía autorizado por parte de la ARESEP el uso del combustible más barato.

En cuarto lugar, RECOPE le cobró administrativamente al ICE por el costo mayor del búnker “gourmet” que importó. Ello lo rechazó el ICE, aduciendo que, para efectos de traspasar el costo al consumidor, la ARESEP tan sólo permitía el costo de un combustible más barato, y que más bien, ante el retraso de RECOPE en la traída del búnker “gourmet”, tuvo que usar diésel que era incluso más caro. (Espero que me sigan en mi esfuerzo por explicar el intríngulis).

Ante esto, el ICE pidió judicialmente a RECOPE que le pagara el costo extra que tuvo que enfrentar al usar diésel que era más caro. Por esa época, también RECOPE demandó judicialmente el ICE por no haberle pagado aquel diferencial de ₡10.000 millones.

En quinto lugar, a finales del 2016 el Tribunal Contencioso Administrativo le ordenó a RECOPE indemnizar al ICE por el retraso en la entrega del búnker “gourmet” y en junio de este año estimó la indemnización en alrededor de ₡7.000 millones.

La gran pregunta es si ese relajo terminará con consecuencias para los consumidores por el cobro de aquel faltante de ₡10.000 millones en los precios de los combustibles. Ante esta misma pregunta hecha por el medio, RECOPE no ha indicado si ese monto le será trasladado a los consumidores cautivos del monopolio. Y claro, RECOPE mantiene la demanda contra el ICE por esa suma.

Sea como sea, si el ICE tiene que pagar eventualmente esa suma a RECOPE por los ₡10.000 millones que este pagó de más al traer búnker gourmet y poder cobrar sólo un precio menor, ello probablemente se reflejará en los costos de la electricidad para los consumidores. Y, si RECOPE, a la que ya los tribunales le han ordenado pagar ₡7.000 millones por compensación por el atraso en la entrega del combustible, también, probablemente lo trasladará a los costos de los combustibles para los consumidores. Lo interesante es que, la directora jurídica del ICE, Julieta Bejarano, “confirmó a este diario que si RECOPE cancela el reclamo (de esos ₡7.000 millones al verse obligado a usar diésel en vez en vez del búnker “gourmet” por el atraso de RECOPE), el dinero será devuelto a los clientes vía tarifas.” Ante esto entendería yo que ya ese diferencial que debe pagar RECOPE al ICE por “culpa” del atraso, fue cargado a los consumidores y por ellos, dice doña Julieta, que si esa plata la paga RECOPE, se la devolvería a los consumidores por una reducción de las tarifas. (Espero que tengan claro esto, porque todo parece estar muy enredado).

Así es que, en este medio de irresponsabilidad y confusión de quienes ejecutan las políticas y decisiones que causan daño a los ciudadanos, aparentemente siempre el consumidor tendrá que apechugar con el incordio. El consumidor, si la ensarta, pierde; y si no, pues también pierde. Así, de cualquier forma, el estado ineficiente e irresponsable nos esquilma a los ciudadanos consumidores.

Publicado en mis sitios de Facebook, jorge corrales quesada y Jcorralesq Libertad, el 17 de marzo del 2017.